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BiografíaPolítica

Dídimo (ss. IV-V).

Noble hispanorromano que asumió la defensa de la frontera pirenaica frente a las tropas invasoras entre los años 407-410 d.C. En el año 409 a.C., suevos, vándalos y alanos, tras haber atravesado el Rin, se dedicaron a devastar a su paso amplias regiones de Aquitania, Novempopulonia y Narbonense. Además de la debilidad producida a raíz de la invasión bárbara, el poder del emperador Honorio se vio seriamente comprometido ante el levantamiento de Constantino y su hijo Constante en el territorio galo. Constante, cuyas tropas se vieron incapaces de frenar a los bárbaros, firmó un foedus con aquellos mediante el que conseguía la paz suficiente para proclamarse emperador en 407 d.C.

Tras aquel intento de usurpación mandó a las provincias hispanas a diversos jueces para que recogieran apoyos. Dídimo, al igual que su hermano Veriniano, se negó a admitirlos. El historiador Orosio es la principal fuente de información sobre aquellos acontecimientos. En su Crónica describe como ambos jóvenes, que eran parientes del emperador Honorio, se habían negado a usurpar el poder y como iniciaron la defensa, no sólo de sus personas, sino también del territorio. (VII, 40, 5). Dídimo se consideraba representante del poder imperial ya que estaba ligado a Honorio, además de por lazos familiares, por los de clientela. Las tropas imperiales destacadas en Hispania resultaron ser del todo inoperantes para asumir la defensa del territorio. Según los datos proporcionados por la Notitia Dignatarum, sólo se mantenían unos pocos y mal organizados restos del ejército imperial de limitanei.

Las fuentes (Orosio, Zósimo, Sozomeno) coinciden en señalar el carácter privado de las tropas dirigidas por Dídimo para la defensa frente a las tropas del usurpador. No eran cuerpos sostenidos por el Estado, sino por su patrono, es decir Dídimo, que se encargaba de mantenerlas y armarlas. Fueron auténticos ejércitos en tanto en cuanto actuaron como complemento de la estructura militar de Roma y protagonizaron empresas de importancia que llevaron a convertir a Dídimo en un intermediario entre el poder imperial y su propia comunidad. Dídimo pertenecía al grupo aristocrático de su comunidad, entre la q gozaba de un gran prestigio, en cual se fundamentaba en la posesión de numerosas tierras, muchas de ellas concedidas por el fisco y por lo tanto, exentas.

El grueso de sus tropas estaba compuesto por esclavos y colonos de aquellos predios. Fueron los ejércitos privados, y no las tropas imperiales, los encargados de impedir la entrada a las tropas de Constantino. Este había enviado a su hijo Constante para que dirigiese a los efectivos, a los que llamaban Honoriacos, ante el temor de que Honorio mandase a Hispania nuevos refuerzos. Según Orosio, la defensa de los pyrenaei clausa se alargó durante tres años, hasta que finalizó con la captura del propio Dídimo y su hermano Veriniano. Los grupos de Honoriaci consiguieron acabar con la mayor parte de los focos de resistencia. Poco después, a finales del verano del 407, los partidarios de Constante se lanzaron a una serie de enfrentamientos internos en busca del poder. El país quedó debilitado y sin defensas con lo que fue presa fácil para los suevos, vándalos y alanos, los cuales, provenientes de Galia, devastaron durante dos años el territorio Peninsular.

Bibliografía.

  • BLÁZQUEZ, J.M. (et al.) Prehistoria y Edad Antigua. (Madrid. Espasa-Calpe: 1991).

  • SANZ, R. “Aproximación al estudio de los ejércitos privados en Hispania durante la antigüedad tardía”. Gerion, 4: 1986, p.p. 225-264.

  • SANZ, R. Las migraciones bárbaros y la creación de los primeros reinos de occidente. (Madrid. Editorial Síntesis: 1995).

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