Carnés Caballero, Luisa, o "Clarita Montes" (1905-1964).
Narradora, ensayista, dramaturga y periodista española, nacida en Madrid el 3 de enero de 1905, y fallecida en México D. F. durante el mes de marzo de 1964. Casada con el poeta y narrador cordobés Juan Rejano, con quien marchó rumbo al exilio mejicano al término de la Guerra Civil, publicó parte de su producción periodística bajo el pseudónimo literario de "Clarita Montes".
Aunque desde muy temprana edad mostró un vivo ingenio y una inteligencia natural que la inclinaban poderosamente hacia los saberes humanísticos, hubo de ponerse a trabajar cuando era todavía una niña, pues la escasez de recursos económicos que afectaba a su familia la privó de una formación escolar básica. Así, a los once años de edad ya había aprendido el oficio de sombrerera, con el que se ganó la vida antes de ejercer de telefonista, dependienta en un comercio y, algo más adelante, mecanógrafa en una editorial.
Por aquel entonces, la animosa y tenaz Luisa Carnés Caballero se había empecinado en adquirir, de forma autodidacta, la formación cultural que le había negado la triste situación económica de su familia. En los escasos ratos libres que le dejaban sus continuos trabajos, consiguió aprender algunos rudimentos de mecanografía que la permitieron acceder al puesto vacante en la mencionada empresa editorial, y a partir de entonces consiguió establecer algunos contactos con ciertas figuras relevantes en el panorama literario español. Fue así como logró, en 1928, dar a la imprenta su primera entrega narrativa, constituida por tres novelas cortas que, bajo el título colectivo de Peregrinos de calvario, causaron una grata impresión entre los lectores y la crítica especializada de la época, tanto por la madurez y firmeza de estilo que mostraba el texto como por el asombro que se desprendía de la azarosa formación intelectual de la joven autora. No hay que olvidar que, además de tratarse de la opera prima de una escritora autodidacta, Peregrinos de calvario suponía la irrupción en el mundo editorial de una autora de veintitrés años de edad que, a pesar de su juventud, hacía gala de una vigorosa capacidad de expresión lingüística y de unas excepcionales dotes de observación.
Tras esta grata y sorprendente aparición de Luisa Carnés en los círculos literarios madrileños, la joven escritora pronto se convirtió en una de las figuras femeninas más destacadas de la cultura española de los años treinta. Colaboró activamente en los principales medios de comunicación (como La Esfera, Crónica, La Raza y La Voz), donde se significó por su encendida defensa de la causa republicana, argumento que siguió manteniendo con firmeza en sus artículos durante el desarrollo de la Guerra Civil. Al mismo tiempo, sus nuevas entregas literarias venían a confirmar su importancia como nuevo valor en la literatura española contemporánea escrita por mujeres.
En efecto, en 1930 había visto la luz su segundo publicación narrativa, una novela situada en diferentes ambientes madrileños perfectamente recreados por Luisa Carnés, y centrada en una interesante figura femenina que da nombre a la obra: Natacha. Al cabo de dos años, la joven escritora volvió a los anaqueles de las librerías con Tea-Rooms (mujeres obreras), una novela-reportaje basada en las peripecias reales de las mujeres trabajadoras de la época.
Su sorprendente irrupción en el panorama de la escena española tuvo lugar en 1936, ya iniciada la contienda bélica, cuando el 22 de octubre de 1936, en el Teatro Lara de Madrid (rebautizado como Teatro de la Guerra), se estrenó su obra titulada Así empezó..., puesta en escena por la sección teatral del Altavoz del Frente. Se trata de un drama de agit-prop que, compuesto de un solo acto, persigue un claro fin propagandístico en favor de la Segunda República y en contra de la sublevación militar. La obra se estrenó dentro de una función colectiva que se completaba con la representación de otras dos piezas breves alentadas por idéntico fin: Bazar de la Providencia, de Rafael Alberti, y La conquista de la prensa, de Irene Falcón. La crítica inmediata se encargó de subrayar la calidad literaria y la fuerza dramática de estas tres piezas, que, al parecer, constituyeron una apreciable excepción dentro del tono mediocre de la literatura panfletaria generada por los acontecimientos bélicos.
Además de esta pieza teatral, Luisa Carnés Caballero escribió otras dos obras que fueron publicadas en México, sin que haya quedado constancia de su posible estreno. La primera de ellas, titulada Cumpleaños (México: Ecuador 0º, 0',0'', 1966), es un monólogo dramático que ahonda en la crisis de una mujer de mediana edad, bien situada económicamente, pero abatida por la indiferencia de su esposo, la lejanía de sus hijos y la creciente sensación de angustia ante el paso del tiempo. La segunda de dichas piezas, titulada Los vendedores de miedo (México: Ecuador 0º, 0',0'', 1966), es un drama compuesto de tres actos (el primero de los cuales se compone, a su vez, de dos cuadros) que también indaga en la compleja psicología de un protagonista femenino, aunque esta vez desde una interesante perspectiva político-social: el conflicto de la fabricación en secreto, por parte de los gobiernos más poderosos del planeta, de armamento químico y bacteriológico.
Al término de la Guerra Civil, la posición política mantenida por Luisa Carnés Caballero durante toda la contienda la obligó a abandonar precipitadamente el país en compañía de su esposo. El matrimonio se instaló en México, donde ambos escritores continuaron desarrollando sus respectivas carreras literarias. La autora madrileña siguió colaborando en los medios de comunicación (sobre todo, en los suplementos culturales de los rotativos mejicanos El Nacional y Novedades), y publicó otros interesantes trabajos literarios y ensayísticos, como la biografía Rosalía de Castro, raíz apasionada de Galicia (1945) y la novela Juan Caballero (1956), así como una recopilación de cuentos de ambientación y personajes mejicanos, publicada bajo el título de La muralla.
Su exitosa trayectoria literaria en el país ultramarino se vio drástica y fatalmente interrumpida en marzo de 1964, cuando Luisa Carnés Caballero perdió la vida en un trágico accidente de circulación sobrevenido al automóvil en el que viajaba la escritora, en compañía de su marido y su hijo (que resultaron ilesos).
Bibliografía.
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- COLLADO, Fernando. El teatro bajo las bombas en la Guerra Civil (Madrid: Kaydeda Ediciones, 1989).
- HORMIGÓN, Juan Antonio (dir.). Autoras en la Historia del Teatro Español (1500-1994). (Madrid: Publicaciones de la Asociación de Directores de Escena de España, 1996). 2 Vols.
- MARRAST, Robert. El teatre durant la Guerra Civil espanyola (Barcelona: Institut del Teatre, 1977).
- MARSÁ VANCELLS, Plutarco. La mujer en la literatura (Madrid: Ediciones Torremozas, 1987).
J. R. Fernández de Cano.