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HistoriaPolíticaEconomíaBiografía

Flórez Estrada, Álvaro (1766-1853).

Abogado, economista y político español nacido en Pola de Siero (Asturias), el 27 de febrero de 1766, y muerto en Noreña (Asturias) en 1853.

Pertenecía a una familia de antigua nobleza, acomodada y vinculada con la más rancia aristocracia de Asturias. Parece ser que fue bajo el influjo de su padre que don Álvaro se adhirió a las luces y vino a ser liberal. De su juventud, poco se sabe. Cursa sus estudios en la Universidad de Oviedo por los años de 1780. Según Manuel Pedregal, llega a ser abogado a los veinte años y funda una sociedad política en Madrid -precedente de las famosas sociedades patrióticas del Trienio- que fue disuelta por Godoy.
En 1786 se casa con doña Juana Queipo de Llano, quien muere al año del casamiento. El 22 de abril de 1797 contrae segundas nupcias con doña María Amalia Cornejo, hija de un consejero de Castilla de la que tendrá cuatro hijos.
En 1796 se le asigna el alto cargo de Tesorero General del Reino, del que es cesado a causa de sus ideas ilustradas. Regresa a Somiedo, donde levanta una fragua y se dedica a sus negocios personales hasta 1808.

Al estallar la Guerra de la Independencia su actuación cobra capital importancia. Es elegido Procurador General del Principado por la Junta General de Asturias. Al tiempo que estimula enérgicamente la resistencia patriótica, intenta promover reformas importantes, como la libertad de imprenta, y propone la reunión de Cortes. La Junta de Asturias quedó disuelta abusivamente el 2 de mayo de 1809 por el marqués de la Romana, un absolutista, jefe del ejército español de Castilla la Nueva, Galicia y Asturias. Tras este acto de fuerza marchó a Sevilla a protestar ante la Junta Central. A pesar de sus vehementes denuncias es desoído.

De 1810 a 1814, el compromiso político de Flórez Estrada se plasma ante todo en importantes escritos. Durante los años 1810 y 1811 reside varios meses en Inglaterra, donde publica tres obras: Constitución para la Nación española presentada a S.M. la Junta Suprema Gubernativa de España e Indias en 1 de noviembre de 1809; Introducción para la Historia de la Revolución de España; y Examen imparcial de las disensiones de la América con la España, de los medios de su recíproco interés, y de la utilidad de los aliados de la España.

En la obra Examen imparcial condena el pacto colonial y justifica las reivindicaciones económicas de los criollos. En cambio, descarta sus exigencias políticas y se opone al separatismo. El libro atestigua el interés del autor por la economía. Con enfoque capitalista, analiza las condiciones de la expansión máxima de las fuerzas productivas. Sintetiza el pensamiento de los grandes reformadores españoles del siglo XVIII, e influido por la fisiocracia concede la primacía a la agricultura y aboga por el libre cambio. Se aparta de Quesnay al rechazar el latifundio y proponer un reparto igualitario de la tierra. Su rechazo al mercantilismo se asocia al repudio del absolutismo.

La Introducción a la Historia de la Revolución de España consta de dos elementos claves. El libro se centra en los orígenes y la significación de la crisis a la que se enfrenta España y propone los medios de superarla. Para el patriota asturiano, la situación desastrosa del país traduce la quiebra del Antiguo Régimen y revela la necesidad de edificar una sociedad nueva, liberal. Los principios de dicha sociedad quedan enunciados en la Constitución para la Nación Española. Proclama el principio revolucionario de la soberanía nacional y, consecuentemente, atribuye lo esencial del poder a las Cortes. Partidario del sufragio universal, define un liberalismo democrático, excepcional en aquel tiempo.

Al volver a España dirige en Cádiz, entre 1812 y 1813, uno de los periódicos liberales más célebres de la época, El Tribuno del Pueblo Español. En 1813 da a conocer su Constitución política de la nación española por lo tocante a la parte militar, que empezó a publicar en el Tribuno, en la que fundamenta las bases de un ejército al servicio de la nación. Es designado intendente militar de Sevilla y publica un Plan para formar la estadística de la provincia de Sevilla. En un edicto dice aspirar sólo al exacto cumplimiento de sus funciones, a establecer una recaudación fácil y expedita, una administración pura y una distribución justa. Además se dispone a llamar a sí el conocimiento de todos los antecedentes que existan relativos al ramo de bienes nacionales. La vuelta del Deseado y la represión le impelen a exiliarse, y prosigue su combate liberal pese a estar sentenciado a muerte por contumacia.

Su emigración a Inglaterra (1814-1820) señala una segunda etapa en su evolución ideológica. El terror de Estado radicaliza su pensamiento político. Es notable que fray Servando Teresa de Mier creyese que se iba a unir a la expedición de Javier Mina, en 1817. Su Representación a Fernando VII en defensa de las Cortes (1818) tuvo extraordinaria resonancia. El panfleto desmitifica la institución monárquica y vincula la regeneración de España a la implantación de un sistema representativo. (Hay una reedición de Jesús Munárriz, Madrid 1967).

Durante el Trienio es elegido diputado a Cortes por Asturias y se afilia al grupo de los exaltados, los comuneros, tomando la defensa de Riego y de las Sociedades patrióticas. Según una lista del Archivo General de Palencia había usado el nombre masónico de Astur. El 28 de febrero de 1823, Fernando VII le designa, junto con Calvo de Rozas, para constituir un ministerio. Dicho ministerio, debido a la oposición de los masones, acaba por ser disuelto el 18 de abril sin haber gobernado. Tras el derrumbe del Trienio se exilia nuevamente a Gran Bretaña donde permanece hasta 1830 año en que, tras la Revolución de julio, se traslada a París.

Durante su largo exilio londinense se dedica a ahondar en sus conocimientos económicos y a la lucha contra el absolutismo fernandino. Seducido por las nuevas teorías económicas de la Escuela clásica inglesa, se convierte en discípulo de Ricardo y Malthus. En 1828, se publica su Curso de Economía Política que había de contar con numerosas ediciones y que sería traducido al francés. La exégesis de las tesis estradianas sobre las principales categorías de la economía política -el valor, la renta, el capital, el provecho, el salario, la moneda o el cambio- descubre que se inspiran fundamentalmente en Smith, Ricardo, Malthus, Mac Culloch y Mill, y en menor grado, en Sismodi, Say y Bastiat. Con todo, intentan adaptarse a la realidad española en un renovado esfuerzo por procesar el latifundismo. En Londres, forma parte de sociedades secretas al lado de Romero Alpuente y Torrijos.

En París mantiene su compromiso político. Firma la convocatoria para una reunión de los emigrados políticos, el 25 de mayo de 1831. El 30 de mayo de 1831 defiende el derecho de los emigrados políticos a reclamar en nombre de España y a nombrar una junta que les represente (documentos publicados en el Dardo, París, n. 3).

Tras la muerte de Fernando VII y la proclamación de la amnistía vuelve a España en 1834. De aquí en adelante sobresale ante todo por sus aportaciones al pensamiento económico y social. Hasta 1853 su Curso de Economía Política da lugar a siete reediciones con sucesivas ampliaciones y, durante dos decenios, fue el manual universitario más usado. Se convierte en el propagandista más notorio del librecambismo. En lo social, se enfrenta en vano contra la desamortización de Mendizábal saliendo a la palestra con un artículo, Del uso que debe hacerse de los bienes nacionales, en el que demuestra la importancia decisiva del problema agrario en España. Otro de sus escritos, La cuestión social, o sea origen, latitud y efectos del derecho de propiedad (1839) suscita una violenta controversia. En este folleto se pronuncia por la nacionalización de la tierra y un reparto igualitario del agro, anticipándose a Henry George y a Joaquín Costa. Mantiene cierta actividad política, siendo elegido diputado de 1834 a 1836 y de 1837 a 1840. En 1840 se le nombra senador vitalicio.

La crítica suele poner de realce las teorías económicas de Flórez Estrada y postergar sus ideas políticas y sociales. En rigor, si el Curso de Economía Política presenta efectivamente fundamental importancia, sus doctrinas políticas y sociales revisten igualmente indudable interés. En sus numerosas obras se halla expuesta de forma aguda la problemática de la Historia Contemporánea de España: la pérdida del imperio colonial, el ascenso y fracaso del liberalismo, la cuestión social, el tema agrario. Además de proponer un cuadro histórico de gran amplitud, dichas obras resaltan por expresar una ideología liberal democrática. Movido por convicciones revolucionarias, concibe una sociedad en las antípodas tanto de la sociedad del Antiguo Régimen como de la de los moderados. Toda su producción significa una condena del absolutismo real y hasta del principio monárquico, y está dictada por su amor a la libertad. Se opone a los moderados al abogar a favor de un régimen representativo fundado en el sufragio universal. Su audacia se manifiesta además en su anticolonialismo y su sensibilidad social, que le mueve a preconizar la entrega de la tierra a aquellos que la trabajan. El agrarismo estradiano se señala por su alcance político. El principal adversario de la burguesía, dice, es la aristocracia terrateniente. Para acabar con su hegemonía sienta las bases de una alianza entre las clases medias y las masas campesinas.
El pensamiento económico de Flórez Estrada ha conocido dos grandes etapas de formación. Diferencias considerables separan el Curso de Economía Política del Examen imparcial. Si en el Examen concede un papel clave a la agricultura, en cambio, en el Curso antepone la industria e insiste ante todo en la necesidad de la acumulación capitalista.

Flórez Estrada, figura eminente del liberalismo español, va mucho más allá de los planteamientos de los moderados y progresistas. Se le puede considerar como un precursor de los ideales democráticos y socialistas en España.

Bibliografía

  • "Archivo General de Palencia". Papeles Reservados, 67.

  • FLÓREZ ESTRADA, Álvaro: Curso de Economía Política. Ed. y estudio preliminar de Salvador Almenar. Introd. de Ernest Lluch. Madrid, 1980.

  • GIL NOVALES, Alberto: Las pequeñas Atlántidas. Barcelona, 1959.

  • LANCHA, Charles: Álvaro Flórez Estrada (1766-1853). Grenoble, 1984.

  • PRADOS ARRARTE, Jesús: Don Álvaro Flórez Estrada un español excepcional (1766-1853). Madrid, 1982.

  • MARTÍNEZ CACHERO, Luis Alfonso: Álvaro Flórez Estrada, su vida, su obra política y sus ideas económicas. Oviedo, 1961.

  • PÁEZ RÍOS, Elena: Iconografía hispana. Madrid, 1966. 5 vols.

  • Redactor general de España, n. 708, 23 de mayo de 1813.

  • URÍA RÍU, Juan: "Florez Estrada en París". Archivus, V, 1955.

  • URÍA RÍU, Juan: Asturias en la segunda mitad del siglo XVIII. Rasgos biográficos de don Álvaro Flórez Estrada. Oviedo, 1948.

A. GIL NOVALES.

Autor

  • Gil Novales.