A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
CineBiografía

Cavani, Liliana (1936-VVVV).

Directora de cine italiana, nacida en Carpi (Módena, Italia), el 12 de enero de 1936.

Vida

Tras licenciarse en Letras por la Universidad de Bolonia, entró en el Centro Sperimentale di Cinematografía de Roma en donde cursó estudios de dirección. Sus primeros pasos les dio en televisión, donde mostró un especial interés, siempre con objetividad, hacia los temas políticos y de denuncia. Son sin duda estas dos características las que han marcado su carrera, con un estilo comprometido que no utiliza el cine tanto como un arte o un entretenimiento, sino como un medio de comunicación de ideas. De esta época son sus trabajos para la RAI, una serie de reportajes en los que retomaba a ciertos personajes históricos, como el mariscal Pétain o Stalin.

Su primer trabajo largo de cierta importancia fue Francisco de Asís (1966); rodado en blanco y negro, ofrece una visión de la vida del santo bajo la perspectiva de la política radical de los sesenta. Esto suponía aferrarse a las bases ideológicas que habían dirigido hasta entonces sus trabajos en televisión y además ponía de manifiesto su interés por ciertos personajes emblemáticos. Veintitrés años después volvería al tema, esta vez ubicado en su época correspondiente, pero convirtiendo la narración en un "docudrama" en el que los compañeros de Francisco y Chiara, la mujer que le siguió y fundaría la versión femenina de la orden, hablan de él y de cómo se convirtió en un héroe dos años antes de su muerte.

El cine de Liliana Cavani es una mezcla de imágenes e ideas que apuesta por temas muy concretos, y que gusta de la controversia, bien por las imágenes provocadoras, bien por el significado de sus personajes. En Galileo (1968) reafirma su postura ante la intransigencia eclesiástica. Al año siguiente con Los Caníbales se adentra en una historia de resonancias mitológicas, colocando al espectador ante un panorama terrible. Las calles llenas de cadáveres que no pueden ser enterrados por prohibición expresa de las autoridades; y un mensaje: una vez que alguien transgrede las normas es mucho más fácil que el resto le siga.

El éxito y también la polémica llegaron en 1973 con Portero de noche. Censurada, alabada, denostada, escandalizó con la historia de una superviviente de los campos de concentración que, trece años después de que finalizara la Segunda Guerra Mundial, vuelve a encontrarse con el oficial nazi que la torturó y fue su amante. Él es ahora el portero de un hotel en Viena, donde retomarán su antigua relación sadomasoquista. Charlotte Rampling y Dirk Bogarde dejaron en la memoria cinematográfica imágenes de cueros y desnudos. Más sorprendente que la relación en sí era la delgadez extrema de Rampling que en verdad recordaba la desnutrición de los campos de concentración.

Habiendo saboreado las mieles de la provocación, Cavani se recreó una vez más en la sexualidad, esta vez de Claudia Cardinale, que protagonizaba La Piel (1980) junto a Burt Lancaster. Pero el verdadero premio de la crítica llegó con Berlín interior (1986), una producción británica basada en la novela de J. Tanikazi, The Buddhist Cross, que se sitúa a finales de los años 30 en Berlín para destapar la tórrida relación entre la esposa de un diplomático y la hija del embajador japonés, que sufren un chantaje. La belleza de sus imágenes le valió el Oso de Oro del Festival de Berlín, como mejor película.

El último título de Cavani hasta la fecha es una producción para la televisión: Dove siete? Io sono qui (1993). De nuevo un personaje muy particular es el centro de la atención. Fausto, nombre con claras reminiscencias transgresoras, es un chico sordomudo. Su madre no puede aceptar la enfermedad y se niega a darle una educación especial. Pero la tía del chico le abrirá el camino hacia una oportunidad, arropado por sus iguales y por una chica de la que se enamora. Gracias a ella, Fausto podrá "oír" por primera vez lo que le rodea.

La carrera de Liliana Cavani, irregular, provocadora, casi excéntrica, comparte cariños con el teatro y la ópera, géneros donde ha hecho incursiones también como directora. Sus temas cinematográficos no tienen más hilo conductor que el de sus propios intereses políticos, sociales, e incluso filosóficos. Así afronta los tabúes sexuales, la religión, los mitos e incluso arremete contra los grandes pensadores, como lo hizo al ridiculizar a Nietzsche en su película Más allá del bien y del mal (1977), basada en la vida de Lou Andrea-Salomé, amante del propio Nietzsche y del intelectual Paul Ree.

Sin la esclavitud del cine comercial, con una cadencia de creación cada vez más espaciada, Liliana Cavani es una directora que no tiene prisa por contar historias. Sólo hace cine cuando tiene algo que decir.

Filmografía

Cortometrajes:
1961: Il control notturno.
1962: L’evento.

Largometrajes:
1968: Galileo (y guión).
1969: Los caníbales (y guión).
1972: Milarepa (y guión).
1973: Portero de noche (y guión).
1977: Más allá del bien y del mal.
1980: La piel.
1982: Detrás de la puerta.
1986: Berlín interior.
1989: Francesco.
2002: El juego de Ripley.

Trabajos para televisión:
1962: Storia del III Reich.
1963: La donna della resistenza; L’eta di Stalin.
1964: Philippe Petain, proceso a Vichy; La casa in Italia.
1965: Gesu mio fratello; Il giorno della pace.
1966: Francisco de Asís (y guión).
1971: La huésped.
1993: Dove siete? Io sono qui (y guión).

Autor

  • Cristina Manzano Espinosa