Durruti Domínguez, Buenaventura (1896-1936).
Líder anarquista español. Obrero mecánico natural de León, alcanzó notable popularidad tanto en España como fuera de ella. Participó muy activamente en la huelga general de 1917, por lo que se vio obligado a refugiarse en Francia. Poco tiempo después es detenido, juzgado por un tribunal militar y condenado a prisión de donde consigue evadirse. Se instala en Barcelona y allí constituye un grupo de acción ácrata vinculado a la FAI denominado "Los Solidarios", del que formaron parte, entre otros, Juan García Oliver, Francisco Ascaso y Ricardo Sanz. Su objetivo era la lucha callejera contra las bandas armadas que actuaban por cuenta de los empresarios catalanes. El citado grupo preparó un atentando frustrado contra Alfonso XIII en París; intervino en un atraco contra la sucursal del Banco de España en Gijón, en el que fue detenido Francisco Ascaso, liberado pocos días después por Durruti y sus colaboradores; y participó en el asesinato del cardenal Juan Soldevilla Romero, arzobispo de Zaragoza, consiguiendo Durruti huir de España después de realizar el asesinato. Se establece en Argentina donde funda un sindicato anarquista; más tarde marcha a México, Cuba, Uruguay, Chile, Perú, etc, donde participa en las luchas revolucionarias de cada uno de estos países y en los que es buscado por la policía.
Al advenimiento de la Segunda República regresa a España e interviene en la sublevación anarquista del Alto Llobregat, acto por el que es desterrado a Bata (Guinea), y en la revolución de octubre de 1934. En febrero de 1936 consigue evadirse de la prisión de El Puerto de Santa María (Cádiz) en la que se hallaba recluido. El 18 de julio de 1936 se encuentra en Barcelona donde destacó como uno de los principales líderes anarquistas que tomaron parte en la sofocación del alzamiento militar. Junto con sus correligionarios se presentó ante Lluis Companys, presidente de la Generalitat de Cataluña, para pedir la presencia de los anarquista en el Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña, del que formó parte en representación de la CNT.
Días después del estallido de la Guerra Civil española se pone al mando de una columna compuesta por 2.500 anarquistas con la que se dirigió desde Barcelona a Zaragoza, ciudad que no llegó a conquistar, si bien, sí implantó un comunismo libertario en la zona aragonesa ocupada por sus hombres.En noviembre de 1936 acude a la defensa de Madrid al mando de una columna de 2.000 confederados encargada de la defensa de un sector de la Ciudad Universitaria cercano al hospital Clínico, el cual terminó cayendo en manos de los nacionales. El 19 de noviembre cae mortalmente herido en circunstancias poco claras y muere al día siguiente. Su cadáver es trasladado a Barcelona donde fue enterrado. El sepelio, presidido por Lluis Companys, Juan García Oliver, ministro de Justicia, y el cónsul de la URSS en Barcelona, se convirtió en una multitudinaria manifestación de duelo.
