Calímaco (poeta griego, 310-235 a.C.).
Poeta y erudito griego del periodo helenístico. Nacido en Cirene hacia el año 310 a.C., y muerto cerca del 235 a.C. Pertenecía a una familia aristocrática, y sufrió con ella, a fines del siglo IV, las consecuencias de la inestabilidad política que siguió a la desmembración del Imperio de Alejandro. Parece, a través de sus textos, que en su juventud pasó algún tiempo en Atenas, donde probablemente adquirió cultura filosófica. Hacia el 290 se estableció en Alejandría, donde Ptolomeo I había fundado la Biblioteca y el Museo, y su sucesor continuaba la labor de reunir y proteger a literatos y sabios de todo el mundo civilizado. Calímaco trabajó en la biblioteca y probablemente fue director de la misma. Lo que es seguro es que a partir del 270, se dedicó casi por entero a la actividad erudita, en perjuicio de su labor literaria, ya que su última obra conocida, el Plókamos, data del 244.
De los poetas alejandrinos es, junto a Teócrito y Apolonio de Rodas, quien más ha influido en la literatura posterior. Su obra, que debió ser inmensa, ha desaparecido en su mayor parte. Hasta hace pocos años sólo se conocía una pequeñísima parte, pero el hallazgo de algunos papiros egipcios con fragmentos y textos completos de obras, ha permitido reconstruir en parte la producción del poeta. Se conservan, en forma completa o fragmentaria. seis Himnos; 63 Epigramas; un poema lírico, Aitía (Los Orígenes); un poema épico, Hekalé; y dos elegías, La Victoria de Sosibios y La Cabellera de Berenice. La última parte de su vida la pasó ocupado en redactar un Catálogo de todos cuantos fueron ilustres en cada rama del saber y sus escritos. Con esta labor de erudito, abrió el camino a la filología posterior. Sus discípulos fueron además de Apolonio de Rodas, Hermipo de Esmirna, erudito y doxógrafo griego, Eratóstenes, poeta, matemático y filólogo, Istro y Filostéfano de Cirene.