Campino, Enrique (1794-1874).
General chileno nacido en 1794 en La Serena o en Santiago, según fuentes, y muerto en 1874 en Santiago.
Hijo de Magdalena Salamanca y Andrés Campino, con apenas 16 años se incorporó al ejército (1810), siguiendo la causa independentista. En 1811 formó parte de las tropas que acabaron con el levantamiento realista, en contra de la Junta de Gobierno independentista chilena, del coronel Tomás de Figueroa. No obstante, en 1814, debido a sus desavenencias con el Libertador, O'Higgins, y a su falta de disciplina, fue expulsado del ejército. O'Higgins le calificó de orgulloso, desobediente, ignorante y ambicioso. En octubre de ese mismo año, tras el desastre de Rancagua, tuvo que emigrar hacia Mendoza, donde se unió al Ejército de los Andes y tomó parte en las batallas de Chacabuco (1817) y Maipú (1818). Poco tiempo después se unió a la expedición que trataba de liberar Perú y entre 1825 y 1826 participó en la campaña de Chiloé.
El 25 de enero de 1827 las palabras de O'Higgins sobre la desmesurada ambición de Campino se hicieron realidad cuando éste dio un golpe de Estado, apoyado por las tropas de Santiago, y se apoderó del Gobierno tras expulsar al presidente Agustín de Eyzaguirre. Inmediatamente Campino dictó varias órdenes represivas sobre miembros del Gobierno de Eyzaguirre, lo que provocó la respuesta del Congreso. En un primer momento, las fuerzas opositoras a Campino, centradas en el Congreso, buscaron la alianza con el sargento mayor Nicolás Maruri, pero éste se mostró partidario del golpe de Estado, por lo que recurrieron al político José Miguel Infante y al presbítero Juan Fariñas para tratar de llegar a un acuerdo con el militar rebelde, pero Campino se negó a recibirles. Por el contrario, Campino se dirigió al Congreso y amenazó a los representantes instándoles a disolver la Cámara o a ser desalojados por la fuerza. Ante la negativa de los congresistas, las tropas de Campino tomaron el Congreso y lo desalojaron, a excepción de Diego José Benavente, el cual permaneció en su escaño, lo que animó a los demás representantes. Ante la inesperada resistencia con la que se encontraron en el Congreso, las tropas de Campino dudaron y finalmente el golpe de Estado fue abortado. Recuperada la normalidad, se entregó el poder a Ramón Freire.
Pese a su derrota, Campino no abandonó la política y fue diputado en varias ocasiones, senador e intendente de Santiago.