A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PolíticaHistoriaBiografía

Fouche, Joseph (1763-1820).

Hombre de Estado francés, uno de los más odiosos que produjo la revolución y el imperio, nacido en 1763 y muerto en 1820. Entró muy joven en la congregación del oratorio, abandonó el estado eclesiástico, cuando estalló la revolución, y fue diputado por su departamento en la Convención nacional en 1792. Votó la muerte de Luis XVI y cometió exacciones escandalosas en varios departamentos, a donde fue en clase de comisionado. Ensangrentó los alrededores de Lyón, después de haberse rendido esta ciudad, y volvió a París lleno de oro, salvándose del castigo, gracias a la reacción del 9 de termidor. Barrás lo envió de representante de la república a Milán y Holanda, y más tarde le confió el ministerio de policía, puesto que conservó después del 18 de brumario, y que dejó en 1802, aunque lo volvió a ocupar en 1804, siendo al fin reemplazado por Savary, en 1810. Desterrado entonces a Roma y desde allí a Aix, fue nombrado en 1813 gobernador de las provincias ilíricas; pero huyó a Nápoles, cuando los austríacos se apoderaron de Laybach y fue, según dicen, el que persuadió a Murat para que entrase en tratos con los ingleses. Durante la primera restauración permaneció en la oscuridad, pero en la época de los Cien Días volvió a ocupar el ministerio de policía, y su conducta fue una traición continua, dando lugar a que Napoleón lo amenazará con hacerle ahorcar, lo cual hubiera quizá sucedido, de no acontecer la desgracia de Waterloo, pues se asegura que tenía todas las pruebas de sus traiciones y que había hecho instruir un sumario. Nombrado después de la segunda abdicación del emperador presidente del gobierno provisional, hizo fracasar todas las tentativas de sus colegas para impedir una nueva invasión del territorio y un segundo restablecimiento de los Borbones. Conservó su cartera durante la segunda restauración, pero odiado por todos los partidos, se hizo nombrar embajador en Dresde, puesto que debió dejar en 1816 en virtud de la ley llamada de Amnistía. Se retiró a Praga y luego a Trieste, donde pasó el resto de sus días.

Autor

  • TOÑI