Esnefru o Sneferu, Rey de Egipto (ca. 2597-2547 a.C.).
(Snfr-w) Primer rey de la IV dinastía egipcia, que reinó 24 años según el Papiro real de Turín, aunque hoy se tiende a cosiderar que hubo de gobernar 40 o incluso 50. Sucedió, al parecer sin problemas, a su padre Huny, último rey de la III dinastía. Manetón, que le asigna 29 años de reinado y le llama Soris, indica que Esnefru procedía de una estirpe diferente a la anterior. Lo cierto es que el rey descendía de Huny y de Meresankh I, una esposa o concubina secundaria, y que para legitimar el trono hubo de casarse con su hermanastra Heteferes I, hija de Huny y de su esposa principal de nombre ignorado. El gobierno de Esnefru -cuyo nombre Horus fue el de Nebmaat- fue brillante, iniciándose con él las grandes construcciones del Imperio Antiguo. Se hizo edificar dos pirámides en Dashshur -la Romboidal y la Roja-; también ordenó la construcción de la de Seila y ordenó terminar la de Meidum -la Falsa pirámide-. Asimismo, efectuó otras construcciones y trabajos complementarios, según se sabe por los Anales de Palermo (templos, fortalezas, palacios, estatuas de oro y bronce). La necesidad de materiales de construcción le hizo emprender expediciones hacia Fenicia, y trajo probablemente de Biblos 40 barcos cargados de cedros. Guerreó en Nubia, en Libia y contra los beduinos del Sinaí (relieve esculpido del Uadi Maghara), obteniendo en todas sus campañas gran número de prisioneros y abundante botín. La administración contó con un excelente plantel de funcionarios, sobresaliendo entre ellos su Visir y nieto Hemiunu, y algunos de sus nomarcas, caso de Metjen. A su muerte, Esnefru fue objeto de culto (decreto de Pepy I, de la VI dinastía) que se prolongó hasta muy entrado el Imperio medio. Su fama quedó reflejada en la literatura egipcia: aparece en la Profecía de Neferti y en el Papiro Westcar (cuento de "El pendiente de la remera"). A Esnefru le sucedió su hijo Khufu (Khéops, según Heródoto), tenido de su hermanastra, la reina Heteferes I.
F.L.P