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FilosofíaBiografía

Comte, Auguste (1798-1857).

Comte.

Filósofo francés, fundador del sistema filosófico denominado positivismo, que suscitó las más enfrentadas reacciones. Participa de la cultura del romanticismo en la aspiración por una síntesis universal del saber y en el ansia de una sociedad perfecta. Con sus estudios dio un gran empuje al estudio de la sociología. Su nombre completo era Isidore-Auguste-Marie-François-Xavier Comte.

Vida y obras.

De familia pequeño burguesa, católica tradicional y políticamente monárquica, Comte realizó sus estudios en la École Polytechnique. Allí sobresalió en el estudio de las matemáticas, pero nunca dejó de profundizar en las ciencias humanísticas. En 1817 conoce a C. de Saint-Simon, de quien fue discípulo, colaborador y amigo. Comte toma conciencia enseguida de la necesidad de una reconstrucción moral e intelectual de la sociedad postrevolucionaria. En 1822 publica Plan des traveaux scientifiques, en el que, oponiéndose a su maestro, defiende la unidad indisoluble de ciencia y política. En esta obra ya enuncia los principios de la "filosofía positivista", aceptada por algunos políticos e intelectuales y rechazada por Saint-Simon. En 1826 comienza un Cours de philosophie positive, que muy pronto se ve obligado a suspender a causa de una crisis nerviosa, y que más tarde constituirá el título de su obra más importante (publicada a lo largo de los años 1830-42). Agobiado por la situación económica, se ve obligado a impartir clases en la Escuela Politécnica, pero por la radicalidad de sus ideas y por su temperamento quisquilloso, tiene que dejarlas. La ayuda de algunos ingleses amigos de J. Stuart Mill, y una suscripción promovida por su amigo Littré, le permiten salir económicamente adelante. Habiéndose separado de su primera mujer, en 1845 se une a Clotilde de Vaux (que murió en 1846) a quien, en medio de inmenso amor, atribuyó la inspiración de la segunda fase de su pensamiento, de tono místico-humanitaria. Superada una segunda crisis nerviosa, escribió la segunda de sus grandes obras: Système de politique positive ou Traîté de sociologie instituant la religion de l'Humanité, seguida de Calendrier positive, y Cathecisme positiviste, en la que se proclama gran sacerdote de la humanidad. Esta orientación mística fue rechazada por muchos de sus seguidores.
No obstante, su pensamiento siguió ejerciendo una gran influencia. Su idea de una religión de la humanidad motivó el surgimiento de numerosas sectas en Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Murió en París después de una enfermedad en la que trató de curarse él solo.

Pensamiento filosófico.

La política y las leyes de la historia.

Partiendo de la misma constatación de Saint-Simon -la necesidad de una regeneración universal de la sociedad-, Comte trata de buscar unidad entre el racionalismo de la Ilustración y la tendencia romántica a la universalidad del saber. Para salir del estado de anarquía, es preciso pasar de la política "filosófica" a la política científica o "positiva", fundada en los métodos de las ciencias y en la evolución histórica de la sociedad humana. La evolución histórica es producto de las leyes de la evolución biológica. Comte descubre en esas leyes una especificidad propia, que concretará en la "ley de los tres estadios". Según esa ley, el desarrollo humano atraviesa tres etapas fundamentales y sucesivas:

-La primera corresponde al estadio teológico o ficticio. Éste se caracteriza por el paso del hombre de la naturaleza a la cultura; el mundo es interpretado bajo categorías antropomórficas, y el hombre se orienta por prácticas místico-mágicas. Ese mundo se halla dominado por la magia, y avanza en tres grados: fetichismo, politeísmo y monoteísmo.

-El segundo estadio es el metafísico o abstracto. Es crítico y destructivo de los fantasmas mítico-religiosos y los sustituye por entes abstractos intelectivos. En el plano socio-político se afirma el individualismo, el egoísmo y el utilitarismo. Es una sociedad no fundada ya en la autoridad del soberano, sino en un abstracto pacto social que atribuye el poder al pueblo.

-El tercer estadio, el científico o positivo, la fantasía y el razonamiento abstracto son reemplazados por el respeto a los hechos. El hombre deja de preguntarse el "porqué" de los hechos y empieza a preguntarse por el "cómo", es decir por las leyes científicas. La humanidad habrá alcanzado la perfección de este estado cuando todas las actividades humanas hayan adoptado el método científico. Promover ese objetivo es la finalidad de la filosofía positivista.

Clasificación y plan de las ciencias.

También las ciencias se desarrollan según la ley de los tres estadios, aunque no todas en forma simultánea, debido a su diversa complejidad. Según eso, Comte propone una clasificación de las ciencias según el criterio evolutivo de su complejidad. Debemos distinguir las ciencias que estudian los "cuerpos brutos" (física inorgánica, que incluye como etapas la astrología, la física y la química) y las que estudian los "cuerpos organizados" (física orgánica, que comprende la biología y la sociología).

Sociología y religión de la humanidad.

La sociología, como cualquier otra ciencia, presenta un aspecto estático y otro dinámico. Por tanto tendremos una doble sociología: estática (se refiere a la sociedad como un todo orgánicamente relacionado: ideas, costumbres, instituciones). Esa sociedad presenta un orden y un peculiar consenso de las partes con el todo. La otra es una sociedad dinámica, que interviene cuando aquel orden se quiebra. Se estudia la sociedad bajo el aspecto del progreso. El objeto de esta ciencia es el más complejo, y el hombre llegará a dominarlo solamente al final de su propia evolución, es decir, en la edad del industrialismo científico recientemente inaugurado. Se prepara así el advenimiento de otra sociedad orgánica, en la cual desaparecerán todos los contrastes y desigualdades. Esta concepción optimista y romántica, se transforma, en las últimas obras de Comte, en una auténtica religión laica, en la que el puesto de Dios es asumido por la idea de humanidad, concebida como el "Gran Ser", en el cual y hacia el cual de dirigen todos los hombres. Esta religión positiva tiene sus propios santos (los científicos y los genios), un pontífice (el propio Comte), y un culto a la femineidad (encarnado en el recuerdo de Clotilde de Vaux). En estas concepciones de carácter místico, y quizás patológico, se diluía la originalidad de la sociología comtiana.

Bibliografía.

  • HUBERT, R.: Comte, París, 1956.

  • LACROIX, J.: La sociologie d'Auguste Comte, París, 1956.

  • MARTIN SERRANO, M.: Comte, el padre negado. Orígenes de la deshumanización en las ciencias sociales, Madrid, 1976.

  • MILL, J.: Augusto Comte y el positivismo, Madrid, 1972.

  • SANGUINETTI, J. J.: Augusto Comte. Curso de filosofía positivista, Madrid, 1977.

Autor

  • Cipriano Camarero Gil