A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
Ocio y entretenimientoBiografía

Espinosa Saucedo, Fermín, "Armillita Chico" (1911-1978).

Matador de toros mejicano, nacido en Saltillo (Coahuila) el 3 de mayo de 1911, y muerto en la capital de México el 6 de septiembre de 1978. En el planeta de los toros es conocido por el sobrenombre de "Armillita" o "Armillita Chico", apodo heredado de su padre, el novillero y banderillero de Zacatecas Fermín Espinosa. Era hermano de dos banderilleros, Cenaido y José, y de otro gran matador de toros, Juan Espinosa Saucedo ("Armillita"); además, fue el padre de otros tres matadores de alternativa: Fermín, Manuel y Miguel Espinosa Menéndez.

El hecho de haber nacido en el seno de una familia volcada por entero hacia el mundo del toro influyó decisivamente en su vocación desde que era apenas un chaval. Y así, apoyado y aleccionado por su padre y sus hermanos mayores, el día 1 de agosto de 1924 -cuando sólo contaba trece años de edad- dio lidia y muerte a un becerro en la prestigiosa plaza de El Toreo, ante unos aficionados de la capital mejicana que, asombrados por las enormes facultades que apuntaba el jovencísimo Fermín, premiaron su valor y su arte con las dos orejas y el rabo del astado.

Este esperanzador comienzo fue el punto de partida de una concienzuda preparación que, al cabo de dos años, le puso frente a su primera novillada con picadores, verificada en la susodicha plaza de Ciudad de México, en el mes de julio de 1926. A partir de entonces, Fermín se enroló en una exitosa andadura novilleril que le llevó de triunfo en triunfo por los principales cosos aztecas, con lo que enseguida pasó a encabezar el escalafón de los novilleros mejicanos. Tan destacado era ya, siendo tan sólo un principiante, que el día 17 de octubre de 1927, al despedirse de su condición novilleril en la mencionada plaza de El Toreo, se enfrentó en solitario con seis reses bravas, en medio del delirio de sus paisanos, que aguardaban ansiosos la toma de alternativa de "Armillita Chico", anunciada para dentro de seis días.

En efecto, el 23 de octubre de 1927, en el ruedo de esa plaza capitalina que ya había sido escenario de tantos triunfos suyos, Fermín Espinosa Saucedo ("Armillita Chico") recibió la alternativa de manos de su padrino, el coletudo sevillano Antonio Posada Carnerero; el cual, bajo la atenta mirada del diestro mejicano José Ortiz, que hacía las veces de testigo, le facultó para que diera lidia y muerte a estoque a un morlaco criado en las dehesas de los señores Barbosa, de San Diego de los Padres. Como era de esperar, el toreo que aquel día desplegó Fermín Espinosa colmó todas las expectativas de sus exigentes paisanos, quienes, enloquecidos por la actuación del joven "Armillita", le premiaron con numerosas orejas y ovaciones.

Una vez consagrado como figura del toreo en su país, optó por cruzar el Atlántico y aspirar a obtener en España idéntica valoración, sabedor de que sólo en la cuna del Arte de Cúchares se alcanza el justo reconocimiento con que luego se pasa a la historia universal del toreo. Ya por aquel entonces andaba en suelo hispano su hermano Juan Espinosa Saucedo, quien se avino a apadrinar al joven Fermín en su obligada toma de alternativa en España. Tuvo lugar esta segunda ceremonia el día 25 de marzo de 1928, en las arenas de la plaza de toros Monumental de Barcelona, donde el espada valenciano Vicente Barrera y Cambra, que se hallaba presente a guisa de testigo, contempló cómo el joven toricantano muleteaba y despachaba a estoque al toro Bailaor, criado en la dehesas salmantinas de don Antonio Pérez de San Fernando.

A pesar de que los toros jugados en aquella ocasión no dieron lugar a grandes lucimientos, "Armillita Chico" fue contratado por la empresa de la plaza de toros de Madrid, para que confirmara dicha alternativa ante la primera afición del mundo. Así las cosas, el día 10 de mayo de 1928, apadrinado por el genial torero sevillano Manuel Jiménez Moreno ("Chicuelo"), el joven diestro mejicano confirmó su condición de matador de toros enfrentándose con Gaditano, un burel negro marcado con el hierro de doña Carmen de Federico, procedente del antiguo encaste de Murube. Aquella tarde, hizo las veces de testigo el no menos genial coletudo hispalense Francisco Vega de los Reyes ("Curro Puya" o "Gitanillo de Triana"), quien pudo dar fe del éxito cosechado por "Armillita Chico" en su presentación en Madrid.

A partir de esta fecha, comenzaron a lloverle contratos en las principales plazas de la península Ibérica: durante esa primera temporada que pasó en España intervino en cuarenta y ocho festejos, y en 1929 formó parte de veintinueve carteles españoles. Durante las dos campañas siguientes (en las que despachó, respectivamente, veinticinco y veintitrés corridas), quedó tan satisfecho con el reconocimiento de los aficionados españoles que no se embarcó para torear en su México natal. En 1932 firmó y cumplió en España sólo veintidós corridas; pero en la temporada siguiente hizo cincuenta y tres paseíllos (sin contar las quince corridas que, previamente, había despachado en las arenas aztecas).

Aquélla de 1933 fue, tal vez, la campaña más exitosa entre las que protagonizó en la cuna del Arte de Cúchares, y sin duda constituyó la consagración de Fermín Espinosa Saucedo ("Armillita Chico") como uno de los coletudos más importantes de todos los tiempos. La afición española, asombrada ante uno de los toreros más largos de cuantos había podido contemplar, llegó a comparar su dominio de todas las suertes con la sabiduría y la capacidad innatas que, delante de los toros, parecía tener José Gómez Ortega ("Joselito" o "Gallito"). Este dominio de las técnicas toreras -aderezado, además, en el caso de "Armillita", por un arte y una gracia incomparables- le sirvió al torero azteca para acabar su larga andadura profesional sin haber recibido apenas ninguna cornada grave, a excepción de la que sufriera en el coso mejicano de San Luis de Potosí, el día 20 de noviembre de 1944.

Anteriormente, había seguido triunfando en España durante las campañas de 1934 y 1935, en las que, respectivamente, se vistió de luces en sesenta y tres y en sesenta y cuatro ocasiones. A raíz de la ruptura de relaciones entre los taurinos españoles y los mejicanos, "Armillita Chico" se dedicó a torear exclusivamente en Hispanoamérica, lo que le hizo perder gran parte del sitio que tenía ganado en España, como enseguida se echó de ver cuando quiso retornar a las plazas de la península Ibérica. Decidido, entonces, a abandonar el ejercicio activo de la profesión torera, el día 3 de abril de 1949 se cortó la coleta en la mejicana plaza de La Punta, después de haberse enfrentado en solitario con seis reses bravas.

Sin embargo, el gusanillo de la afición le obligó a reaparecer en la temporada de 1953, en medio de una expectación que, desgraciadamente, no recibió los frutos esperados. Consciente, pues, de que su brillante trayectoria taurina había llegado a su fin, Fermín Espinosa Saucedo ("Armillita Chico") se retiró definitivamente de los toros. El día 6 de septiembre de 1978, en el hospital de Santa Fe (Ciudad de México), una peritonitis aguda acabó con su vida.

Autor

  • jrfc