A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PolíticaLiteraturaHistoriaBiografía

Durón, Rómulo Ernesto (1865-1942).

Poeta, ensayista, traductor, historiador, político y jurista hondureño, nacido en Comayagüela (en el actual municipio del Distrito Central) en 1865 y fallecido en Tegucigalpa en 1942. Polígrafo infatigable, dejó un interesante legado poético inscrito en la corriente del Romanticismo tardío, y una valiosa producción historiográfica que sentó las bases de la historia hondureña contemporánea. Fue, además, un destacado protagonista de la actualidad política de su nación, y un activo y fecundo promotor cultural.

Nacido en el seno de una familia acomodada e influyente, recibió una esmerada formación que le permitió alcanzar, ya en su juventud, el título de Licenciado en Leyes, con el que habría de emprender una brillante trayectoria profesional en la Judicatura y la Administración pública de Honduras. Fue, en efecto, juez de primera instancia en los albores de su carrera judicial, para pasar enseguida a ocupar el relevante cargo de Magistrado de la Corte de Apelaciones. Luego fue nombrado Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, y de ahí pasó al sector de la Educación Pública, primero como decano de la Facultad de Derecho de Universidad Nacional de Honduras (en la que impartió clases como catedrático), luego como Rector de dicha institución de enseñanza superior (cargo que desempeñó en dos períodos distintos: 1909-1911 y 1911-1915) y, finalmente, como Ministro de Instrucción Pública.

Rómulo E. Durón -que, entretanto, había alcanzado también el título de doctor en Leyes, y representado a sus paisanos en la Asamblea Nacional, tras ser elegido diputado- culminó su fructífera carrera política al asumir otra cartera ministerial, la de Relaciones Exteriores, que le convirtió en una de las figuras históricas más poderosas de su tiempo en el ámbito centroamericano. Entre sus intervenciones más relevantes al frente de dicho cargo cabe consignar la redacción de la carta que hizo llegar al Embajador de los Estados Unidos en Honduras, manifestando su enérgica protesta contra la ocupación de Tegucigalpa llevada a cabo por las tropas de la infantería de marina norteamericana en 1924. Se le recuerda, en el ámbito político, por su sincero compromiso con el ideario del liberalismo, que le llevó a erigirse en uno de los fundadores del Partido Liberal de Honduras (PLH).

Al margen de esta tenaz y abnegada entrega a la política y la administración judicial, Rómulo E. Durón desplegó a lo largo de toda su vida una intensa actividad intelectual, ora en su faceta de escritor, ora como investigador, ensayista y animador cultural. Su firma estuvo presente en las páginas de los principales diarios y revistas hondureños de su tiempo, algunos de los cuales fue fundado por él mismo -como el semanario El Trabajo, lanzado por Durón en Santa Rosa de Copán-. Dirigió la Revista de la Universidad, el periódico de contenidos políticos Paz y Unión, y la publicación cultural La Revista.

En su condición de animoso promotor cultural, el humanista de Comayagüela impulsó -junto a otros artistas e intelectuales de su tiempo- la creación del Teatro Cervantes (más tarde denominado Teatro Nacional Manuel Bonilla), del que llegó a ser vicepresidente, coincidiendo con el período en que estuvo al frente de su Secretaria el gran poeta y novelista Froylán Turcios, amigo y compañero de avatares literarios de Durón. Miembro, además, de la Academia Hondureña de la Lengua, fue el primer erudito de su tierra que se preocupó por recopilar, en una valiosa antología de prosa y verso publicada bajo el título de Honduras Literaria (Tegucigalpa, 1899), los textos más selectos producidos hasta entonces por escritores hondureños. Autor, además, de otras muestras antológicas y libros de divulgación sobre la Literatura, la Historia y otros muchos aspectos de la realidad cultural de su nación, recopiló los poemas que habrían de dar fama universal al poeta y religioso tegucigalpeño José Trinidad Reyes, y los dio a la imprenta bajo el título de Pastorelas del presbítero José Trinidad Reyes (Tegucigalpa, 1905). Y por si todo esto fuera poco, en su condición de polígrafo variado y multidisciplinar cultivó también la traducción, con la particularidad de convertirse en el primer hondureño que traducía al castellano una pieza teatral extranjera. Se trata del drama romántico Manfredo, obra de Lord Byron, del que Rómulo E. Durón ofreció una versión en español en 1893.

Como poeta, dejó una obra que participa plenamente del gusto romántico, inflamada de ese ardor patriótico que arrebató a tantos autores hispanoamericanos de su tiempo, dato que resulta bien fácil de ilustrar con tan sólo copiar su popularísima composición "La Granadera": "Ya se ve, Patria mía en tu Oriente / nuevo sol esparcir claridad, / ya podemos con voz reverente / pronunciar: Dios, Unión, Libertad. // Cambiarán ya tu vida y tu suerte, / un solo hombre tus hijos serán / ya entre ellos no habrá guerra a muerte; / y ¡dichosos, tu bien labrarán! // Ya podrás alcanzar pura gloria, / de tus próceres sueño tenaz / y el laurel en tu espléndida historia / será signo de triunfo y de paz. // ¡Salve, Patria! Tu hermosa bandera / luce al viento, del cielo el color. / A su sombra juramos doquiera / ¡a vencer o morir por tu honor!". El pueblo hondureño se identificó tanto con el sentimiento patriótico reflejado por estos versos del doctor Rómulo E. Durón que, hasta 1915 -fecha en la que se aprobó un texto de Augusto C. Coello, con música de Carlos Hartling, como himno oficial de la República de Honduras-, lo adoptó como himno popular y lo entonó como tal, espontáneamente, en las ocasiones más solemnes.

Como historiador, el doctor Durón está unánimemente reconocido como uno de los padres fundadores de la moderna historiografía hondureña. Amén de aportar a la cultural nacional algunas espléndidas biografías sobre las figuras más relevantes del pasado, intentó ofrecer, con la suma de toda su obra, una exhaustiva reconstrucción del azaroso devenir de su patria, desde los tiempos de la conquista y la colonización hasta el período de las guerras federales, pasando por la fase de emancipación.

Cabe, en fin, enumerar siquiera algunos de los títulos más destacados de este insigne polígrafo, autor de poemas, epístolas, artículos, ensayos, biografías, tratados, antologías, discursos, recopilaciones de efemérides y anécdotas, etc. Al margen de los mencionados en parágrafos anteriores, deben tenerse en cuenta sus obras Ensayos poéticos (Tegucigalpa, 1887), Crepusculares (Tegucigalpa, 1893), Gobernantes de Honduras (Tegucigalpa,1902), La provincia de Tegucigalpa bajo el gobierno de Mallol (Tegucigalpa, 1904), Hojas literarias (Tegucigalpa, 1906), La campana del reloj (San José de Costa Rica, 1908) -obra poética con la que Rómulo Ernesto Durón ganó los Juegos Florales de Tegucigalpa en su convocatoria de 1906-, Biografía del presbítero don Francisco Antonio Márquez (Tegucigalpa, 1915), Traducciones de Byron, de Moore y de Poe (Tegucigalpa, 1917), Floriana (Tegucigalpa, 1917), Bosquejo histórico de Honduras (San Pedro de Sula: Sociedad de Geografía e Historia de Honduras, 1927), Biografía de don Juan Nepomuceno Fernández Lindo y Zelaya (Tegucigalpa, 1932), Límites de Nicaragua (Tegucigalpa, 1938), Nicaragua ante el Laudo del Rey de España (Tegucigalpa, 1938), José Juan Milla: estudio biográfico (Tegucigalpa, 1940) y Biografía del doctor Marco Aurelio Soto (Tegucigalpa, 1944).

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.