Delluc, Louis (1890-1924).
Dramaturgo, periodista, crítico literario y director cinematográfico francés, nacido en Cadouin en 1890 y fallecido en París en 1924. A pesar de que su temprana muerte (acaecida cuando sólo contaba treinta y tres años de edad) truncó una de las carreras más brillantes y prometedoras del panorama intelectual contemporáneo, las obras que dejó en las diferentes disciplinas que le ocuparon convierten a Louis Delluc en uno de los grandes artistas franceses del siglo XX.
Inclinado desde muy temprana edad al estudio y la práctica de diferentes disciplinas humanísticas, se dio a conocer por una serie de trabajos periodísticos juveniles que, por su relación con el mundo de la cultura, le condujeron de inmediato hacia esa nueva manifestación artística que por aquellos años se abría paso con una pujanza arrolladora: el cine. Así, a partir de 1917 se convirtió en uno de los principales analistas teóricos de las primeras películas francesas, y quedó encuadrado en el grupo generacional de jóvenes cineastas formado por algunos nombres tan relevantes como Abel Gance, Marcel L'Herbier, Jean Epstein y Germain Dulac (algunos de los cuales, como el propio Delluc, procedían del ámbito literario). Entre todos ellos, el escritor y periodista de Cadouin se convirtió en la cabeza teórica del grupo.
Autor de varias obras y libretos teatrales de desigual interés, Louis Delluc transformó algunas de estas obras en material cinematográfico; pero, por encima de todo, es recordado por algunos ejercicios de estilo tan interesantes como los filmes titulados Le silence (El silencio, 1920) y La femme de Nulle Part (La mujer de Ninguna Parte, 1922), así como por el drama psicológico Fièvre (Fiebre, 1921), que desde su estreno fue considerado como una de las obras más representativas del naturalismo en el cine francés. Además, en 1924 estrenó otra interesante película titulada L'inondation (La inundación, 1924).
Aunque el formalismo postulado en la teoría y practicado en sus realizaciones por Delluc y L'Herbier se alejaba de las propuestas más vanguardistas de Gance y Epstein, lo cierto es que el teórico del grupo supo aunar a todos estos cineastas franceses (y a algunos otros foráneos, como el español Luis Buñuel) para que, siguiendo sus líneas de trabajo, aprovecharan los nuevos descubrimientos formales que lograban distanciar el cine del teatro hasta otorgar carta de naturaleza propia a la creación cinematográfica. Asimismo, el legado teórico de Louis Delluc influyó también decisivamente a la hora de inducir a todos sus compañeros de generación a buscar nuevas formas de expresión que dieran cabida al automatismo inconsciente propio de las corrientes vanguardistas que dominaban la poesía de la época. La importancia de toda su labor cinematográfica ha sido reconocida en Francia con la creación de un premio que lleva su nombre, destinado a los mejores directores del momento.
