Carboné y Arcos, Adela, o "Pedro Massa" u "Óscar de Onix" (1890-1960).
Actriz, poetisa, dramaturga, narradora y conferenciante española, nacida en Génova (Italia) en 1890, y fallecida en Madrid el 9 de agosto de 1960. Firmó algunas de sus obras originales con los pseudónimos de Óscar de Onix y Pedro Massa. Muy elogiada por la crítica y el público por su faceta de intérprete, perteneció a la última generación de actores que trabajaban directamente a las órdenes del autor, sin contar con la figura interpuesta de un director de montaje.
Desde muy pronto dio vivas muestras de interesarse por la creación literaria, particularmente por el hecho dramático. Tras cursar estudios primarios en su lugar de origen, a los doce años de edad se trasladó con su familia a la capital de España, en donde continuó su formación para, enseguida, ingresar en la famosa compañía constituida por la actriz María Tubau y su esposo, el dramaturgo Ceferino Palencia. Allí tuvo lugar el primer contacto profesional de la joven Adela Carboné con el mundo de la escena española, a la que enriqueció en todas sus facetas.
Al poco tiempo de su ingreso en la compañía de la Tubau, Adela Carboné dio muestras de estar preparada para empresas mayores, por lo que pasó a formar parte de la compañía del Teatro de la Comedia, de Madrid, donde permaneció durante catorce años. A lo largo de esta dilatada y fecunda etapa en su andadura profesional, la actriz intervino en la puesta de escena de las principales obras de Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Pedro Muñoz Seca, Manuel Linares Rivas, Enrique García Álvarez y los hermanos Álvarez Quintero.
A partir de 1920, Adela Carboné y Arcos llevó su magisterio sobre las tablas al territorio americano, donde desarrolló una amplia gira por los principales países de lengua hispana. Sus triunfos en Ultramar fueron tan clamorosos como los obtenidos hasta entonces en España, y regresó arropada por el reconocimiento unánime de la crítica y el público americanos.
Poco a poco, fue ampliando sus actividades sobre los escenarios a otras esferas relacionadas con el teatro y, en general, con los más diversos ámbitos de la creación literaria. Escribió algunas obras dramáticas (de las que al menos dos fueron llevadas a la escena), así como varias novelas extensas y narraciones breves que, por lo general, vieron la luz -como era habitual por aquel entonces- en diferentes periódicos y revistas (aunque algunas de estas narraciones también fueron publicadas en forma de libro). El resto de su producción literaria se completa con diversas traducciones (sobre todo, de obras dramáticas de Pirandello), varios libros de poemas originales de la propia Adela Carboné, artículos publicados en la prensa de la época, numerosas conferencias y un volumen en el que dejó impresas sus memorias.
Fue, en resolución, una de las mujeres más cultas de su tiempo, capaz de ganarse un merecido prestigio intelectual después de haberse dado a conocer -y haber triunfado clamorosamente- como actriz. De su aplaudida producción dramática se recuerdan con especial interés dos obras que fueron llevadas a las tablas de sendos teatros madrileños: la primera de ellas, titulada Restaurant "Good night", es una comedia estrenada en el Teatro de la Comedia de Madrid, el día 13 de marzo de 1920; la segunda, estrenada bajo el título de La hermanastra, es otra comedia escrita en prosa y compuesta de un prólogo y tres actos, que fue llevada por vez primera a un escenario el día 7 de septiembre de 1923, en el Teatro Rey Alfonso, de Madrid. A pesar de tono folletinesco de esta obra -cercana, en su desarrollo argumental, a las novelas rosas que circulaban profusamente por las revistas y colecciones editoriales de la época-, Adela Carboné y Arcos mostró con ella su excepcional conocimiento del hecho dramático y su excelente dominio del lenguaje. Respecto a su contenido, La hermanastra presenta la rara habilidad de la autora a la hora de tratar un problema de las mujeres de su tiempo (el de la solterona consagrada al cuidado de sus familiares) desde un perspectiva que defiende la dignidad de la mujer sin recurrir a demagógicas proclamas feministas -verdaderamente utópicas en aquel momento- ni caer en lacrimógenos lamentos de autocompasión. Tal vez por esto La hermanastra fue una de las obras más aplaudidas entre las estrenadas por aquellos tiempos, hasta el punto de hacerse acreedora a los honores de la imprenta a los dos años de su estreno (Madrid: Tipografía Mora-Zaballos, 1925).
Bibliografía.
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- HORMIGÓN, Juan Antonio (dir.) Autoras en la Historia del Teatro Español (1500-1994). (Madrid: Publicaciones de la Asociación de Directores de Escena de España, 1996). 2 Vols.
- NIEVA DE LA PAZ, Pilar. Autoras dramáticas españolas entre 1918 y 1936. (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones científicas, 1993).
J. R. Fernández de Cano.