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LiteraturaBiografía

Gamarra, Abelardo (1852-1924).

Escritor peruano, nacido el 31 de agosto de 1852 en Sarín, distrito de la provincia de Huamachuco, en el departamento de La Libertad, en la sierra norte del Perú, y muerto el 9 de julio de 1924 en Lima.

Sus padres fueron el hacendado Manuel Guillermo Gamarra y Jacoba Rondó Quesada. Pasó su infancia en Huamachuco, donde su padre, que era apoderado de las comunidades indígenas, le enseñó a respetar y querer a los indios. Realizó su instrucción primaria en el Colegio Nacional San Nicolás de su distrito natal y, alrededor de 1865, se trasladó con su padre a Lima para iniciar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe, un conocido centro de ideas liberales. Durante su segundo año de permanencia en la capital peruana murió su padre y dos años después su madre, quedando huérfano y pobre, al perderse las propiedades familiares por maniobras legales. Tras terminar en 1869 sus estudios escolares ingresó en el Convictorio de San Carlos para estudiar medicina, pero posteriormente decidió dejar esa carrera para estudiar Letras y después Derecho, estudios que sí llegó a concluir, aunque nunca optó por el título de abogado.

A comienzos de la década de 1870 inició su carrera literaria como colaborador del semanario El Correo de Perú, para posteriormente ingresar a trabajar como jefe de redacción del diario El Nacional. En este periódico colaboró publicando poesías de carácter indigenista con el seudónimo de "El Último Harabec" y artículos de costumbres y satíricos bajo el título genérico de Rasgos de pluma, que firmaba con el seudónimo que a la postre lo haría más famoso, "El Tunante". Entre 1876 y 1877 se dio a conocer en las célebres veladas literarias organizadas en casa de la escritora argentina Juana Manuela Gorriti, en una de las cuales fue "bautizado" literariamente, cambiando el seudónimo de "El Último Harabec" por el de "El Último Harabicu" (20 de septiembre de 1876); también participó en las veladas literarias organizadas diez años después por la escritora cuzqueña Clorinda Matto de Turner en Lima.

Durante la guerra con Chile (1879-83) Gamarra intervino en la defensa del puerto del Callao (1880) y participó como soldado en las batallas de San Juan (13 de enero de 11881) y Miraflores (15 de enero de 1881), desarrolladas en la ciudad de Lima. Tras la ocupación de la ciudad por las tropas chilenas, en febrero de ese año, Gamarra abandonó Lima para unirse al movimiento de resistencia dirigido desde la ciudad de Trujillo por el contralmirante Lizardo Montero en coordinación con el coronel Andrés A. Cáceres. Luego viajó a Huamachuco, donde fundó en 1881 el periódico de resistencia La Bandera del Norte y combatió el arreglo de paz propuesto por Miguel Iglesias. En 1883 realizó un viaje "a lomo de mulo" de Huamachuco a Arequipa como representante de la provincia al Congreso Nacional convocado en dicha ciudad por Montero. En Arequipa el escritor fundó el periódico La Integridad (1883), desde el cual se opuso a cualquier intento de cesión territorial, lo que finalmente se aprobó en sesión secreta acaecida el 19 junio de 1883, con el voto en contra de Gamarra y otros. En noviembre de 1883 retornó a Lima, ocupando temporalmente la dirección del diario El Nacional. Desde el mencionado periódico combatió al gobierno de Iglesias y su política de paz con Chile, lo que originó que al año siguiente sea deportado con destino al Ecuador, sin embargo logró escapar, desembarcando en el puerto de Salaverry, para plegarse al movimiento de resistencia al gobierno que lideraba Cáceres. Luego del triunfo cacerista el escritor regresó a Lima, pasando a ocupar el puesto de Jefe de Crónica de El Nacional.

En las elecciones de 1886 que enfrentaron al Partido Constitucional de Cáceres con el recién fundado Partido Demócrata de Nicolás de Piérola, Gamarra contribuyó al triunfo del primero, logrando ser elegido diputado por Huamachuco (1886-89). Como diputado presentó proyectos sobre ley agraria para los terrenos sin cultivo, establecimiento de escuelas en las haciendas, fomento de la instrucción primaria y creación de un periódico para el magisterio, pero sus iniciativas no fueron apoyadas lo que originó su apartamiento de la mayoría parlamentaria. En 1888, cuando ya se había distanciado del gobierno, renunció a El Nacional, al mostrarse disconforme con la defensa realizada por este periódico a la firma del Contrato Grace, que buscaba la solución del problema de la deuda peruana a cambio de ciertos beneficios para un comité inglés de tenedores de bonos. Después de su renuncia, el 28 de julio de 1889, hizo reaparecer La Integridad para desde allí oponerse a la firma del contrato y al gobierno de Cáceres. En esta publicación -aparecida semanalmente entre 1889 y 1918 y, posteriormente, en forma eventual hasta la muerte del escritor en 1924- continuó con la redacción de los Rasgos de pluma, a los que se agregó la publicación de unas memorias bajo el título de Recuerdos de la guerra.

En mayo de 1891 participó en la fundación de la Unión Nacional, partido político creado sobre la base del Círculo Literario de Lima, institución a la que perteneció Gamarra desde sus inicios en 1886. La Unión Nacional, también llamada Partido Radical, estaba liderada por el escritor Manuel González Prada, y en su programa se propugnaban, entre otras medidas, el régimen federal de gobierno y la devolución de tierras a las comunidades indígenas. Tras el viaje a Europa de González Prada en 1891, Gamarra figuró entre los responsables de la conducción del nuevo partido, convirtiendo La Integridad en portavoz de la Unión Nacional y tribuna contra el gobierno de Piérola (1895-99), tarea que compartió durante algunos años con la dirección de la revista El Perú Artístico (1893-95). En 1899 el escritor comenzó a distanciarse de González Prada, quien había retornado al Perú el año anterior, aunque nunca dejó de admirarlo. En mayo de 1903, cuando González Prada ya se había alejado del partido, Gamarra fue elegido presidente de la Unión Nacional, participando en alianza con el Partido Liberal para las elecciones del mismo año; pero al año siguiente renunció a la agrupación por mostrarse en contra de una nueva alianza con el Partido Liberal y el Partido Demócrata.

A inicios de 1908 el escritor interrumpió por algunos meses la edición de La Integridad para realizar un viaje a Chile y Argentina. Durante su ausencia publicó sus crónicas de viaje en el diario La Prensa de Lima y, a su regreso, presidió el acto de fundación de la Sociedad de Periodistas y Escritores del Perú (noviembre de 1908), siendo elegido vocal de la primera junta directiva de la institución. En 1911, desde La Integridad, polemizó con el escritor José Gálvez, redactor del semanario Balnearios, sobre lo criollo y lo nacional en la literatura peruana. De nuevo elegido diputado por la provincia de Huamachuco (1913-18) se opuso a la elección del coronel Óscar Benavides como presidente provisorio de país (1914). En 1915 fundó la Liga Agraria con el propósito de fomentar la agricultura peruana, impulsar la pequeña propiedad y apoyar a los peones, mostrándose también partidario de la inmigración y colonización del país. Entre sus últimas actividades se debe mencionar su participación en la Asociación Pro-Indígena (1909-17) creada por Pedro S. Zulen, y su labor como director del diario oficial El Peruano (1920-23) durante el segundo gobierno de Augusto B. Leguía.

Producción literaria

Abelardo Gamarra fue un autor prolífico, gran parte de cuya obra se encuentra desperdigada en diversas publicaciones periódicas -tal es el caso de su poesía, que nunca fue editada en forma de libro-, o pertenece a la literatura oral, como las diversas canciones y coplas populares que escribió, entre ellas una inspirada en el bandido Luis Pardo que podría considerarse la primera canción peruana de protesta. En sus inicios escribió algunas novelas, entre ellas Detrás de la cruz el diablo (Lima, 1977), pero rápidamente abandona el género novelístico, dentro del cual aportó muy poco, para dedicarse a la literatura costumbrista donde tendría mayor suerte. Su primera recopilación de artículos se publicó con el título de El Tunante en camisa de once varas (Lima, 1877), donde se descubre un interés por describir los tipos sociales limeños, señalándose algunos vicios en las costumbres de los habitantes de la ciudad. Dentro del mismo estilo se encuentra Novenario del Tunante (Lima, 1885), segunda recopilación de sus artículos. Algo distinto es el libro Costumbres del interior (Lima, 1988), inspirado en el viaje que realizó para asistir al Congreso de 1883 y uno de los testimonios más interesantes sobre la vida en la sierra peruana a fines del siglo XIX. A través de sus páginas se nos describen las principales faenas del campo y se elogia el comportamiento ceremonioso y la actitud política progresista de los habitantes de la región, a quienes el autor considera sumamente ilustrados. Por otro lado, dirige sus quejas contra el alcoholismo de la población indígena y la corrupción del clero, al que considera culpable del atraso de los indios "que recuerdan una de las más infortunadas razas, comparable tan sólo a la de los judíos: extranjeros en su propia nación".

Es en Rasgos de Pluma (Lima, 1899) donde aparece con más claridad el estilo de Gamarra, poco cuidado en la forma y más pensado para llegar al pueblo. El libro es una selección de alrededor de setenta artículos publicados en la sección del mismo nombre en El Nacional y La Integridad -incluyendo algunos publicados en sus obras anteriores-, a los que se agrega algunas breves piezas de teatro y una zarzuela. Entre algunos de los más celebrados artículos de esta colección se encuentran los referidos a Pelagatos, ciudad imaginaria de la sierra peruana, azotada por las revoluciones y dividida en dos bandos, el de los churgapes y el de los congules, en permanente disputa por la gobernación, la alcaldía y la judicatura. El tema de esta ciudad y sus habitantes, modelos caricaturescos de los defectos encontrados en la realidad peruana, sería desarrollado en forma más amplia en Algo del Perú y mucho de Pelagatos (Lima 1905), y en sus siguientes recopilaciones de artículos Artículos de costumbres (Lima, 1911) y ¡¡Cien años de vida perdularia!! (Lima, 1921).

Otras obras suyas son La batalla de Huamachuco y sus desastres (Lima, 1886), relato histórico sobre un episodio de la guerra entre Perú y Chile; Reglas para escribir cartas (Lima, 1889), dedicado a los colegios de señoritas; Lima. Unos cuantos barrios y unos cuantos tipos (al comenzar el siglo XX) (Lima, 1907), descripción de las costumbres y hábitos de los habitantes de la capital peruana; El hombre honrado (Lima, 1910), texto de moral; Nociones de moral (Lima, 1919), versión modificada de la obra anterior; Manco Capac (Lima, 1923), leyenda para la lectura en las escuelas; Educación. A la memoria de mi padre (Lima, 1920), que incluye datos sobre su infancia y juventud; además de los folletos Italia y el Perú. A la memoria de un hombre de bien: Lázaro Debernardi (Lima, 1920), Modelo de hombre. A la memoria de Fausto Figueroa (Lima, 1920), Los norteamericanos y el Perú (Lima, 1920), A la memoria del que fue Justo Barnechea y Rosales (Lima, 1922) y Una faz de González Prada, su cariño para los animales (Lima, 1923).

Bibliografía

  • GALARRETA GONZÁLEZ, Julio: Abelardo Gamarra en la crítica literaria (Lima: Universidad Nacional Federico Villarreal, 1972).

  • Homenaje a Abelardo Gamarra. (prólogo y recopilación de Julio Galarreta González). (Lima: Talleres Gráficos P.L. Villanueva, 1974).

Autor

  • César Salas