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HistoriaPolíticaBiografía

Constanza, Emperatriz de Alemania y Reina de Sicilia (1154-1198).

Emperatriz del Sacro Imperio (1190-1198) y reina de Sicilia (1189-1198), nacida en Sicilia en 1154 y muerta en Alemania el 27 de noviembre de 1198. Fue esposa del emperador Enrique VI y madre del emperador Federico II.

Perteneciente a la dinastía de Hauteville, Constanza fue hija póstuma del rey Roger II de Sicilia y de Beatriz de Rethel, su tercera esposa. Su madre murió por complicaciones en el parto, con lo que Constanza quedó huérfana desde el momento de su nacimiento. A la muerte de Roger II el trono siciliano fue asumido por Guillermo II, sobrino de Constanza y ella vivió en la corte de Palermo hasta el momento de su matrimonio. Fue éste un matrimonio político acordado entre Guillermo II y el emperador Federico I Barbarroja: como Guillermo no tenía herederos el emperador esperaba que el reino Normando pasase a su hijo, siendo Constanza la legítima heredera. El compromiso entre Constanza de Hauteville y Enrique de Hohenstaufen, hijo del emperador y más tarde emperador con el nombre de Enrique VI, fue anunciado en Augsburgo el 29 de octubre de 1184. El 28 de agosto de 1185 Constanza fue entregada en Rieti a los enviados imperiales, que la condujeron a Milán. Allí se celebró el matrimonio el 27 de enero del año siguiente, con una gran afluencia de príncipes alemanes e italianos. La ceremonia, que marcó el triunfo de la diplomacia del emperador Barbarroja, concluyó con tres coronaciones: Constanza recibió la corona de Alemania; Enrique la de Italia; y Federico I la de los Burgundios.

Tres años después de su matrimonio (1189), la nueva princesa alemana se convirtió también en reina de Sicilia, cuando Guillermo II murió sin descendencia y la nombró a ella su heredera. Antes de morir, Guillermo II había hecho jurar a sus vasallos fidelidad a su tía, pero sus deseos no fueron cumplidos. Mientras un partido liderado por el arzobispo Walter de Palermo estaba ansioso por la ejecución del testamento real, dos partidos, que nada tenían en común excepto su odio a los alemanes, se opusieron a las últimas voluntades del rey: uno apoyaba la sucesión de Roger de Andria, y el otro la de Tancredo, conde de Lecce y nieto de Roger II. En estas circunstancias, Tancredo di Lecce, sobrino de Constanza, se proclamó soberano de Sicilia (enero de 1190), con la aprobación de los sicilianos y del papa, dando lugar a una guerra civil.

La muerte de Federico I (1190) y la nueva condición de Enrique y Constanza como emperador y emperatriz inclinaron la balanza de la guerra a su favor, debido a la nueva cantidad de recursos con los que desde ese momento pudieron contar. Sin embargo Tancredo permaneció atrincherado en Sicilia durante algunos años más, sobre todo porque las nuevas obligaciones de Enrique desviaron su atención de la isla. En mayo de 1191 Enrique VI condujo un ejército alemán hacia el sur de Italia para poner fin a la insurrección y cercó Nápoles, donde se habían concentrado gran parte de los revoltosos. Mientras tanto los habitantes de Salerno firmaron su sumisión al emperador y Constanza se desplazó a la ciudad y se estableció en el palacio de Terracina. Pero en el transcurso del verano una epidemia obligó a Enrique a levantar el sitio de Nápoles y a retirarse al norte. Los burgueses de Salerno, avergonzados de su deslealtad hacia Tancredo, le entregaron a Constanza, que fue trasladada a Palermo. Constanza fue liberada poco después a instancias del papa Celestino III que quiso utilizar la liberación de la emperatriz para tomar ventaja en las negociaciones con el emperador; sin embargo, en su regreso a Alemania, Constanza evitó encontrarse con el papa. A la muerte de Tancredo en 1194 Constanza fue capaz de reclamar el trono como propio. Aquel mismo año dio a luz a su único hijo, el que más tarde sería el emperador Federico II (26 de diciembre). En primavera de 1195 se reunió una gran dieta en Bari para establecer la administración del reino de Sicilia. Constanza recibió el gobierno, siendo considerada la persona idónea por su ascendencia normanda. Pero la suerte de la reina cambió tras la muerte de Enrique VI (1197), que había contado entre sus enemigos a varios reyes y al papa. Constanza pasó de una posición de poder a temer por su vida y por la de su hijo.

Los principales nobles alemanes se opusieron a la sucesión como emperador del hijo de Constanza, porque ello habría significado un largo periodo de regencia. Convinieron en entregar la corona imperial a Otón de Brunswick, que fue coronado como Otón IV en enero de 1198. Constanza y Federico huyeron de Alemania y regresaron a Sicilia. Federico fue coronado rey de Sicilia el 17 de mayo de 1198, después de que su madre hubiese reconocido la supremacía del Papado sobre el reino Normando de Sicilia. Constanza murió en noviembre de aquel año, no sin antes haber puesto a su hijo bajo la protección del poderoso Inocencio III. Aunque este papa en un principio se mostró favorable a Otón IV, en 1212 revisó el caso y coronó a Federico II como emperador del Sacro Imperio.

Bibliografía

  • DI-BLASI, G. E. Storia del regno di Sicilia. Catania, 1983.

  • DIEGO HERNANDO, M. El Imperio en la Europa medieval. Madrid, 1996.

  • HALLER, J. y DANNENBAUER, H. De los Carolingios a los Satufer. Época antigua de los Emperadores alemanes (900-1250). México D. F, 1974.

  • MACK SMITH, D. A history of Sicily. Nueva York, Dorset, 1988.

  • NATOLI, L. Storia di Sicilia. Palermo, 1982.

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero