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Daal, Luis Enrique Plácido (1919-VVVV).

Poeta, ensayista, filólogo, traductor y periodista curazoleño, nacido en Willemstad (Curaçao) en 1919. Humanista fecundo y polifacético, consagró buena parte de su vida a la difusión y la consolidación del papiamento, lengua criolla que, basada originalmente en el portugués, se habla en las denominadas "Islas ABC" (Aruba, Bonaire y Curaçao).

Hombre de vasta formación cultural y extraordinaria inteligencia, a los diecisiete años de edad empezó a darse a conocer como escritor y periodista, por medio de las colaboraciones que publicó en la prensa de su isla natal. Desde entonces y durante el resto de su vida, escribió principalmente en español y papiamento (sus dos lenguas vernáculas), aunque llegó a dominar a la perfección otros idiomas de amplia difusión internacional, como el inglés, el francés, el portugués y el holandés. Merced a estos conocimientos idiomáticos, fue capaz de verter al papiamento algunas de las grandes obras de la Literatura universal, amén de traducir también muchos artículos, estudios y tratados lingüísticos escritos en Europa y América sobre esta curiosa lengua vernácula.

En su brillante trayectoria periodística -iniciada, como ya se ha apuntado más arriba, en 1936-, pronto alcanzó un merecido reconocimiento local que le condujo hasta el rotativo La Prensa, el más difundido de Curaçao a mediados del siglo XX. En este diario, que a la sazón se publicaba íntegramente en español, Luis Henrique Plácido Daal ocupó el puesto de redactor jefe entre 1947 y 1950, período durante el cual sacó adelante su propuesta de introducir una página entera en papiamento. Su innovación resultó tan grata para los lectores curazoleños que, al cabo de medio siglo, dicho diario se publicaba ya íntegramente en esa lengua criolla a la que tantas horas de estudio y promoción había dedicado Daal.

Consciente de la necesidad de ampliar sus conocimientos lingüísticos y literarios para poder triunfar en su propósito de consolidar y difundir el papiamento, Daal viajó a Europa y, por espacio de casi dos décadas (1950-1968), residió en Madrid, donde realizó diferentes cursos de estudios superiores y postgrado en la Universidad Complutense. A partir de 1962, empezó a impartir clases en dicha institución, en calidad de lector especializado en lingüística neerlandesa e historia de Bélgica y los Países Bajos. Y, simultáneamente, compaginaba esta actividad docente con su dedicación al periodismo, actividad que, durante su prolongada estancia en Madrid, desempeñó como corresponsal de la United Press. Sus artículos y reportajes aparecieron en medios de comunicación de diferentes lugares del mundo (desde su isla natal al país europeo donde se había afincado, pasando por Holanda, Bélgica, Trinidad y la República Dominicana).

Al poco tiempo de haberse instalado en España, Luis Henrique Plácido Daal dio a la imprenta dos espléndidas obras literarias escritas en castellano. Se trata de Palabras íntimas (Madrid: Minerva, 1951) y Estampas españolas (Curaçao, 1951), cuyas páginas recogen algunos de los mejores textos de prosa poética escritos por un autor antillano a mediados del siglo XX. En ambos libros, el autor curazoleño convirtió en material literario las impresiones y reflexiones derivadas de su reciente viaje a la Península ibérica.

Al cabo de más de diez años, Daal publicó Kosecha di maloa (Cosecha de malojo [Willemstad, Curaçao: Boekhandel van Dorp, 1963]), un bellísimo poemario escrito en papiamento, donde la riqueza de imágenes metafóricas refuerza la íntima relación del autor curazoleño con la naturaleza y la espiritualidad de su tierra natal. Esta obra era fruto de un período vacacional que, a comienzos de los años sesenta, le había permitido regresar a Curaçao tras más de una década de ausencia. Permaneció allí menos de un año, tomando nota de todos las transformaciones que, durante el tiempo que llevaba en Europa, se habían producido en el paisaje natural y urbano de la isla, así como en la costumbres y la mentalidad de sus pobladores; y construyó sus poemas a partir de estas profundas observaciones.

A comienzos de los años setenta vio la luz otro excelente poemario de Daal, también escrito en papiamento. Se trata de Ku awa na wowow (Con lágrimas en los ojos [Willemstad, Curaçao: Editorjal Lusafè, 1971), obra en la que el poeta curazoleño recurre al tono elegíaco para reconstruir algunos de los episodios y recordar figuras y paisajes del pasado de su tierra. Dos años después, Daal incrementó su ya notable producción en papiamento con el poemario Sinfonia di speransa (Sinfonía de la esperanza [Willemstad, Curaçao: Editorjal Lusafè, 1971), obra que le consolidó definitivamente como uno de los principales poetas en su lengua vernácula.

En líneas generales -y en lo que atañe al contenido y la intención de sus poemarios-, Daal es un escritor profundamente motivado por la espiritualidad de sus compatriotas y, desde luego, por la intensidad de su propio sentimiento religioso. En sus versos, la apasionada contemplación de la Naturaleza remite necesariamente a la presencia de un Supremo Hacedor capaz de haber dotado de esa riqueza espiritual al paisaje y a las gentes que en él se asientan. En este aspecto, puede afirmarse que Daal es el poeta de mayor hondura espiritual entre todos los que han escrito en su humilde lengua criolla.

Respecto a los aspectos formales de su poesía, conviene insistir en la riqueza y variedad de sus imágenes metafóricas, y recordar su afán por recoger los giros arcaicos de mayor sabor y colorido local, con la clara intención de preservar la pureza ancestral del papiamento y exhibir su profundo conocimiento de esta lengua. Todo ello queda bien patente en Na ora orada/Te juister stonde (Rotterdam [Holanda]: Flamboyant/P, 1976), una interesantísima muestra antológica de los mejores poemas de Daal, seleccionados y traducidos al holandés por Fred de Haas.

Durante su larga permanencia en España, Daal no sólo se dedicó a ampliar sus estudios, escribir en los medios de comunicación y pergeñar sus primeros textos literarios. Obsesionado por la necesidad de concienciar a los naturales de Aruba, Bonaire y Curaçao de la riqueza de su lengua vernácula y, al mismo tiempo, del peligro de desaparición que la amenazaba, desplegó una intensa actividad lingüística que, entre otras ocupaciones, le condujo hasta la presidencia de la comisión ortográfica Fo'i hopi un so ("De entre muchas, una sola"), agrupación de eruditos que trabajaban en la fijación de una ortografía fonética/fonológica del papiamento. Dentro de esta comisión, Daal se especializó en la aprobación de los neologismo que, debido a los avances técnicos y la evolución de las costumbres, era preciso admitir en el papiamento.

La intensa y fructífera dedicación de Daal a la creación literaria, el periodismo, la traducción y los estudios lingüísticos le ha hecho merecedor de numerosos honores y reconocimientos en diferentes lugares del mundo. Amén de haber obtenido el Primer Premio del Certamen Literario del Centro Cultural Curaçao en su convocatoria de 1954 -que recayó en su colección de cuentos Cada vida es un mundo-, fue galardonado en 1984 con el Premio "Pierre Lauffer", destinado a reconocer el esfuerzo de las personas o instituciones que trabajan en pro de la conservación y difusión del papiamento. Además, en Venezuela se le concedió el Premio "Andrés Bello"; en España, la Orden de Isabel la Católica; en Bélgica, la Orden de la Corona; y en los Países Bajo se le nombró Caballero de la Orden de Oranje Nassau.

J. R. Fernández de Cano

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.