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PolíticaHistoriaBiografía

Fernández Silvestre, Manuel (1871-1921).

Militar español, nacido en Caney, Cuba, el 16 de diciembre de 1871. Muerto en Annual (Marruecos), el 21 de julio de 1921.

Nació en una familia de tradición militar, su padre era el comandante Víctor Fernández y Pentiaga, casado en segundas nupcias con Eleuteria Silvestre Quesada, su madre. El 30 de agosto de 1889 logró plaza de cadete en la Academia de Infantería de Toledo, donde se distinguió por sus estudios, al igual que la Academia de Aplicación de Caballería, donde obtuvo el grado de segundo teniente. Es en estos años de formación militar cuando tuvo como compañero de estudios a Dámaso Berenguer y Fusté, también nacido en Cuba y dos años menor que Manuel Fernández Silvestre. Su destino de ultramar fue su tierra natal, Cuba, donde llegó en el vapor Buenos Aires, el 15 de noviembre de 1895 al desembarcar en Nuevitas. En los dos años siguientes permaneció continuamente en campaña, realizando operaciones contra los insurgentes independentistas. En este período se distinguió por su valor y se fue creando en su alrededor la leyenda de su buena suerte. El 8 de mayo de 1896 participó, al frente de su escuadrón, en la denominada acción de Arango, donde él solo causó la muerte de veintiocho enemigos empleando únicamente arma blanca. Ese mismo año, el 2 de diciembre, fue herido de bala en la frente en Sábana de Maíz, herida que por poco no le produjo la muerte. Rápidamente recuperado, los días 13 y 14 de diciembre de 1896 pudo demostrar nuevamente su valor en la acción de Pinar del Río, donde, tras matar el enemigo sucesivamente a tres de los caballos que montaba, logró un cuarto con el que regresar al combate. En el verano de 1897, en el mes de julio, ingresó en el hospital de Placeta, aquejado de paludismo. El 11 de enero de 1898, en la acción de Caridad y ya ascendido al grado de capitán, Manuel Fernández Silvestre fue nuevamente herido de dos disparos de bala durante la carga inicial que realizó su escuadrón. Otras heridas, en la segunda carga, fueron tres de bala además de trece machetazos, repartidos por todo el cuerpo. En ese día, recibió 18 heridas, con un total de 22 heridas en dos años, lo que le provocó una pérdida grave de la capacidad de su brazo izquierdo.

Tras la derrota de la Guerra de Cuba, desembarcó en La Coruña el 29 de agosto, siendo ascendido en septiembre por méritos de guerra en la última acción mencionada, al grado de comandante. En España se casó el 15 de diciembre de 1899 con Elvira Duarte de Oteiza, con la que tuvo una hija, de nombre Elvira, y un hijo, de nombre Manuel. Tras una serie de destinos en cuarteles peninsulares de Alcalá de Henares, Guadalajara, Madrid y Zaragoza, fue destinado en enero de 1904 al norte de África, a Melilla. Allí fue puesto al frente del batallón de caballería de cazadores de Alcántara. A los miembros de esta unidad supo imprimirles su visión y forma de actuar militar, de tal modo que años más tarde, tras repetidas cargas con arma blanca contra el enemigo los días 22 y 23 de julio de 1921, le fue concedida a la unidad la máxima condecoración militar española, la Cruz Laureada de San Fernando.

En 1908 obtuvo el título oficial de intérprete de lengua árabe, a cuyo estudio se dedicó desde su llegada a Melilla. Obtuvo la más alta calificación de entre los 14 alumnos que obtuvieron ese año tal título. Un joven profesor rifeño de 26 años, Muhammad Abd al-Krim, calificó con sobresaliente su examen.

El 19 de enero de 1907 falleció su esposa de forma repentina. Ante tal circunstancia, Manuel Fernández Silvestre se retrajo en su mundo, dedicándose a sus estudios de árabe y al mando de su unidad.

En 1911 se iniciaron los movimientos anti-españoles en el norte de África: la familia bereber de los Banu Laek, aliados de los españoles, son asesinados en la ciudad de Larache; el 13 de julio de ese año los residentes españoles en Larache han de acantonarse en los muelles del puerto de la ciudad ante el temor a un ataque. Manuel Fernández Silvestre, ya con el grado de teniente coronel, fue enviado a bordo del acorazado España, procedente de Casablanca. A su llegada inició conversaciones con uno de los jefes indígenas locales, denominado Al-Raisuni, con el que llega a un acuerdo que deja las puertas abiertas a los residentes españoles. Esos mismos años la situación en Marruecos entre España y Francia era tensa. Silvestre acumuló tropas españolas en Larache y llegó a un acuerdo con Al-Raisuni en el verano de 1912 para atacar la ciudad de Arcila, donde en ese momento se encontraba un destacamento de tropas francesas realizando el tendido de la línea telegráfica entre Arcila y Tánger. El 17 de agosto los franceses abandonaron Arcilla. Esta situación plantea una crisis diplomática entre España y Francia, que concluyó, tras el asesinato de Canalejas, por entonces jefe del Gobierno, con la precipitada firma el 30 de noviembre de 1912 de un acuerdo de repartición de Marruecos entre los dos países. España se quedaba con 21.000 kilómetros cuadrados del norte de Marruecos, zona pobre, agreste y de población levantisca, mientras que Francia se quedaba con 415.000 kilómetros cuadrados del sur de Marruecos.

En enero de 1913 Manuel Fernández Silvestre fue ascendido al grado de coronel, nombramiento que recibió en Madrid donde se encontraba como garante de la candidatura de Al-Raisuni al cargo de califa. La situación se volvió complicada cuando el capitán Guedea, en nombre de Manuel Fernández Silvestre, liberó a unos cautivos prisioneros de Al-Raisuini. Ante tales hechos presentó su dimisión, que fue rechazada por el Gobierno. En este momento se iniciaron las desavenencias de Silvestre con el poder político. A pesar de ello y de lo acontecido en Arcila, ascendió a brigadier el 16 de junio de 1913, aunque al parecer fue relevado de su cargo de forma reservada por un telegrama que recibió del ministro de la Guerra.

Tras el final de la Primera Guerra Mundial, el protectorado español en el norte de África fue transformado en su división política y administrativa. Las tres comandancias generales anteriormente existentes se redujeron a las de Ceuta y Melilla, mientras que él recibió el cargo de comandante general de Ceuta. Al poco tiempo, El general Berenguer, cubano como él, compañero de estudios militares, dos años más joven y también con el favor del rey, recibió el cargo de alto comisario, situándose por encima de Manuel Fernández Silvestre. Se iniciaron así las diferencias entre Berenguer y Silvestre sobre la pacificación del protectorado; aunque ambos se apreciaban mutuamente, Silvestre era más impulsivo y sobre el terreno desobedeció más de una orden. Esto pudo ser debido a que él esperaba el nombramiento de alto comisario, sufriendo una gran decepción cuando Dámaso Berenguer recibió el cargo. No obstante, fue Berenguer quien le propuso para la comandancia general de Melilla, tras el cese de Silvestre como comandante general de Ceuta.

En esta situación se produjo en 1920 la sublevación de Al-Raisuini, iniciándose una nueva guerra, que supuso un aumento de los gastos militares y el descontento y la desmoralización entre los reclutas. Sin embargo, en ese mismo año se creó la legión y se logró la toma de la localidad de Xauen. Al mismo tiempo se iniciaron las operaciones en la zona del Rif circundante a Melilla, necesarias para acelerar la puesta en marcha de las explotaciones mineras. Desde Melilla, con una guarnición española en torno a 30.000 soldados, Silvestre inicia en 1921 la ocupación de diversos poblados. En el mes de mayo alcanza el río Ameqrán, puesto por los rifeños como límite de la expansión española. Silvestre, desconocedor de tal situación avanzó cruzando el río, por lo que desprotegía los flancos del avance y además extendía demasiado sus propias líneas. El 17 de julio las tropas rifeñas, al mando del antiguo profesor de árabe del general Silvestre, Muhammad Abd al-Krim, atacaron las líneas españolas. Ni Berenguer ni Silvestre pensaron que fuese parte de un plan mayor, y el 18 de julio las tropas españolas empezaron a retroceder. El 21 de julio de 1921 fue atacada y cercada Annual, la posición más fuerte de los españoles en la zona. Se inició una huida en desbandada y Silvestre, incapaz de organizar la defensa o al menos una retirada ordenada, se suicidó o fue asesinado por los rifeños. Era . (Véase Guerra de Marruecos).

Bibliografía

  • VV. AA: “Annual y la guerras hispano-marroquies” en Historia Gráfica del Siglo XX, tomo 3, 26-37. Ediciones Urbión, Madrid, 1984.

  • G. AYACHE: Les origines de la guerre du Rift. Editorial Maspero, París, 1982.

  • M. MARTÍN: El colonialismo español en Marruecos. Editorial Ruedo Ibérico, París, 1973.

MFD

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