A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PolíticaBiografía

Fernández de Kirchner, Cristina (1953-VVVV).

Política y abogada argentina, nacida el 19 de febrero de 1953 en Tolosa, Argentina. Presidenta electa de la República de Argentina en octubre de 2007.

Estudió en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, donde cursó el primer año de Psicología, carrera que más tarde abandonó por la de Derecho. En esta Universidad conoció a Néstor Carlos Kirchner Ostoicmilitante, como ella, de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), perteneciente al Partido Justicialista (PJ) que fundó Perón. El 9 de marzo de 1975 contrajeron matrimonio civil en La Plata, establecieron su residencia en Río Gallegos, capital de Santa Cruz, y tuvieron su primer hijo, llamado Máximo, en 1977. Finalizó sus estudios de Derecho en 1979, aunque algunas voces de la sociedad civil cuestionan que llegara a finalizar la carrera.

El matrimonio se dedicó a la abogacía e invirtieron en negocios inmobiliarios, manteniendo su actividad política en receso mientras la dictadura en el país empezó a arreciar. El primero en retomar el compromiso político fue su marido, Néstor Kirchner, durante la transición a la democracia, que llegó con la victoria de Raúl Alfonsín. En 1987, Néstor Kirchner consiguió la alcaldía de Río Gallegos, tras ganar en influencia y popularidad y una vez asegurado el control del Partido Justicialista en la localidad. En 1989, Cristina Fernández consiguió un escaño en la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Cruz. En 1990 tuvo su segunda hija llamada Florencia.

En paralelo a la carrera política ejecutiva de su esposo, que resultó elegido Gobernador de Santa Cruz en 1991, comenzó de manera notable su carrera en política legislativa, y presidió la Comisión de Asuntos Constitucionales, Poderes y Reglamentos. Se destacó por ser crítica con algunos aspectos del gobierno de Menem, como las políticas neoliberales. El 10 de abril de 1994 Fernández salió elegida convencional por Santa Cruz de la Asamblea Constituyente.

Resultó elegida senadora el 10 de diciembre de 1995 en las elecciones a la Cámara alta del Congreso de la Nación, el cual le dio renombre internacional, lo que hizo que llegara a ser más conocida que su esposo. Ese año se opuso a la segunda reelección deMenem y se alió con Eduardo Alberto Duhalde, gobernador de la provincia de Buenos Aires en ese momento y otros altos cargos, asentándose en el Congreso Nacional del Partido Justicialista.

En 1997 fue diputada nacional por Santa Cruz y llegó a ostentar el cargo de vicepresidenta de la Comisión de Educación de la Cámara baja y, ya en 1999, llevó a cabo su labor legislativa oponiéndose al Ejecutivo nacional encabezado por Fernando de la Rúa, que venció en las elecciones generales.

La provincia introdujo su propia reforma constitucional, lo cual hizo posible la segunda reelección de Kirchner. Fernández fue elegida miembro de la Convención Constituyente en 1998 que elaboró dicha reforma.

Fernández recobró el escaño, desde el Senado, en las elecciones de octubre de 2001, dando al PJ la mayoría en el Congreso, que se benefició del descalabro financiero y la recesión económica del Gobierno aliancista. Fernández pasó a ser Presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara alta; mientras, entre diciembre de 2001 y julio de 2002, Argentina se sumió en la peor crisis económica, social y política de su historia.

Mientras el país se recuperaba, Kirchner consolidó su candidatura a la Presidencia para las elecciones de 2003, aunque partía con desventaja debido a que no era muy conocido. Aún así, contó con Duhalde, que le apoyó mediante la sección bonaerense del PJ, así como con su esposa Cristina, que en aquellos momentos tenía algunas características políticas superiores a su marido (oratoria, soltura mediática, etc), y que estimaba el hecho de ser la esposa del presidente pero con una condición política diferenciada y no sólo como primera dama. El Frente Para la Victoria (FPV) de Kirchner presentó un programa incidente en la recuperación económica totalmente disociado de los anteriores gobiernos, y contó en su campaña con el carisma y la soltura de Cristina para hacer frente a sus rivales.

Kirchner se proclamó Presidente tras la retirada de Menem en la segunda vuelta del recuento de votos, y así Cristina se convirtió en primera dama, papel al que añadió una alta categoría como profesional de la política en ejercicio. No obstante, Argentina ya sabía lo que era tener una primera dama politizada, con precedentes tan conocidos como las esposas de Perón: Eva Duarte y María Estela, así como su coetánea Hilda Beatriz González, mujer de Duhalde, ministra interina de Desarrollo Social y Medio Ambiente.

La señora de Kirchner participó con su marido en todas sus actuaciones, lo que generó una gran ola de popularidad: saneó las cúpulas militar y policial, remodeló la Corte Suprema, diálogo con organizaciones sociales ignoradas, etc.

Cristina empezó a buscar la notoriedad, se convirtió en una "primera ciudadana" y no dama, como ella quería. Acompañó a su marido en su agenda oficial, que combinó con la suya propia, y controlaba hasta el último detalle: el aspecto de su propia imagen, el trato recibido, etc.

La participación en encuentros internacionales y el contacto con líderes mundiales dio como resultado que su primera experiencia relevante en este contexto fuera una ponencia en 2003 en Londres, en la Cumbre de Gobiernos Progresistas, en la cual expuso el problema del subdesarrollo y la pobreza desde el punto de vista latinoamericano, con la presencia de Tony Blair y Gerhard Schröder, mandatarios británico y alemán respectivamente. A partir de 2004 multiplicó los eventos fuera de la agenda de su marido: conferencias en Estados Unidos con Madeleine Albright, Hillary Clinton, gira por España con encuentros con don Juan Carlos Iy con José Luis Rodríguez Zapatero. Posteriormente, en 2005, tuvo encuentros con la precandidata chilena Michelle Bachelet, con el presidente francés Jacques Chirac, y los primeros ministros israelí y palestino, Ariel Sharon y Ahmed Qureia, respectivamente.

A título personal, Fernández se involucró como promotora del Museo de la Memoria en Argentina, y fue elegida presidenta honoraria del III Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en Rosario en 2004.

En 2005 fue reelegida como senadora, lo que hizo que la hipótesis de presentarse como candidata a la presidencia tomara más fuerza. El apoyo popular también fue clave para reconocer sus logros en materia de deuda externa, la recuperación económica y la lucha contra el paro y la pobreza.

En el seno del PJ las disensiones internas hicieron que Fernández llegara a enfrentarse con la esposa de Duhalde en el Congreso Nacional de marzo de 2004, ya que Kirchner trataba de hacerse con el control del partido. Finalmente, Eduardo Alfredo Fellner, aliado de Kirchner, se hizo con la elección como presidente tras la dimisión de éste último.

En 2005, y sobreponiéndose a acusaciones e intentos de desprestigio, fue reelegida en las elecciones senatoriales por la provincia de Buenos Aires como cabeza de lista del FPV, logrando con ello un puesto de gran poder e influencia en la Cámara alta.

Durante 2006, el presidente Kirchner cedió cada vez más protagonismo a su esposa, incluso en política interior y exterior, acrecentando cada vez más los rumores sobre su posible candidatura. Aun así, el aparente perfecto entendimiento y armonía entre los dos cónyuge también conocía las disputas verbales entre ambos, fruto de los fuertes temperamentos de ambos.

En 2007 las encuestas de opinión concedían a Fernández grandes posibilidades para ganar las elecciones presidenciales, equiparándose con su marido en la intención de voto. Finalmente, en julio de ese año, y tras varias visitas y reuniones en Francia, Ecuador, México, Venezuela , España y Alemania con sus respectivos representantes y mandatarios, Kirchner hizo oficial que no se presentaría para su reelección y que dejaría a su esposa como candidata. Fernández hizo formal su aspiración el 19 de julio de 2007 en un acto postulando por el FPV, en el Teatro Argentino de su ciudad natal, donde estuvieron presentes su marido, líderes de sindicatos, políticos de toda la nación y abuelas y madres de la Plaza de Mayo. En su discurso, Fernández hizo hincapié en las bases sobre las que se había basado el Gobierno de su marido, que serían las bases del suyo también: reconstrucción del Estado constitucional democrático, modelo de acumulación e inclusión social y la construcción cultural. Fernández cerró su proclama con agradecimientos y elogios hacia el presidente, sobre todo, por el hecho de no presentarse a la reelección a pesar de tener amplias posibilidades de seguir en el cargo.

Durante su campaña electoral de tres meses, Cristina Fernández se acercó más a los medios de comunicación y concedió las primeras entrevistas, aunque principalmente a medios extranjeros. Además, propugnó que durante su mandato seguiría la línea política establecida por su marido anteriormente, como lo referente a la economía, aunque desde diversos puntos de la izquierda y sindicatos criticaban que este crecimiento se debía sobre todo a la coyuntura internacional favorable y la exportación.

En su programa, Fernández llamó a hacer progresos en pos de reducir la pobreza, que afecta a más de un tercio de la población, así como el desempleo y la mejora de la salud y la educación. Aún así, no se pronunció sobre el abastecimiento de combustible, la criminalidad e inseguridad ciudadana y los escándalos de corrupción del gobierno de su marido.

Se esperaba de ella, por parte de gobiernos europeos y americanos y de la oposición, mayor diálogo con el poder empresarial, financiero y político que el que había desarrollado su marido. Así como, el poder modificar en algo las relaciones que su marido había establecido con Evo Morales y Hugo Chávez, ya que se había allegado demasiado a ellos según sus detractores. También en esta línea se esperaba mejores relaciones con Chile, enturbiadas durante el mandato de Kirchner por la política gasífera, un relanzamiento de relaciones con Estados Unidos, y la resolución del conflicto con Uruguay por la construcción de una planta papelera en la parte uruguaya del río Paraná.

Aún con todas estas conjeturas, en la primera vuelta de las elecciones los sondeos seguían dándole la victoria, incluso sobre el que podía ser su máximo rival, Mauricio Macri, líder del partido centroderechista Propuesta Republicana (PRO). Casi sin pelear por el voto, su campaña electoral tenía casi asegurada la vitoria en los comicios, la única duda era si sería elegida presidenta en la primera o en la segunda vuelta.

Finalmente, y con una participación del 74,1%, Fernández se impuso con un 44,9% de los votos a los demás candidatos: Carrió con un 22,9%, Lavagna con un 16,9%, Rodríguez Saá (7,7%) y varios candidatos más. Consiguió, por tanto, el doble de votos conseguidos por su marido hacía cuatro años. Además el FPV renovó la mitad de las cámaras del Congreso, y aumentó a 153 diputados y 44 senadores su representación con doble mayoría absoluta.Tras la victoria, Cristina Fernández de Kirchner alabó la trayectoria de su marido como político y presidente, y destacó la importancia que pretendía dar a las relaciones exteriores, con los países del MERCOSUR y con una exportación sólida.

Durante su administración, el país se fue enfrentando a serios problemas. Desde un principio, se encontró con una dura oposición del sector agropecuario, que le exigía una rebaja en impuestos específicos de la actividad. Durante el año 2008 se sucedieron incendios en los campos de zonas adyacentes a la capital del país, que sumieron por varios días a Buenos Aires en oscuras brumas traídas por el viento. La situación del campo empeoró luego, con la persistencia de una prolongada sequía, que produjo la muerte a innumerables cabezas de ganado, situación por la cual la presidenta lanzó un decreto por el que algunos impuestos serían suprimidos para aliviar el problema.

Viajó a Cuba en enero de 2009, y se reunió con Fidel y Raúl Castro, firmando acuerdos de mutuos beneficios económicos. La representante del pueblo de la nación argentina ha participado a lo largo de 2009 en las más importantes reuniones internacionales. En el plano de la situación política interna, el gran incremento en su patrimonio personal, calculado en un porcentaje superior al 700%, ha provocado fuertes resistencias en amplios sectores de opinión, además de dar origen a una investigación judicial. Las votaciones a mitad de año supusieron un duro revés electoral, al perder representación en el Congreso.

En el mes de septiembre de 2009, la presidenta argentina presentó para su aprobación por el Congreso una ley por la que se ejercerá un mayor control sobre el sector audiovisual y la prensa escrita, tendiente a evitar la concentración de medios en pocas manos, a la que popularmente llamaron "ley mordaza". En diciembre, la presidenta tuvo que afrontar las manifestaciones de protesta de los ciudadanos en contra de la pobreza y el hambre, ya que casi un 25% de los habitantes se encuentra en situación de riesgo, o desprotegidos. esoó en su cargo al presidente del banco Central, Martín Redrado, por negarse éste a pagar con reservas la deuda externa. En un pulso con la presidenta, el Senado argentino restituyó en su cargo al funcionario, avalando la decisión de no gastar reservas monetarias estratégicas, aunque el funcionario posteriormente renunció al cargo.

Las investigaciones por el elevado incremento del patrimonio han ejercido presión sobre sus allegados, entre los que se contaba un secretario personal desde hace 15 años, quien se vio en la obligación de renunciar.

Autor

  • Pablo Alcalde Fernández