Duse, Eleanore (1858-1924).
Actriz italiana, considerada una de las más destacadas de su tiempo, nacida el 3 de octubre de 1858, en Vigevano, y muerta en Pittsburg, Pennsylvania (Estados Unidos de América) en 1924. Muchos críticos contemporáneos la consideraban incluso superior a la actriz francesa Sarah Bernhardt. Su fama se debía a su destreza al comunicar emociones intensas, a su sentido del realismo impregnado de matices poéticos, y a su capacidad para representar el sufrimiento humano.
Actriz desde los cuatro años en la compañía itinerante de sus padres, obtuvo su primer éxito en 1873 en el papel de Julieta de la obra de Shakespeare, Romeo y Julieta, pero el reconocimiento público le llegó en Nápoles en 1878 con la obra Les Fourchambault (La casa de Fourchambault, 1878), del autor francés Emile Augier. En 1879, el famoso actor italiano Cesare Rossi la escogió como primera dama de su compañía, e interpretó Thérèse Raquin (1879), de Zola. A partir de aquí sólo hizo papeles protagonistas, y su trabajo en esta compañía le dio reputación internacional. Con la compañía de Rossi y, después de 1886, sin ella, hizo giras por Europa, Egipto y los Estados Unidos; actuó por primera vez en Nueva York en 1893, en el Fifth Avenue Theatre, con La dama de las camelias, del francés Alexandre Dumas hijo. En 1886 fundó su propia compañía y mantuvo un amor secreto con el poeta Arrigo Boito, que tradujo para ella Antonio y Cleopatra (1888). De 1878 a 1897 los papeles más importantes de Duse fueron los de Margarita Gautier en La dama de las camelias; Magda en Die Heimat, del dramaturgo alemán Hermann Sudermann; Santuzza, un papel, que creó ella misma, en Cavalleria rusticana (1880), del escritor italiano Giovanni Verga; Nora en Casa de muñecas (1890), Ellida en La dama del mar (1888), y Hedda en Hedda Gabler, estas últimas del dramaturgo noruego Henrik Ibsen, de quien también interpretó Rosmersholm, dirigida por Edward Gordon Craig, que le había sido recomendado por Isadora Duncan. Desde 1890 trabajó más en el extranjero que en Italia. En 1897 tuvo la primera invitación para acudir a París. En 1897 inició una estrecha relación con el poeta y dramaturgo italiano Gabriele D'Annunzio. A partir de entonces se dedicó a interpretar dramas del autor, particularmente La Gioconda (1898) y Francesca de Rímini (1902), hasta 1904, en que la actriz volvió a su antiguo repertorio hasta su retiro en 1909 a causa de su mala salud. En 1916 interpretó su única película, Cendre. Problemas financieros le obligaron a volver al escenario en 1921, y durante tres años, a pesar de su precaria salud, hizo giras por Inglaterra y Estados Unidos. En esta época interpretó papeles de mujer mayor: Hélène Halving en Les Revenants, de Ibsen, entre otras. Sus contemporáneos vieron en ella no sólo el modelo de la nueva actriz, sino también de la mujer moderna. No podía distinguirse si su sufrimiento era un artificio o la pura realidad, debido a la dolorosa vida espiritual que tuvo, y a sus desengaños amorosos.
Bibliografía
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