Caillois, Roger (1913-1978).
Ensayista francés, nacido en Reims el 3 de marzo de 1913 y fallecido en París el 21 de diciembre de 1978.
Vida
Nacido en el seno de una familia perteneciente a la pequeña burguesía provinciana, cursó estudios de bachillerato en el instituto de su localidad natal, donde tuvo la fortuna de encontrar algunos excelentes maestros que orientaron su formación por el sendero de las Humanidades -entre ellos, el político Georges Bidault (1899-1983), que en su juventud impartió en el liceo de Reims clases de historia y geografía-. Por aquel tiempo, entabló amistad también con Roger Gilbert-Lecomte y otros miembros del grupo vanguardista denominado "Grand Jeu".
A finales de la década de los años veinte, se instaló, junto al resto de su familia, en París, donde formalizó su ingreso en la Escuela Normal Superior y mantuvo fructíferas relaciones con algunos artistas e intelectuales adscritos a la corriente surrealista, entre los que figuraba el propio André Breton (1896-1966), uno de los grandes "popes" de dicho movimiento. Dejó, a partir de entonces, de relacionarse con los miembros de "Grand Jeu", pero tampoco duraron mucho sus contactos con los surrealistas, cuyos postulados estéticos dejó de compartir a partir de 1934. Ya por aquel entonces se iban forjando las bases de su propios y originales criterios dentro del campo de la creación y la investigación, alimentados a partes iguales por las aportaciones de algunas disciplinas afines a la literatura como la sociología y la antropología, y claramente orientados hacia la exploración de lo sagrado.
Mientras iniciaba su trayectoria docente en calidad de profesor agregado de instituto (encargado de impartir clases de gramática), siguió acudiendo como oyente a la Escuela Normal Superior, en donde tuvo oportunidad de asistir a algunos cursos y seminarios que habrían de servirle de gran provecho, como los de Georges Dumézil (1898-1986), Marcel Mauss (1872-1950) y Alexandre Kojève. Poco después, ingresó en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, donde entabló relaciones con el psicoanalista Jacques Lacan (1901-1981) y el sociólogo y escritor Georges Bataille (1897-1962), con el que habría de iniciar una fructífera colaboración intelectual. Poco después, tras haber roto definitivamente con Breton y con el resto de los surrealistas, dio a la imprenta su primer ensayo, titulado Procès intellectuel de l'art (Proceso intelectual del arte, 1936), y empezó a colaborar asiduamente en algunas de las principales publicaciones culturales de la época, como la Nouvelle Revue Française e Inquisitions.
En 1938, Roger Caillois fundó, en colaboración con el susodicho Bataille, el Collège de Sociologie, mientras participaba activamente en la vida pública de su nación, dentro de grupos relacionados con la extrema izquierda que intentaban oponerse con todas sus fuerzas al empuje imparable del fascismo en toda Europa. De aquel mismo año data su primer ensayo realmente importante, titulado Le mythe et l'homme (El mito y el hombre, 1938), con el que, a sus veinticinco años de edad, se consagró definitivamente como una de las voces más prometedoras de su generación. La buena impresión causada por este ensayo quedó plenamente confirmada al año siguiente, cuando dio a la imprenta una nueva obra reflexiva titulada L'homme et le sacré (El hombre y lo sagrado, 1939), en la que sentaba las bases de esa viva curiosidad suya hacia los aspectos sagrados que rodean la existencia humana.
A instancias de su amiga la escritora argentina Victoria Ocampo (1891-1979), en julio de 1939 partió hacia Argentina y residió allí durante toda la Segunda Guerra Mundial. En el país austral, tuvo ocasión de relacionarse con algunas de las grandes figuras de las Letras y el pensamiento -como el escritor Jorge Luis Borges (1899-1986)-, pero también de desplegar una intensa actividad político-cultural en contra del nazismo, al que combatió con la fundación de la revista Lettres Françaises (1941) y del Instituto Francés de Buenos Aires. Durante este prolongado exilio en Argentina -donde quedó fascinado por el paisaje de la Patagonia-, Roger Caillois editó la obra Exil (Exilio, 1942), del poeta Alexis Saint-Léger Léger (1887-1975), más conocido por su pseudónimo literario de Saint-John Perse.
A su regreso a Francia, sustituyó a otro prestigioso intelectual -el filósofo y sociólogo Raymond Aron (1905-1983)- en la dirección de la revista La France Libre (1945-1946), y pasó luego a integrarse en el comité de lectura de la afamada editorial Gallimard, en la que fundó una de sus más célebres colecciones: "La Croix du Sud". Por medio de este fecunda labor editorial, así como de sus numerosos viajes a América del Sur en calidad de funcionario de la UNESCO -organización a la que se incorporó en 1948-, Roger Caillois introdujo en Francia y en otros países de Europa algunas de las obras maestras de la narrativa hispanoamericana (entre ellas, la primera versión en francés de Ficciones, del ya citado Borges, que apareció en dicha colección de Gallimard fundada por el escritor de Reims). A partir de 1952, su intensa labor de promoción cultural se habría de mostrar aún más fructífera merced a la fundación de la revista Diogène, una publicación de vocación multidisciplinar financiada por la UNESCO y dirigida por el propio Caillois -en colaboración con Jean d'Ormesson- hasta la fecha de su muerte.
Viajero infatigable, Roger Caillois recorrió, ya en su etapa de madurez, numerosos lugares de Oriente Medio. Su vasta curiosidad intelectual le llevó a interesarse también por el mundo de la mineralogía, al que dedicó numerosos tratados que le convirtieron en una auténtica autoridad en la materia. Entre otros muchos honores y distinciones con que se reconocieron sus méritos, cabe recordar aquí su elección como miembro de número de la Académie Française, que tuvo lugar el 14 de enero de 1971.
Obra
En su extensa producción centrada en el mundo de la creación artística, Roger Caillois se empeñó en recuperar la claridad del arte clásico frente al experimentalismo anárquico y caótico del arte contemporáneo, al que consideraba caprichoso, arbitrario y, en no pocas ocasiones, dogmático. Esa valentía suya a la hora de censurar los excesos cometidos en nombre de la transgresión, la ruptura, la innovación o, simplemente, la "modernidad" (entendida como una mera acumulación de propuestas anárquicas que no conducían a ningún fin) quedó patente también en su decisión de no plegarse sin más a los dogmas de las corrientes de pensamiento que gozaban de mayor predicamento entre los intelectuales de su época (como, v. gr., el marxismo o las teorías freudianas), a las que criticó sin temor cuando así lo creyó oportuno. Dentro de sus propuestas estéticas para el arte contemporáneo, postuló también la recuperación de algunos temas y motivos de proyección universal, como el mundo de los sueños, el ámbito de lo sagrado y la fantasía de la magia y el misterio.
Entre sus obras ensayísticas más notables figuran -además de las ya citadas Procès intellectuel de l'art, Le mythe et l'homme y L'homme et le sacré-, las tituladas Babel (1948), Rocher de Sisyphe (Roca de Sísifo, 1948), Description du marxisme (Descripción del marxismo, 1950), L'incertitude quie vient des rêves (La incertidumbre de los sueños, 1956), Esthétique genéralisé (Estética generalizada, 1962), Instincts et société (Instintos y sociedad, 1964) y Au coeur du fantastique (En el corazón de lo fantástico, 1965). Además, Roger Caillois es autor de la novela titulada Ponce Pilate; de las obras de mineralogía Perres (Piedras) y L'écriture des pierres (La escritura de las piedras); y de otros libros ensayísticos como Puissance du roman, Poétique de Saint-John-Perse, Les jeux et les hommes, Puissances du rêve, Anthologie du fantastique, La pieuvre, Essais sur la logique de l'imaginaire, Récurrences dérobées, Approches de l´imaginaire y Fleuve Alphée.