Cristian X. Rey de Dinamarca (1870-1947)
Rey de Dinamarca (1912-47) y de Islandia (1918-44), hijo y sucesor de Fernando VIII de Dinamarca. Nació en Copenhague, en el castillo de Charlothenland, el 26 de septiembre del año 1870, y murió en su residencia de Amalienborg, también de Copenhague, el 20 de abril del año 1947.
De joven, tras terminar sus estudios, ingresó en el ejército de su país, donde alcanzó el grado de mayor general de infantería, además de conseguir la condecoración del Toisón de Oro. El 26 de abril del año 1898 contrajo matrimonio con la duquesa de Mecklemburgo, Alejandra. El 14 de mayo de 1912 murió su padre, el rey Fernando VIII. Al día siguiente, Cristian fue proclamado rey de Dinamarca por la asamblea legislativa danesa (Rigsdag). Su prolongado reinado estuvo repleto de acontecimientos relevantes para su país. Durante la I Guerra Mundial, Cristian X fue un decidido partidario de la neutralidad de Dinamarca. En el año 1915 se promulgó una nueva Constitución, por la que se concedió el derecho al voto a la mujer. En el año 1917 aprobó la venta de las Indias Occidentales a los EE.UU, territorios alejados de la metrópoli y poco explotados por la Corona. En el año 1918, Islandia se independizó de Dinamarca, permaneciendo tan sólo unida a ésta en la persona del monarca, para, en el año 1944, independizarse totalmente mediante un plebiscito y constituirse en una república independiente. En el año 1920 Dinamarca ingresó en la recién constituida Sociedad de Naciones, circunstancia que aprovechó Cristian X para reclamar la celebración de un plebiscito que dirimiera la anexión de la parte septentrional del ducado de Schlewig a Dinamarca, perdido en el año 1864, durante el primer año del reinado de su abuelo Cristian IX. Celebrada la consulta, el resultado fue favorable para Cristian X, que anexionó dicho territorio a sus posesiones a finales del mismo año.
A excepción de una crisis política interna en el año 1920, Cristian X, profundamente respetuoso con los ideales democráticos, llevó a cabo una actitud conciliadora y dialogante con los diferentes gabinetes que asumieron el gobierno, tanto los socialdemócratas como los radicales agrarios. Durante su reinado fueron rescatadas y sembradas grandes extensiones de tierras baldías, se constituyó la prestigiosa marina mercante danesa y se impulsó la creación de empresas y filiales danesas en varias zonas del mundo, en los circuitos comerciales más potentes.
Su talante y creencia democrática fue demostrado una vez más durante el transcurso de la II Guerra Mundial, ya que se negó a colaborar con el III Reich de Hitler durante la ocupación del país por las tropas alemanas, y se declaró públicamente prisionero político del dictador germano. Debido a esa acción, Cristian X, aunque carente de poder efectivo, se convirtió en el símbolo nacional de los daneses contrarios a Hitler. Además, se reforzó sobremanera su figura política a nivel nacional e internacional, que pasó a simbolizar la decidida lucha por las libertades frente a las dictaduras totalitarias. Después de la capitulación de Alemania en abril del año 1945, el rey Cristian X abrió de nuevo el parlamento danés, en una celebración solemne, el 9 de mayo del año 1945, y restableció en su país el régimen democrático. Tras dos años de pacífico reinado, Cristian X murió. El trono danés pasó a su hijo primogénito, Federico IX.
Bibliografía
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