Calderón Serra, Sila María (1942-VVVV).
Política puertorriqueña nacida en San Juan el 23 de septiembre de 1942, que se convirtió en la primera mujer elegida gobernadora de Puerto Rico tras las elecciones generales celebradas el 7 de noviembre de 2000.
Siguió las primeras etapas de su formación en el Colegio Sagrado Corazón de Las Madres en Santurce y desde allí se trasladó a Nueva York para graduarse en Ciencias Políticas en el Manhattanville College de Purchase. De regreso a Puerto Rico, realizó estudios de posgrado en la Escuela de Administración Pública de la Universidad del Estado y en 1973 comenzó a trabajar en el sector público, primero como ayudante ejecutiva del secretario de Trabajo y, después, como ayudante especial en el área de Trabajo y Desarrollo Económico del entonces gobernador popular Hernández Colón, firme defensor de mantener el estatus político de Puerto Rico como Estado Libre Asociado (ELA) y, en consecuencia, contrario a la plena integración en la federación estadounidense.
Con el triunfo en los comicios de 1976 del Partido Nuevo Progresista (PNP) y de su candidato Romero Barceló, partidarios de convertir Puerto Rico en el Estado número 51 de EE.UU, el Partido Popular Democrático (PPD) pasó a ocupar los escaños de la oposición y Sila Calderón abandonó la Administración puertorriqueña para desarrollar una nueva etapa profesional en el sector privado. Ocupó la dirección ejecutiva del área de Desarrollo de Negocios en Citibank y presidió la corporación inmobiliaria industrial Commonwealth Investment Company.
Los populares, liderados de nuevo por Rafael Hernández Colón, recuperaron el poder en Puerto Rico tras las elecciones de 1984 y el gobernador volvió a convocar a su antigua colaboradora, Sila Calderón, para formar parte de su equipo de trabajo. En enero de 1985 fue nombrada coordinadora de Programas de Gobierno, en mayo de 1986 asumió la Secretaría de la Gobernación y, a partir de 1988, compaginó esta última función con el cargo de secretaria de Estado; segundo puesto en importancia, tras el de gobernador, en el ranking ejecutivo del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Durante esta nueva etapa de dedicación al sector público, Calderón fue miembro del Consejo Asesor Económico del gobernador y de la Junta de Directores del banco Gubernamental de Fomento. Presidió el Comité de Inversiones de la Compañía de Fomento Industrial, formó parte de la Junta Directiva del Centro de Estudios Especializados en Gerencia de Gobierno y ocupó la Secretaría General de la Comisión organizadora para la celebración del Quinto Centenario en Puerto Rico.
En 1990 regresó a la actividad privada, donde desempeñó labores de dirección ejecutiva en BanPonce, Banco Popular de Puerto Rico, Pueblo International y Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública. Integró además el Comité para el Desarrollo Económico de Puerto Rico de la Fundación del Banco Popular y de la Fundación Hermana Isolina Ferré y, hasta 1995, dirigió el Proyecto de la Península de Cantera; una iniciativa conjunta, con capital público y privado, para la rehabilitación y el desarrollo económico de uno de los sectores más deprimidos de la ciudad de San Juan. Durante 1995 abandonó de forma progresiva todos sus puestos de responsabilidad en las empresas citadas para preparar su candidatura a la alcaldía de la capital de Puerto Rico, en las listas del PPD.
Después de ganar las primarias de su partido para optar al cargo, se convirtió en presidenta del Comité Municipal del partido en San Juan y se incorporó a la Junta de Gobierno del PPD. Los comicios se celebraron en noviembre de 1996 y Sila Calderón logró una victoria incuestionable con el 51% de los votos, que devolvía el poder capitalino a los populares tras 28 años de gestión progresista. A escala estatal, sin embargo, las elecciones representaron un nuevo triunfo del programa del PNP y de su candidato a gobernador, Pedro Rosselló. Durante su primer mandato, el líder progresista había convocado un referéndum sobre el estatuto de la isla en el que se impusieron, por escaso margen, las tesis asociacionistas defendidas por el PPD frente a las anexionistas que apoyaban los progresistas. Apenas iniciada su segunda legislatura, Rosselló convocó una nueva consulta popular sobre el mantenimiento o la abolición del Estado Libre Asociado (ELA) como forma política de la isla. En diciembre de 1998 los puertorriqueños optaron una vez más por mantener el ELA y no alterar la naturaleza de la relación constitucional entre Puerto Rico y Estados Unidos; un resultado que infligía al gobernador la segunda derrota en cinco años a sus pretensiones integracionistas y que concedía un incuestionable éxito político a Sila Calderón, ardiente defensora durante la campaña electoral de la identidad nacional puertorriqueña.
La primavera de 1999 resultó determinante para las aspiraciones políticas de Calderón. El 31 de mayo ganó las primarias de su partido para concurrir como candidata del PPD al cargo de gobernadora en los comicios del 7 de noviembre de 2000 y también se convirtió en la nueva presidenta de los populares, en sustitución de Héctor Luis Acevedo. Celebradas las elecciones generales, Sila Calderón se impuso con el 48,5% de los votos a su máximo rival, el candidato progresista (PNP), Carlos Pesquera, que reunió un 45,7% del escrutinio, y al líder independentista (PIP), Rubén Berrios, que sólo concentró el 5,2% de los sufragios. A pesar del estrecho margen de su victoria, el triunfo de Calderón representaba el regreso del PPD al Gobierno de Puerto Rico tras ocho años en la oposición.
El 2 de enero de 2001, Sila Calderón tomó posesión del cargo de gobernadora convertida en la primera mujer que accedía a la jefatura del Ejecutivo puertorriqueño. Durante su mandato, fue especialmente crítica con las maniobras militares de las Marina estadounidense en la isla de Vieques y en los primeros días de febrero de 2003 saludó con optimismo el anuncio del Pentágono de retirar definitivamente sus tropas de este territorio puertorriqueño. Su sucesor al frente del PPD, Aníbal Acevedo Vilá, logró una ajustada victoria en los comicios de noviembre de 2004 frente al opositor Pedro Rosselló, el eterno defensor de los postulados anexionistas.
Merecedora de numerosas condecoraciones y reconocimientos públicos en Puerto Rico, en 1987 fue investida con la Orden de Isabel la Católica por el Gobierno español y en 1997 recibió el doctorado honoris causa en Artes y Humanidades por el Manhattanville College de Nueva York.
