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HistoriaPolíticaBiografía

Carlos II, Rey de los francos (823-877).

Emperador de occidente y rey de los francos, conocido como Carlos el Calvo, nacido en Frankfurt del Main el 13 de junio de 823 y muerto en Avrieux el 6 de octubre de 877. Ocupó el trono franco entre el 843 y el 877; y el trono imperial entre el 875 y el 877. Fue hijo de Ludovico Pío y de su segunda esposa, la bella Judit de Baviera, con la que Ludovico había contraído matrimonio en febrero del 819, tras quedar viudo. Ludovico con su primera esposa, Ermengarda, tuvo tres hijos: Lotario, Pipinoy Luis. Fue nieto de Carlomagno.

Según el ordenamiento imperial del 817, la dignidad de emperador debía ser hereditaria y recaer en el primogénito, Lotario. Los hijos menores obtuvieron, en su condición de subordinados del emperador, el gobierno de los reinos de Aquitania, para Pipino y Baviera para Luis el Germánico. En el año 829 Ludovico creó el reino de Alemania (Alsacia, Recia, el país de los alamanes y parte de Borgoña) para dejárselo en herencia a Carlos. Esto motivó el enfado de los otros tres hermanos que acaudillaron una serie de revueltas entre el 830 y el 833. En el 833 se produjo un proceso en Rathfeld por el que Ludovico fue destronado y Carlos desposeído. Posteriormente, Luis y Pipino, temerosos de acrecentar el poder de su hermano Lotario, devolvieron la corona a su padre. De todos estos conflictos familiares el gran beneficiado fue Carlos ya que sus derechos hereditarios quedaron cada vez más asentados.

En el 840, a la muerte de Ludovico, este dividió sus estados entre Lotario, Luis y Carlos, éste último gobernante de Aquitania desde el año 838 en que había fallecido Pipino. La muerte de Pipino había provocado un nuevo reparto en el que Luis el Germánico resultó desheredado, para posteriormente ser perdonado por Ludovico. El gran imperio creado por Carlomagno era evidente que estaba destinado a desaparecer, ante la imposibilidad de entendimiento de sus herederos. Desaparecido Ludovico, Lotario reclamó la soberanía no solo sobre los territorios que se le habían asignado en el reparto, sino sobre todos los reinos y provincias gobernados por sus hermanos. El primer enfrentamiento se produjo entre Lotario y Carlos, cuando el primero invadió parte del territorio del segundo, pero debido a la escasez de medios de ambos la guerra aún no tuvo lugar. Posteriormente Lotario atacó a Luis el Germánico, lo que hizo ver a este la necesidad de aliarse con Carlos el Calvo para hacer frente al enemigo común.

El 25 de junio del año 842 Carlos y Luis lograron la victoria en la batalla de Fontenoy, aunque Lotario se recuperó pronto y se lanzó sobre Carlos. Carlos el Calvo y Luis el Germánico firmaron el 14 de febrero de 842 los conocidos como juramentos de Estrasburgo, el más antiguo documento que se conserva redactado en alemán y francés antiguo. Con esta alianza renovada, el ejército unido de los dos hermanos alcanzó Aquisgrán, la sede imperial. La iglesia de Aquisgrán reconoció entonces a Carlos y a Luis como buenos reyes al tiempo que deslegitimaba a Lotario.

Pese a estas derrotas Lotario seguía siendo un poderoso rey por lo que pudo presionar a sus hermanos para firmar los tres el conocido Tratado de Verdún del 843, por el que el Imperio carolingio quedaba dividido quedaba dividido en tres reinos: el central para Lotario, que comprendía los territorios de Italia y Lotaringia, en donde se encontraban las principales ciudades imperiales y, además, iba acompañado del título imperial; el oriental para Luis el Germánico, ocupaba Germania; y el occidental para Carlos el Calvo que comprendía Francia. A partir de este momento los tres reyes adoptaron el título de reges Francorum.

Pese a los acuerdos las luchas intestinas no cesaron. El 9 de septiembre del 869 Carlos el Calvo se proclamó rey de Lotaringia al tiempo que se repartía con Luis el territorio de Lorena. En el 875, tras la muerte de Luis II, el hijo de Lotario; Carlos el Calvo fue coronado como emperador de Romanos y rey de Italia por el papa Juan VIII; se eligió el 25 de diciembre como fecha solemne para la coronación. Carlos era, sin lugar a dudas, el mejor de los candidatos posibles, por un lado sus derechos sucesorios eran incuestionables y por otro, Carlos era un hombre culto, piadoso, buen militar y tenía una larga experiencia en el ejercicio del poder; pero todo ello no evitó que sus sobrinos se lanzasen sobre él en busca del poder.

En el verano del 876 Carlos el Calvo convocó un concilio de todos los obispos de la Galia con el fin de afianzar su nombramiento como emperador. Allí expuso sus deseos de unificar el imperio que crease su abuelo, pero estos nunca pudieron hacerse realidad tanto por las presiones internas, como por las externas y por la avanzada edad del emperador.

En el año 877 los sarracenos atacaron Italia, lo que obligó a Carlos a coger las armas en defensa del papado y de la capital de la Cristiandad. Luis el Tartamudo, su hijo, quedó como regente. Cuando ya se hallaba en Italia recibió la noticia de un levantamiento de los nobles franceses, las causas del mismo no han quedado nunca claras, pero pudiera ser motivado por la regencia de Luis. Carlos el Calvo emprendió el regreso, pero no llegó a sofocar el levantamiento ya que falleció en Avrieux el 6 de octubre del 877.

Autor

  • Juan Antonio Castro Jiménez