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PolíticaHistoriaDerechoBiografía

Dracón o Draco (s. VII).

Arconte y legislador de Atenas del siglo VII a.C. Autor de un duro código penal en el que se castigaba con la muerte tanto los delitos más importantes como los menos trascendentes; por este motivo la palabra 'draconiano' se ha empleado a lo largo de la historia como sinónimo de medidas legales excesivamente represivas. Se ignoran las fechas de nacimiento y muerte de Dracón, aunque se supone que falleció en Égina, exiliado. Su reforma estuvo en vigor hasta el siglo VI a.C., cuando fue sustituida por el código de Solón.

Según Aristóteles, en el año 683 se instituyó en Atenas el cargo de arconte (thesmotetai), que ocupaban seis magistrados encargados de codificar las leyes. Si la fecha que nos proporciona Aristóteles es correcta, el código de Dracón no sería el primero de los realizados en Atenas, ya que la fecha comúnmente aceptada para dicho código es el año 621. no obstante, se considera a Dracón como el primer legislador que codificó las tradiciones atenienses dándolas carácter de ley. El código de Dracón es posible que respondiese a una solución de emergencia ante una crisis concreta de la ciudad de Atenas, lo que explicaría el motivo de su dureza.

A finales del siglo VII a.C. la situación en Atenas era bastante conflictiva. El abuso por parte de los eupátridas al acaparar los poderes del Estado trajo como consecuencia una verdadera lucha social. Las disputas entre la clase aristócrata dirigente y el demos, encabezado por la nueva clase de ricos comerciantes, en continua disputa por el poder de la polis y por los derechos políticos, se generalizó dando lugar, como en el resto de Grecia, a la aparición de las tiranías. En este contexto apareció Cilón, un aristócrata que dio un golpe de Estado e intentó convertirse en tirano, pero Atenas no estaba preparada para la tiranía y la intentona fracasó. Otro intento de poner freno a los abusos de los eupátridas pudo estar encabezado por una facción de la propia aristocracia que, encabezada por Dracón trató de establecer un sistema de leyes codificadas que regularan la convivencia. Es posible que ante la amenaza de una revuelta social, los eupátridas aceptaran que los arcontes, en este caso Dracón, codificaran las leyes como exigía el demos.

Fuera como fuese, lo cierto es que Dracón redactó un estricto código legal basado en las normas tradicionales de carácter patriarcal, arbitradas por jueces, que tenía por objeto eliminar de raíz cualquier tipo de delito y acabar con la inestabilidad pública.

El código de Dracón

La reforma de Dracón es en sí misma un hecho oscuro para los historiadores que, ni siquiera, han podido datarla con exactitud. La fecha más aceptada la sitúa en torno al 621 o 620 a.C. De igual modo, existen grandes dudas sobre cuál era su contenido real y cuál fue su alcance. El motivo de esta falta de conocimiento se debe a la escasez de las fuentes históricas. La Política de Aristóteles es casi la única fuente que existe sobre este asunto, del texto original no se conserva nada y sólo ha llegado hasta nuestros días una copia tardía que pudo haber sufrido diversas modificaciones.

Según las fuentes, la reforma draconiana estableció duros castigos para todas las clases de delitos, castigos que frecuentemente contemplaban la pena de muerte incluso para faltas leves. Dracón justificaba la severidad de sus leyes afirmando que los pequeños delitos merecían la muerte y que no encontraba pena mayor para los grandes. Así, por ejemplo, cualquier tipo de robo era castigado con la pena de muerte, mientras que el impago de deudas estaba penado con la esclavitud.

Los delitos de sangre eran juzgados por los philobasileis, los jefes de las distintas tribus en las que se dividía la población ateniense y que tenían un marcado carácter militar, de hecho, los philobasileis están considerados como los antecesores de los estrategos. Un dato importante, es la importancia que la reforma draconiana estableció entre la situación legal de los ciudadanos y los extranjeros.

La reforma de Dracón dividió a los atenienses en cuatro clases censitarias. Las magistraturas inferiores fueron reservadas para los hoplitas, los ciudadanos lo suficientemente ricos como para pagarse sus pertrechos militares pero que no llegaban a pertenecer a la aristocracia, la cual configuraba la caballería y copaba las magistraturas superiores. Además, el código draconiano regulaba las competencias de los tribunales y apoyó diversas reformas sociales tendentes a limitar el poder de la aristocracia y beneficiar a las clases menos favorecidas. Pese a ello, la aristocracia continuó acaparando los órganos de dirección de la polis y la situación de la ciudadanía continuó degradándose, por lo que los enfrentamientos sociales se perpetuaron. La reforma de Dracón pudo suponer un primer punto de la escalada social de la oligarquía hoplita y el inicio de la emancipación de los campesinos libres de las clientelas aristocráticas. Pero la escasez de las fuentes históricas impiden conocer el alcance de la reforma y hasta qué punto afectó a la sociedad ateniense.

Pese a la crueldad de los castigos draconianos, a los que hay que situar en su contexto histórico, el código de Dracón suponía el fin de la arbitrariedad legal, ya que las penas eran independientes de la posición social de los infractores. De este modo, el poder judicial de la nobleza quedaba firmemente limitado y, sobre todo, desaparecía su impunidad.

Las leyes de Dracón se grabaron el tablas de piedra que estaban expuestas en el ágora para que todo el demos pudiera verlas y conocerlas. Así, los ciudadanos, conocedores de sus derechos y deberes, ejercían un control efectivo sobre el cumplimiento de la legislación.

El código de Dracón fue posteriormente desechado y calificado de intolerable debido a su dureza y a su fracaso para acabar con los problemas social. Probablemente, incluso para sus contemporáneos el código era excesivamente duro, ya que en vida de Dracón, arconte aún en el año 594, fue abolido y sustituido por una nueva legislación, el código de Solón, que sólo mantenía la pena de muerte para los asesinos. Por un decreto del año 409 a.C. se sabe que en esta fecha aún permanecían vigentes parte de las leyes de Dracón con respecto al asesinato. No se sabe con seguridad si Dracón fue autor del capítulo cuarto de la Constitución de Atenas; dato que es desmentido por Aristóteles, quien afirmó que la redacción de ésta fue muy posterior.

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JACJ

Autor

  • Juan Antonio Castro Jiménez