Conde, Mario (1948-VVVV).
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- Mario Conde.
Banquero español, nacido en Tuy el 14 de septiembre de 1948.
A los nueve años se trasladó a Alicante, donde estudió el bachillerato en los Maristas y destacó como uno de los mejores alumnos del colegio. Estudió Derecho en la Universidad Jesuita de Deusto, en la que siguió los cursos sin ninguna dificultad, y llevó, al mismo tiempo, una activa vida social en Bilbao. Se licenció en 1971, con premio extraordinario. Aunque inicialmente quería seguir la carrera de diplomático, preparó oposiciones para abogado del Estado, y aprobó con el número uno en 1973. En este mismo año, se casó con Lourdes Arroyo, hija de un promotor inmobiliario, con la que tuvo dos hijos (Mario y Alejandra).
Entró en el mundo de los negocios de la mano de Juan Abelló, primero, con la venta de los propios laboratorios Abelló, y, posteriormente, con la compraventa especulativa de la empresa Antibióticos S.A. a la multinacional italiana Montedison S.A., por 58.000 millones de pesetas. Con los beneficios obtenidos en estas operaciones, entró en el Consejo de Administración de Banesto, a finales de 1987 y, pocos meses después, asumió su presidencia, lo que causó un gran revuelo en la banca española, que le consideró un arribista, desconocedor del negocio bancario. Su estilo de vestir, su talante, y su pelo engominado fue modelo de todos los que ansiaban enriquecerse rápidamente.
Acumuló informaciones reservadas sobre amigos y enemigos. En sus momentos de máximo esplendor coqueteó con las elites políticas y se llegó a murmurar una posible candidatura a presidente del Gobierno. En su desbocada carrera por el poder y por el control del mayor número posible de empresas espoleó a Banesto (Banco Español de Crédito). En sus aspiraciones, no reparó en el agujero patrimonial de más de medio billón de pesetas. Con el apoyo de la banca norteamericana J. P. Morgan, realizó una de las mayores ampliaciones de capital de la banca europea, aunque ésta no fue suficiente: la crisis patrimonial era tan importante que, para evitar males mayores, el 28 de diciembre de 1993 el Banco de España intervino Banesto y destituyó a Mario Conde de su cargo.
Caído en desgracia, aunque con una fortuna personal de varios miles de millones de pesetas situados en cuentas ocultas de diversos paraísos fiscales, fue acusado de operaciones fraudulentas en beneficio propio y en parte responsables de las enormes pérdidas del banco. El 23 de diciembre de 1994 fue imputado por los cargos de falsedad documental, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida de 600 millones de pesetas, que había entregado a la compañía fantasma Argentia Trust. Fue el primero de sus ingresos en prisión. Seis días después de la sentencia se le impuso una fianza de 2.000 millones de pesetas, para cuyo pago Mario Conde presentó las escrituras de dos de sus fincas.
El 20 de marzo de 1997 la Audiencia Nacional condenó al ex banquero a seis años de prisión por el caso Argentia Trust, desgajado del sumario principal. Tras el recurso de la defensa, el Tribunal Supremo falló el 26 de febrero de 1998, ratificando todos los puntos anteriores salvo la acusación de falsedad documental, que le fue retirada, por lo que rebajó su condena a cuatro años y medio. Conde, que fue condenado, además, a pagar una multa de 15 millones de pesetas, una indemnización de 600 millones a Banesto y a la inhabilitación para ejercer cargos en entidades financieras durante el periodo correspondiente a la pena, ingresó ese mismo día en la prisión de Alcalá-Meco. El 4 de agosto de 1998 logró el régimen abierto y el 9 de agosto de 1999 la libertad condicional.
Pero aún tenía que responder ante la justicia por el llamado "caso Banesto", cuyó sumario había quedado concluido en abril de 1996, tras 17 meses de investigación judicial. El juicio comenzó en la Audiencia Nacional el 1 de diciembre de 1997 y se resolvió el 31 de marzo de 2000 con un fallo condenatorio para Conde de 10 años y dos meses de prisión así como la obligación de reembolsar 7.200 millones de pesetas a Banesto. El ex banquero recurrió al Supremo y evitó su ingreso en la cárcel con el pago de una fianza de 500 millones. Sin embargo, la sentencia emitida el 29 de julio de 2002 por el Tribunal Supremo amplió de 10 a 20 años de cárcel la condena impuesta por la Audiencia Nacional por entender que algunos delitos considerados prescritos en la primera sentencia no lo estaban. Esa misma tarde, Conde regresó a su celda de Alcalá-Meco. A comienzos de 2003, conoció también la sanción del Banco de España que le impuso una multa de 240.404 euros y decretó su inhabilitación para ejercer cualquier cargo relacionado con la actividad financiera durante veinte años. En el mes de noviembre de 2005, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias concedió al reo el tercer grado; régimen que le permitía salir todos los días del penal.
