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HistoriaPolíticaBiografía

Fruela I. Rey de Asturias (722-768)

Cuarto rey de Asturias desde el año 757 hasta la fecha de su muerte. Nacido en el año 722 y muerto en Cangas de Onís en el año 768. Durante su reinado tuvo que hacer frente a varias sublevaciones en el interior de su reino y a los ataques de los musulmanes de al-Andalus.

Hijo del monarca Alfonso I el Católico y de la esposa de éste, la hija de Pelayo, Ermesinda, apenas se disponen de datos biográficos sobre los primeros años de su vida, aunque desde que era muy joven debió participar en las campañas llevadas a cabo por su padre y por su tío, tanto en Galicia como en el valle del Duero. A pesar de que sucedió a su padre en el trono, en estos momentos la corona del reino de Asturias continuaba conservando su carácter electivo. Así aunque probablemente fue asociado al trono desde su infancia, Fruela alcanzó el poder en el año 757, a la edad aproximada de 35 años, gracias a que contó con el favor de los nobles, los cuales consideraron a éste un digno sucesor de su padre y continuador de su obra.

Descrito en la crónica denominada Rotense, compuesta en tiempos de Alfonso III, como '(…)un varón de ánimo muy recio' y en la Crónica Albeldense, de la misma época, como hombre de '(…)condición áspera', no hay duda entre los investigadores sobre que Fruela se encontró una situación distinta a la de su padre, cuando llegó al poder y no sólo en el interior del reino astur, sino también en el exterior. De este modo poco antes de la muerte de Alfonso I había llegado a Córdoba Abd al-Rahman I, el cual fue capaz, tras reafirmarse en el poder, de calmar la situación política y social de al-Andalus y esto afectó notablemente a los intereses de los cristianos del norte, que vieron como disminuían sus posibilidades frente a unos enemigos cada vez más unidos y por tanto más poderosos. Así a pesar de las discrepancias que existen entre las fuentes árabes y cristianas, en opinión de los expertos es posible que Fruela tuviera que hacer frente a continuos ataques por parte de los musulmanes en Galicia y en Álava, obteniendo resultados desiguales, como lo prueba el hecho de que muchos de los habitantes de la llamada Vardulia, a la sazón, el nombre con el que las fuentes designaban a la Castilla primitiva; se desplazaran a del interior del reino.

De este modo se puede afirmar que en todas las crónicas asturianas se destaca los numerosos enfrentamientos que sostuvo con las tropas del primer Omeya y sobre todo la gran victoria que el monarca obtuvo en Galicia, concretamente en Pontuvio, quizá el actual Pontedeume o la localidad de Pontobio, donde según las mencionadas crónicas, el ejército de Fruela "aniquiló a 54.000 musulmanes; y cogió vivo al general de caballería, llamado Umar, y en el propio lugar lo decapitó". (Crónica Rotense). En este sentido hay que señalar que los historiadores musulmanes guardaron silencio sobre estas campañas, bien porque no las consideraron irrelevantes o precisamente por el hecho de haber sido derrotados, aunque mencionan una campaña emprendida por uno de los libertos de Abd al-Rahman I en el año 767, la cual fue muy beneficiosa para los intereses de los cordobeses, los cuales consiguieron importantes tributos y apresar a un gran número de rehenes.

Pero no fueron los problemas en el exterior los que marcaron los once años de reinado de Fruela, sino los problemas en el interior de sus territorios, donde muchos estudiosos han querido ver además de una expresión del descontento popular contra el carácter del monarca, la mano del primer emir cordobés. Así en opinión de Menéndez Pidal Fruela tuvo tantos problemas con sus súbditos dado su "Espíritu de hombre justiciero con ribetes de místico sanguinario, con el ímpetu guerrero de su padre pero sin su prudencia, (…)". De cualquier modo por unos motivos o por otros Fruela tuvo que hacer frente aproximadamente en el tercer año de su reinado, a una sublevación de los vascones, que intentaron sacudirse el yugo de la monarquía astur, con escaso éxito, ya que fueron frenados en una rápida campaña. Además los mencionados vascones algunos pueblos galaicos intentaron sublevarse aunque también en esta ocasión Fruela logró frenar sus aspiraciones devastando sus tierras casi por completo. Los problemas militares con algunos de sus súbditos, tuvieron su reflejo en la oposición que demostraron sentir hacia él un importante grupo de nobles de su reino, los cuales contrariados por algunas decisiones adoptadas por éste y por la extrema dureza de su carácter, optaron por formar un grupo de oposición entorno a su hermano Vimarano, el cual también era hijo legítimo de Alfonso I. Fruela ante la crisis que se le aproximaba decidió cortar cualquier intento de sabotear su poder, por lo que probablemente en el año 767, 768 para algunos autores, tomó la decisión de asesinar personalmente a su hermano, para evitar cualquier tipo de insubordinación. Tampoco contó en la última parte de su reinado con el apoyo del clero, sobre todo el de las altas jerarquías, puesto que tomó medidas en contra de la simonía, ya que consideraba una falta muy grave contra la fe que los altos cargos del clero mantuvieran relaciones con mujeres e incluso contrajeran matrimonio, abandonando así el celibato, por este motivo con el fin de evitar que se relajaran las costumbres entre los padres de la iglesia, dictó penas muy severas en contra de los que incumplieran sus ordenes, en las cuales además de incluir importantes castigos físicos, se obligó a muchos a ingresar en conventos indefinidamente.

Casado en el año 760 con una joven noble alavesa llamada Munnia, posiblemente nacida en la llamada Vardulia, que había sido tomada como rehén en la campaña llevada a cabo contra los vascones. Ésta fue descrita en la crónica de Alfonso III dedicada a Sebastián de Salamanca, como una "muchachilla que era parte del botín de los vascones", así según deja traslucir la mencionada crónica parece que el monarca se quedó prendado por su belleza y tras ordenar que le fuera reservada, contrajo matrimonio con ella con el fin de legitimar su unión. La reina Munnia fue la madre del futuro Alfonso II el Casto y de una niña, de la cual no se ha conservado su nombre, aunque sabemos que fue la esposa de Neopociano, aunque este dato fue silenciado por las crónicas asturianas compuestas en tiempos de Alfonso III el Magno.

Fruela I murió asesinado en su corte de Cangas de Onís, a la edad de 46 años, en el 768, a manos de la nobleza que decidió proclamar como nuevo rey a su primo Aurelio. Algunos historiadores afirman que su muerte fue consecuencia directa del asesinato de Vimarano, ya que ambos murieron con apenas unos días de diferencia, aunque otros opinan, sin descartar que el asesinato del hermano del monarca fue una de las causas principales aducidas por lo nobles, que éste murió un año después.

Considerado tradicionalmente como el fundador de la ciudad de Oviedo, según una versión de la crónica de Sebastián, sus restos mortales y los de su mujer, fueron depositados en esta ciudad, donde Fruela había ordenado construir varios templos en honor del Salvador, de San Julián y de Santa Basilisa, aunque parece poco probable puesto que su fallecimiento se produjo en la mencionada ciudad de Cangas de Onís.

Bibliografía

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  • GUICHARD, P. Los nuevos musulmanes. Historia de España de Antonio Domínguez Ortiz. (Barcelona, Planeta, 1989).

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  • MENÉNDEZ PIDAL, R. Historia de España. La España Cristiana de los siglos VIII al XI. El reino Astur-leonés (722-1037). (Madrid, Espasa-Calpe, 1976).

Autor

  • Cristina García Sánchez