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HistoriaBiografía

Fernández de León, Antonio. Marqués de Casa León (ca. 1750-1826).

Militar español nacido hacia 1750 en la villa de Esparragosa de Lares, provincia de Badajoz, y muerto en 1826 en Puerto Rico. Marqués de Casa León, fue Intendente de Ejército y Real Hacienda en Caracas (1812). Su figura es muy controvertida por haber actuado de forma ambigua con patriotas y realistas, cambiando varias veces de bando.

Aunque sus padres, Sebastián Fernández de León y Josefa María Ibarra y González, trataron de mostrar un ancestro ilustre, parece que su familia procedía de personas humildes. Llegó a Venezuela hacia 1763-64 con su hermano Esteban, llamados por otro hermano establecido en dicho país, Lorenzo, entonces secretario del obispo Díez Madroñero. Tras licenciarse en derecho, en 1777 el intendente Avalos le nombró fiscal de Hacienda. Poco después empezó a realizar negocios que fueron la base de su enorme fortuna: en 1781 envió a España varias cargas de cacao, cueros y añil, y más tarde inició la compra de grandes territorios en los valles de Aragua. En 1785 casó con Josefa Antonia Carrera, una criolla acaudalada, con lo que obtuvo haciendas de cultivo en Maracay. Fernández de León se convirtió así en uno de los grandes terratenientes de los valles de Aragua.

Cuando se descubrió la conspiración de Güal y José Manuel España en 1797, Fernández de León fue comisionado como oidor honorario para perseguir a Güal e incautarse de sus bienes. En 1806 se produjo el desembarco de Miranda en Coro, y Fernández de León organizó la caballería que partió de Maracay y Turmero para detener la invasión del precursor de la Independencia de América. En noviembre de 1808 fue uno de los firmantes del Memorial realizado por los mantuanos caraqueños para pedir a España la creación de una Junta Suprema de Gobierno venezolana, subordinada a la peninsular. El regente Joaquín Mosquera inició el juicio pertinente y Fernández de León fue prendido y enviado a Sevilla para ser juzgado por rebeldía. Allí hizo numerosas manifestaciones de lealtad a la Junta Central con ayuda de su hermano Esteban, que se encontraba vinculado a ella. Gracias a esto logró el título nobiliario de marqués de Casa León. Sorprendentemente regresó a Caracas, donde los patriotas habían logrado establecer la Junta Suprema de Gobierno. Se ofreció a ellos y logró ser nombrado presidente del Tribunal de Apelaciones, Alzadas y Recursos, sin embargo ese mismo año renunció al cargo.

El marqués se ganó luego la amistad de Miranda, gracias a lo cual fue nombrado en 1812 director general de Rentas de la Confederación de Venezuela, con la misión de organizar las rentas de la Primera República, que naturalmente no pudo cumplir, pues los realistas acabaron en julio con dicho Gobierno. Miranda comisionó entonces a Fernández de León para que negociara la rendición de la Primera República ante Domingo Monteverde. Restaurado el poder español, el marqués de Casa León se pasó a los realistas y trató de acusar a Miranda de haber substraído los dineros de la Real Hacienda, acusando de paso a otros patriotas. Monteverde le premió nombrándole Intendente de Ejército y Real Hacienda.

En 1813 se produjo el nuevo triunfo patriota y surgió la Segunda República. El Marqués firmó la entrega de Caracas a Simón Bolívar. El futuro Libertador le premió con el nombramiento de director de las Rentas del Estado, cargo que desempeñó hasta enero de 1814. En julio de ese año José Tomas Boves tomó Caracas y le dio el cargo de jefe político de la provincia, con funciones de presidente del Tribunal Supremo. Posteriormente llegó el Ejército Expedicionario de Morillo y se exigió que Fernández de León fuera a España para dar cuenta de sus extrañas veleidades con los patriotas. Allí le defendió su hermano Esteban, por entonces consejero de Estado. El marqués salió airoso de cuanto se le imputaba y volvió a Venezuela a fines de la guerra independentista. El mariscal Miguel de la Torre le nombró jefe político de Venezuela, cargo que ostentó hasta el triunfo definitivo del Libertador.

Al sospechar que no podría volver a engañar a Bolívar decidió emigrar prudentemente a Curazao, desde donde dirigió un extenso memorial al Gobierno español explicándole la situación de Venezuela y el “injusto” embargo decretado a sus posesiones. No se atrevió a regresar a la Península y se estableció en Puerto Rico, donde vivió con estrecheces sus últimos años, aunque pudo gozar incongruentemente de una pequeña renta que le mandaba María Antonia Bolívar, por voluntad del Libertador.

Bibliografía

  • BRICEÑO IRAGORRY, M. Casa León y su tiempo. Caracas, Edime, 1954.

MLS

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  • 0201 MLS