Errázuriz Valdivieso, Crescente (1839-1931).
Religioso chileno, nacido en Santiago el 28 de noviembre de 1839 y muerto en la misma ciudad el 5 de junio de 1931.
Tercer hijo del tercer matrimonio de Francisco Javier Errázuriz Aldunate, cursó sus primeros estudios en la escuela que en Santiago dirigía Fernández Díaz, de donde pasó a Fagalde y Guillón; de allí ingresó en el seminario. Cantó misa el 8 de diciembre de 1863 en el monasterio del Carmen. Recién ordenado sacerdote entró a colaborar en la Revista Católica de la cual llegó a ser director.
En 1869 asistió como secretario de su tío, el arzobispo Valdivieso, al primer Concilio Vaticano, en el que se proclamaron los dogmas de la Inmaculada Concepción de María y el de la infalibilidad del Papa.
En 1872 ingresó en la Facultad de Teología de la Universidad de Chile, de la que posteriormente fue catedrático durante once años. Dos años más tarde fue nombrado director del diario El estandarte católico desde donde emprendió una campaña en contra de la política laicizante del Gobierno de su hermano Errázuriz Zañartu. En 1873 ingresó en la Real Academia Española y fue uno de los fundadores de la Academia Chilena. En 1878 falleció su tío y se decidió a abandonar la dirección del Estandarte católico para retirarse a la vida privada en Santiago. Durante seis años se dedicó a escribir y publicó: Seis años de historia de Chile (1881-1882), Novena de preparación para el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo y Compendio de Derecho Canónico. En 1884 abandonó su retiro para ingresar en el claustro de la Recoleta Dominica. El 8 de febrero de ese mismo año tomó los votos monacales.
Durante los veinticuatro años que permaneció en el convento escribió: Vida oculta de Jesucristo en Dios, Mes de María del Rosario (1885), Manual del religioso dominicano (1887), Novena al Señor de la Buena Esperanza (1893), Mes de noviembre dedicado a las Almas del Purgatorio y Mes de San José, ambos en 1899.
En 1906 sufrió una peligrosa enfermedad que le dejó imposibilitado para caminar y con una salud muy precaria. Debido a la misma tuvo que abandonar el convento en 1909 y regresó a su casa de Vera Cruz. Allí prosiguió su obra literaria publicando textos sobre la historia de Chile.
El 30 de diciembre de 1918 fue preconizado quinto arzobispo de Santiago. Durante más de doce años gobernó la archidiócesis con mano firme y criterio amplio. Durante la presidencia de Alessandri logró la separación pacífica y consensual de la Iglesia y el Estado, tal como había quedado estipulado en la Constitución de 1925.
El 5 de junio de 1931 falleció mientras ocupaba aún el cargo de arzobispo.
