Cotarelo y Valledor, Armando (1880-1950).
Erudito, historiador y creador literario nacido en Vega de Ribadeo (hoy Vegadeo) el 28 de diciembre de 1879 en la casa del ilustre don Emilio Cotarelo, de quien era hijo. Aunque su tierra natal era asturiana desde el punto de vista administrativo, pertenecía lingüística y culturalmente a Galicia; por ese motivo, Cotarelo siempre se consideró gallego.
Estudió Filosofía y Letras en Madrid, donde se doctoró. En 1904 obtuvo por oposición la Cátedra de Lengua y Literatura Española en la Universidad de Santiago, en la que también fue Catedrático de Teoría de las Artes. La llegada de Cotarelo a las aulas compostelanas renovó a fondo la mortecina vida universitaria de Santiago y supuso una importante revitalización de los estudios galleguistas. En 1920 fue elegido miembro de la Real Academia Gallega y en 1923 fue nombrado primer presidente del Instituto de Estudios Gallegos; en 1929 fue elegido miembro numerario de la Real Academia Española en representación de las letras gallegas. En 1939 fue designado Catedrático de Filología Galaico-Portuguesa en la Universidad Central de Madrid. En 1942 ingresó en la Real Academia de la Historia. Al fundarse el Instituto de España, fue nominado su Secretario General Perpetuo. En 1949 fue Procurador en Cortes por representación académica. Este gran erudito falleció en Madrid el 8 de diciembre de 1950.
La enciclopédica cultura de Armando Cotarelo más parecía propia de un hombre del Renacimiento que de uno de su época. Se dedicó a las más diversas actividades, y en todas dejó la impronta de su genio. Fue poeta, comediógrafo y novelista en gallego y en castellano, filólogo, erudito, historiador, crítico de arte, arqueólogo, astrónomo, director de escena, recopilador de folklore, conferenciante de gran brillantez, profundo conocedor del latín, etc. Como poeta, no ha dejado ningún libro editado, aunque varias de sus comedias están escritas en verso y también se le debe un libreto de ópera. Recopiló el Cancioeiro da agulla, enxergado con doas do pobo.
Obra teatral
Quizás la actividad que más ha contribuido a perpetuar el nombre de Cotarelo en las letras gallegas haya sido el teatral. En efecto, Cotarelo fue un importante propulsor del teatro gallego en los años veinte de este siglo, especialmente en los ambientes universitarios: varias de sus obras fueron estrenadas por estudiantes de las aulas compostelanas; en ellas, el propio Cotarelo participó como director de escena y escenógrafo.
El teatro de Cotarelo continúa la senda realista de la escena de su época, pero con muchos toques de drama poético. Incluso, una obra inédita hasta 1992, “Erase una vez un rey…” (la única escrita enteramente en castellano) se inserta plenamente en el modernismo. En sus obras dramáticas se advierte una gran destreza técnica, quizás nacida de su dominio del teatro clásico español, indudablemente muy superior a la de sus contemporáneos de la escena gallega. También son muy destacados el cuidadoso retrato psicológico de los personajes y la enorme riqueza lingüística, tan grande que se ha llegado al extremo (cual nuevo Góngora) de ser “traducida” una de sus comedias al gallego actual, para que sea más fácilmente entendida.
Merece la pena traer el fino juicio de Filgueira Valverde (1984): “Este teatro fixo tanto polo dignidade e o uso en medios cultos da fala galega, que as mellores prédicas para a sua exaltación e defensa.” Sus comedias son: Trebón (1922), de ambiente labriego; Sinxebra (1923), en gallego y castellano, una comedia sentimental, cuya acción se desarrolla en un pazo; Lubicán (1924), en que se da cuenta de la persecución de la mujer de aldea por el hombre de ciudad; Hostia (1926), sobre el suplicio de Prisciliano; Beiramar (1931), drama de fuertes pasiones, de ambiente marinero; Mourenza (1931), de ambiente marinero; por fin, Ultreya, obra escrita en castellano y gallego, es un libreto de ópera, con música de Rodríguez Losada, estrenado en 1935, aunque todavía permanece inédito; del mismo modo, Erase una vez un rey… ha permanecido Inédita hasta 1992.
Novelas
Cotarelo escribió unas Memorias de un escolar de antaño que comprenden dos novelas, escritas ambas en castellano: Palladys Tyrones y La enseña radia. La acción tiene lugar en Galicia durante la Guerra de la Independencia contra las tropas napoleónicas. El Pazo (1923) es una obra bilingüe, castellana y gallega; Contos de Nadal, colleitos de pobo (1927) es una colección de relatos cortos escritos en gallego.
Obra erudita diversa
Cotarelo tuvo un gran afán por cultivar saberes muy alejados de los suyos, como la astronomía; en ese terreno, es autor, entre otros, de El Tratado de los cometas del Padre Casani (1703), El misterio de la estrella un español lo esclarece, La nebulosa de Andrómeda y el Rey Sabio. El Padre José de Zaragoza y la astronomía de su tiempo. Sobre Arqueología y Heráldica, escribió, entre otros muchos trabajos, los siguientes: Una conjetura acerca del tesoro de Castro Recouso. Blasón galaico. Sello inédito de Roy Pérez, ballestero de Alfonso XI. Como crítico de arte, se le deben: La Exposición Rosales, Catálogo de la Exposición de Arte gallego (1926); por fin, como gran historiador que fue, publicó las siguientes obras: en primer lugar, su fundamental Historia crítica y documentada de la vida y acciones de Alfonso III el Magno, último rey de Asturias, premiada por la Real Academia de la Historia en 1916, pero no publicada hasta 1933; otras obras historiográficas son Fray Diego de Deza, ensayo biográfico (1905), Matrimonios de Ramiro I de Asturias (1922), Semblanza de Marco Fabio Quintiliano (1942), Un académico modelo: Don Martín Fernández de Navarrete en la Real Academia Española (1945) y muchas cuya relación haría interminable esta breve reseña.
Obra filológica
Cotarelo se dedicó tanto a las letras gallegas como a las castellanas. De las primeras publicó el Cancionero de Payo Gómez Chariño, Una cantiga célebre del Rey Sabio, Payo Gómez Chariño, almirante y poeta, El Cardenal don Rodrigo de Castro y su fundación de Monforte de Lemos, y otras muchas, en que se mostró su erudición y amor a Galicia. Por otra parte, sus servicios a la literatura española fueron importantísimos, sobre todo los estudios cervantistas. El Teatro de Cervantes, publicado en 1915, premio Berwick y Alba de la Real Academia Española, es una magna obra de 770 páginas que aún hoy es de consulta imprescindible para quienes estudian el teatro del alcalaíno. También de gran mérito son Padrón literario de Miguel de Cervantes Saavedra (1948), Cervantes lector (interesante estudio sobre las lecturas cervantinas), La belleza femenina en las obras de Cervantes (1905), Obras perdidas de Cervantes que no se han perdido (1947). En su estudio El teatro de Quevedo (1945), Cotarelo contribuyó a desterrar varias falsas atribuciones de entremeses a don Francisco. Su tesis doctoral se dedicó a las letras gallegas: Una cantiga célebre del Rey Sabio. Fuentes y desarrollo de la leyenda de Sor Beatriz, principalmente en la literatura española.
Valentín Azcune
Bibliografía
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Ediciones modernas de las obras de Cotarelo:
COTARELO VALLEDOR, Armando. Teatro histórico e mariñeiro. Edición, introducción y notas de Araceli Herrero Figueroa (La Coruña; Ediciós do Castro, 1981).
COTARELO VALLEDOR, Armando. Trebón. Ediçom, estudo e verson ao galego actual de Ramón Raimunde ( AGAL, 1984).
COTARELO VALLEDOR, Armando. Alfonso III el Magno (Madrid; Istmo, 1991.
Estudios:
CARBALLO CALERO, Ricardo. Historia da literatura galega contemporánea, pág. 625- 627 (Vigo; Galaxia, 1975).
CASTRO ALCALDE, María Xosé. Armando Cotarelo e a cultura galega (La Coruña; Edicios do Castro, 1992).
FILGUEIRA VALVERDE, José. “Don Armando Cotarelo y los estudios gallegos.” En Cuadernos de estudios gallegos, VI (1951), p. 5-21.
FILGUEIRA VALVERDE, Xosé. “El centenario de Cotarelo Valledor.” El Ideal gallego” 6 de enero de 1980.
FILGUEIRA VALVERDE, Xosé. Armando Cotarelo Valledor (1879- 1950) (La Coruña; Real Academia Galega, 1984).
