Brossa i Cuervo, Joan (1919-1998).

Joan Brossa.

Poeta y editor español, nacido en Barcelona el 19 de enero 1919 y fallecido en su ciudad natal el 30 de diciembre de 1998. Miembro fundador del grupo artístico Dau al Set y principal representante del surrealismo en su ámbito lingüístico y geográfico, por la hondura y calidad de su poesía y por su destacada labor editorial está considerado como uno de los grandes impulsores de las Letras catalanas de la segunda mitad del siglo XX.

Aunque había mostrado desde muy temprana edad una acusada vocación hacia los estudios humanísticos, el estallido de la Guerra Civil interrumpió bruscamente su formación académica, por lo que puede ser considerado como uno de los muchos poetas autodidactos que florecieron en la literatura española durante aquel período (v. gr., Miguel Hernández).

Al término de la contienda, comenzó a relacionarse con los principales movimientos vanguardistas de Cataluña e intervino activamente en la fundación de algunas revistas culturales tan destacadas como Algol (1947) y Dau al Set (1948-1955). Esta última publicación se convirtió en una especie de órgano de difusión de las obras y los postulados estéticos de algunos creadores tan destacados como Joan Ponç y Antonio Tàpies. Al tiempo que colaboraba en estos proyectos colectivos, Joan Brossa comenzó a cultivar asiduamente la creación poética, cuyos primeros frutos vieron la luz en el poemario titulado Sonets de Caruixa (Sonetos de Caruixa, 1949), obra que, si bien fue muy apreciada en su reducido círculo de artistas e intelectuales, no mereció el reconocimiento de la crítica oficial que, por aquellos años, imponía sus criterios en España. Algo similar ocurrió con su segunda entrega lírica, el poemario titulado Em va fer Joan Brossa (Me hizo Joan Brossa, 1952), que también pasó inadvertido para la mayor parte de los lectores ajenos al ámbito geo-lingüístico catalán.

Por aquel tiempo, Joan Brossa ya se había convertido en el mejor representante de ese surrealismo que había calado con fuerza en la literatura catalana de posguerra, aunque el propio poeta prefirió designar la corriente que él mismo encabezaba con el marbete de "neosurrealismo", dando a entender con ello que su estilo no se limitaba a reproducir los esquemas de la vieja vanguardia, sino a adaptarlos a la propia realidad de su época y lugar. Ya consagrado como uno de los poetas más densos, variados y originales del país (aunque todavía relegado a su ámbito regional), continuó produciendo una interesante obra experimental que gozó del reconocimiento de los artistas y creadores más avanzados de su tiempo. Así ocurrió, entre otros muchos títulos, con sus famosos Poemes civils (Poemas civiles, 1961), obra que, sin embargo, siguió siendo marginada por la crítica oficial.

Su definitiva consagración vino a raíz de la publicación, ya en 1970, del poemario titulado Poesia rasa, 1943-1959, obra en la que Joan Brossa recogía una amplia antología de su producción lírica escrita durante el largo período citado en el título. Ante el éxito cosechado por esta muestra antológica (y tras haber publicado otros poemarios de gran interés, como Cappare, de 1973, y La barba del crac, de 1974), en 1977 recogió otra extensa muestra de su poesía en el volumen titulado Poemes de seny i cabell, 1957-1963 (Poemas de cordura y cabello), libro que fue considerado como la compilación definitiva de una obra poética decisiva en la evolución de la literatura catalana de la segunda mitad del siglo XX. Finalmente, en 1996 dio a la imprenta el que había de ser su último trabajo poético, titulado Passat festes (Después de fiestas), en donde la memoria lírica de Joan Brossa i Cuervo reconstruye buena parte de su andadura intelectual al hilo de sus reflexiones sobre el pasado.

Además de estos volúmenes poéticos propiamente dichos, el poeta barcelonés -muy implicado siempre en las aventuras artísticas de sus contemporáneos- realizó una serie de composiciones plásticas que fueron expuestas en diferentes galerías del país (sobre todo catalanas). Se trata de unos poemas visuales en los que el texto está estrechamente ligado al marco pictórico que lo contiene, y que vieron la luz recopilados bajo el epígrafe de Poesia visual.

Aunque la obra dramática de Joan Brossa i Cuervo no ha tenido tanto relieve como su poesía, lo cierto es que brilló a gran altura en el cultivo de un teatro del absurdo que, plasmado en algunos títulos tan destacados como La jugada, La xarxa, Or i sal y El bell lloc, tuvo también gran repercusión en los círculos literarios catalanes. En general, la variedad y dificultad de todos sus escritos hicieron de Brossa un autor poco comercial, difícilmente aceptable por críticos, editores, lectores o empresarios teatrales convencionales, pero muy apreciado por quienes valoran la literatura experimental que no queda al servicio de los criterios sancionados por el gusto general de una época.

Autor

• JR.