Didio Juliano, Marco Severo. Emperador de Roma (135-193).
Emperador romano (193 d.C.) nacido el 28 de marzo del 135 d.C. en Milán y muerto el 1 de junio del 193 d.C. en Roma. Su nombre completo era el de Marco Didio Juliano. Miembro de una de las más ricas e influyentes familias de Mediolanum (Milán), pronto destacó en el cursus honorum con numerosos cargos públicos. En el 175 d.C. fue nombrado cónsul y comandante de la legión de Mongontiacum. Poco después se le designó para gobernar la región del bajo Rin, Dalmacia y el nordeste de Galia, donde venció a la tribu de los catos. Durante el gobierno del emperador Cómodo sufrió durante dos años el destierro en Mediolanum acusado de haber conspirado contra él junto a Tarrutenio Paterno. Poco después fue perdonado y nombrado gobernador de Bitinia y África, así como procónsul en Asia. Tras la muerte de Cómodo en el año 193 d.C. ejerció como colega del nuevo emperador Pertinax. A pesar de ello, nunca gozó de popularidad entre los senadores, quienes le acusaban de derrochador, vividor, oportunista y falto de dotes de mando. Cuando Pertinax pereció asesinado en el 193 d.C. a manos de sus propios pretorianos, no hubo ningún candidato idóneo para sucederle. Flavio Sulpiciano, prefecto de la ciudad de Roma, así como mentor del anterior emperador, y Didio Juliano rivalizaron entonces con el fin de conseguir que las tropas les proclamasen emperador respectivamente. El método empleado fue el ofrecer enormes cantidades de dinero a los soldados; Didio Juliano ofreció 20.000 sestercios frente a los 5.000 de Sulpiciano, motivo por el que recibió la púrpura. La misma guardia pretoriana escoltó a Didio Juliano al Senado, donde debía ser ratificada la elección.
El recibimiento que ofrecieron los senadores al nuevo emperador fue muy acalorado, ya que rechazaban la anterior subasta del título imperial y clamaban por una intervención militar del ejército. La situación del resto del Imperio no dejaba de ser menos inquietante. El gobernador de Siria, Pescenio Niger, había sido nombrado emperador por sus tropas y se dirigía a Roma con ellas. Del mismo modo habían procedido las tropas de Britania con su gobernador Clodio Albino. Pero el rival más poderoso de Didio Juliano procedía de la Germania superior, donde las legiones habían investido a su comandante, Septimio Severo, en el año 193 d.C. Juliano, con el fin de evitar una guerra civil, no tardó en ofrecer la mitad del Imperio a Septimio Severo, quien se encaminaba hacia la Urbe donde pensaba ratificar su nombramiento. Severo entró en Italia y casi sin oposición tomó la ciudad de Rávena, donde se apoderó de su flota y derrotó al prefecto del pretorio Crispino, quien tenía la misión de frenar su avance. Didio Juliano intentó reforzar las defensas de Roma, pero su autoridad sobre las tropas había llegado a ser mínima. La guardia pretoriana abandonó a Juliano para adherirse al usurpador. Fue entonces cuando el Senado proclamó emperador a Septimio Severo y dictó la sentencia de muerte para Didio Juliano, que fue asesinado en su propio palacio el 2 de junio del 193 d.C. Había reinado sesenta y seis días.
Bibliografía
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ESPINOSA RUIZ, V. Los Severos. (Madrid: Akal, 1991).
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PFLAUM, H. (et alii) Roma. El mundo romano. Vol. 2. (Madrid: Espasa-Calpe, 1985).
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