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LiteraturaBiografía

Casanova, Giovanni Giacomo (1725-1798).

Aventurero y escritor italiano, nacido en Venecia en 1725 y fallecido en Dux (Bohemia) en 1798. Hijo de actores (su madre, Giovanna María Farussi, conocida como "La Buranella", gozaba de cierta fama entre las gentes de la farándula), siguió la carrera eclesiástica e incluso tomó las órdenes menores en el año 1743. Sin embargo, su personalidad no se corresponde con la de tal oficio, pues hombre afortunado en amores e intrigante, practicó todo tipo de vicios: era aficionado al juego, a la estafa y se mezclaba con gente de la más baja calaña. Paradójicamente, era apreciado por reyes, artistas y hombres de ciencia, quienes gustaban de su compañía. En 1755 fue acusado, como masón que era, de libertinaje y ateísmo, por lo que fue arrestado y encarcelado en los Plomos con una condena de cinco años, que no cumplió, ya que logró escapar de esta prisión a los tres años de su encarcelamiento. Huyó a Francia, donde instaló la lotería nacional tal y como funcionó desde 1762 a 1836. Obligado a abandonar París, volvió a comenzar con sus peregrinaciones por Europa hasta que fue perdonado en Venecia; había pasado una larga estancia en Trieste y en Turín. En 1782, enemistado otra vez con Venecia, se trasladó de nuevo a Trieste y después a París, donde entró en relación con el Conde Waldstein, sobrino del Príncipe de Ligne, el cual le instaló en su castillo de Dux (Bohemia) y le nombró su bibliotecario. Ésta fue sólo una de las tantas ocupaciones de este vividor, que cuenta en su repertorio con otras tantas como las de secretario del Cardenal Acquaviva en Roma, violinista, y agente secreto de los inquisidores del estado. Se encontraba en el castillo de Dux cuando escribió Historia de mi vida, también conocida como Memorias (1791-1798), que sólo abarca hasta el año 1774. El idioma que utilizó en su obra fue el francés. No se tuvieron noticias de este manuscrito hasta que, tras la muerte de Casanova, el editor alemán F.A. Brockhaus compró estos papeles inéditos que muchos consideran falsos, entre ellos Foscolo.

La Historia... es un sugestivo fresco de la vida del siglo XVIII, de gran colorido y vistosidad. Casanova despliega una galería inagotable de escenas como lugares de placer y de juego, teatros, fondas, palacios nobiliarios, etc, encuadrados en una narración que es una continua exaltación de la energía vital, encarnada en la figura del autor y protagonista, cínico burlón, explotador de las debilidades de los demás, orgulloso de su fortuna y su talento, comprometido en infinitas aventuras, galantes en su mayoría. La visión de una sociedad libertina, inconscientemente destinada a la autodestrucción, que se desprende en esta obra, fue después interpretada en la perspectiva de la inminente revolución, pero en plena belle époque se valoró el mito hedonista del personaje.

Además de esta autobiografía, Casanova dejó versos mediocres, una traducción incompleta en octavas de la Ilíada (1775) y una novela en francés, Icosameron (1778), de inspiración vagamente iluminística.

El poeta español Antonio Colinas ha sabido reflejar bellamente el punto de inflexión entre los libertinajes y el apaciguamiento de este intrépido personaje:

GIACOMO CASANOVA ACEPTA EL CARGO DE BIBLIOTECARIO
QUE LE OFRECE, EN BOHEMIA, EL CONDE DE WALDSTEIN

"Escuchadme, Señor, tengo los miembros tristes.
Con la Revolución Francesa van muriendo
mis escasos amigos. Miradme, he recorrido
los países del mundo, las cárceles del mundo,
los lechos, los jardines, los mares, los conventos,
y he visto que no aceptan mi buena voluntad.
Fui abad entre los muros de Roma y era hermoso
ser soldado en las noches ardientes de Corfú.
A veces he sonado un poco el violín
y vos sabéis, Señor, cómo trema Venecia
con la música y arden las islas y las cúpulas.
Escuchadme, Señor, de Madrid a Moscú
he viajado en vano, me persiguen los lobos
del Santo Oficio, llevo un huracán de lenguas
detrás de mi persona, de lenguas venenosas.
Y yo sólo deseo salvar mi claridad,
sonreír a la luz de cada nuevo día,
mostrar mi firme horror a todo lo que muere.
Señor, aquí me quedo en vuestra biblioteca,
traduzco a Homero, escribo de mis días de entonces,
sueño con los serrallos azules de Estambul
".

(Sepulcro en Tarquinia, 1975).

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