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LiteraturaPinturaBiografía

Couve, Adolfo (1940-1998).

Pintor y escritor chileno, nacido en Valparaíso el 28 de marzo de 1940 y fallecido en Cartagena el 11 de marzo de 1998, figura imprescindible en las artes de su país durante la segunda mitad del siglo XX, fue no obstante un artista de estilo muy particular, difícilmente clasificable en ninguna tendencia concreta.

Educado en el Colegio de San Ignacio de Santiago, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, en la que tuvo como maestro a Pablo Burchard, y completó su formación con sendos cursos en el extranjero: en la Escuela de Bellas Artes de París (1962) y en The Arts Student League en Nueva York. En 1964 fue nombrado profesor de pintura e historia del arte en la Facultad de Arte de la Universidad de Chile, centro en el que posteriormente impartió clases de estética, al mismo tiempo que comenzó a pintar y exhibir sus primeras obras. Paradójicamente, a principios de los años setenta relegó la pintura a un segundo plano para iniciar su faceta de escritor, que ocupó casi todo su tiempo durante la década de 1970 y gran parte de los ochenta; en 1965 ya había publicado Alamiro, su primer libro de cuentos. En cambio, continuó con su labor docente en la escuela de Bellas Artes, y además como profesor asistente de Augusto Eguiluz y profesor de la Escuela de Arte de la Universidad Católica de Chile. En 1983 se trasladó al balneario de Cartagena, donde vivió hasta su muerte, un lugar que le sirvió de inspiración para volver a retomar la pintura, sin abandonar por ello la literatura. Couve se suicidó pocas semanas antes de cumplir cincuenta y ocho años, víctima de una fuerte depresión, después de haber terminado su último libro Cuando pienso en mi falta de cabeza.

Artista complejo y rodeado de cierta polémica a raíz de su trágica muerte, la obra pictórica de Adolfo Couve se caracterizó por un estilo propio e intimista, al margen de tendencias. No obstante, de su maestro Pablo Burchard heredó un lenguaje cercano al postimpresionismo, en el que la pincelada, espontánea e intensa, intenta plasmar la realidad desde un punto de vista muy personal. En sus paisajes y naturalezas muertas, así como en las representaciones de figuras humanas, Couve captó un instante fugaz, un momento único que resalta la belleza infinita y el lirismo que encierra el objeto retratado; no se trata sólo de copiar la realidad, según él mismo afirmó, sino de traducirla desde una actitud mística, de pasarla a través del tamiz de su propia sensibilidad y emotividad. En último extremo, sus cuadros se convierten en un reflejo de su posición ante cuestiones trascendentes: el mundo, la vida, la muerte o el paso del tiempo.

Su lenguaje plástico se acercó al realismo del siglo XIX, razón por la que algunos autores le calificaron de artista regresivo, en cambio otros vieron en ello un síntoma de plena modernidad; en cualquier caso, él mismo se definió como pintor realista y manifestó su admiración por los grandes maestros del estilo como Edouard Manet, o incluso pintores del barroco como Rembrandt y Velázquez. Sus cuadros más emotivos son aquellos que pintó durante su estancia en Cartagena: Balneario, Marina, Palmeras de Cartagena o Playa. Entre los premios y galardones recibidos por Adolfo Couve se encuentran el Tercer Premio del Salón Oficial de Santiago (1963); el Segundo Premio del Salón Oficial de (1966); el Premio Mérito, Concurso CRAV, de Santiago (1967); y el Primer Premio, Concurso Acero del Pacífico CAP, en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago (1967).

Como escritor, Couve compartió algunos rasgos con la denominada Generación de los Novísimos, formada entre otros por Antonio Skármeta, Ariel Dorfman y Carlos Cerda, aunque su estilo estuvo más cerca del realismo naturalista francés del siglo XIX. Publicó once títulos, la mayoría narraciones de corta extensión: Alamiro (1965); En los desordenes de junio (1974); El Picadero (1974); Tren de cuerda (1976); La Lección de pintura (1979); El Pasaje (1989); La copia de yeso (1989), Premio de la Crítica de 1989; El cumpleaños del Señor Belande (1991); Balneario (1993); La comedia del arte (1995), quizá su mejor creación literaria, y Cuarteto de infancia (1997).

Autor

  • 0112 MAH