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LiteraturaBiografía

Brañas Guerra, César A. (1899-1976).

Poeta, narrador, ensayista, periodista y crítico literario guatemalteco, nacido en Antigua Guatemala el 13 de diciembre de 1899 y fallecido en la ciudad de Guatemala el 22 de febrero de 1976. Figura destacada del panorama intelectual guatemalteco del siglo XX -en el que brilló no sólo como autor, sino también como animador cultural y promotor de las obras de otros escritores más jóvenes-, perteneció a la ubérrima Generación de 1920, en la que sobresalieron otros literatos de la talla de Miguel Ángel Asturias, Flavio Herrera, Alfonso Orantes, Arqueles Vela, Romelia Alarcón Folgar, Ramón Aceña Durán, y Luis Cardoza y Aragón.

Inclinado desde su temprana juventud hacia el estudio de las Letras, no tuvo la fortuna de contar con el respaldo de una familia acomodada que le financiase una educación exquisita en los mejores centros de enseñanza de su ámbito geo-cultural. Pese a ello, fue capaz de forjarse, a partir de innumerables lecturas, una sólida formación autodidáctica que acabó por convertirle en uno de los guatemaltecos más cultos de su época.

Aún no había cumplido los veinte años de edad cuando, merced a ese esfuerzo personal, se dio a conocer como escritor por medio de una interesante novela corta titulada Sor Candelaria, leyenda lírica (Guatemala: Unión Tipográfica, 1918). Publicó luego una segunda novella, Alba emérita (San José [Costa Rica]: Imprenta Alsina, 1920), a la que pronto añadió su primer poemario, Antigua (Guatemala: Imprenta Royal, 1921), que no era sino una colección de composiciones líricas dedicadas a ensalzar la belleza y esplendor de la histórica ciudad que le vio nacer.

En 1922 -cuando, a sus veintitrés años de edad, ya se había integrado plenamente en los principales foros literarios de Guatemala-, César Brañas se unió a David Vela (uno de los autores "menores" de la Generación de 1920) para fundar el diario El Imparcial, en cuyas páginas emprendió una destacada trayectoria periodística que habría de permitirle figurar entre los críticos literarios más destacados del siglo XX. Durante muchos años, Brañas Guerra mantuvo en dicho periódico una interesante sección literaria en la que reseñaba las obras más recientes y novedosas de sus compatriotas, al tiempo que les cedía espacio para que dieran a conocer sus escritos inéditos. Esta honesta y fecunda actitud intelectual le convirtió en uno de los principales promotores de la vida literaria guatemalteca del siglo XX.

Entretanto, iba pergeñando una densa, fructífera y original producción poética que añadió, a aquel primer poemario dedicado a la ciudad de Antigua, otros muchos volúmenes de versos, entre los que cabe destacar los titulados Viento negro (Guatemala: Unión Tipográfica, 1938) -una excelente elegía a la muerte de su padre, considerada como su obra maestra dentro del género poético-; Tonatiuh en el cuarto centenario de la muerte de Pedro de Alvarado (Guatemala: Unión Tipográfica, 1941); Figuras en la arena (Guatemala: Unión Tipográfica, 1941) -otro poemario de honda calidad; El lecho de Procusto: sonetos baladíes (Guatemala: Unión Tipográfica, 1945); Raíz desnuda: 1939-1952 (Guatemala: Unión Tipográfica, 1952); Zarzamoras (cantos menores) (Guatemala: Unión Tipográfica, 1957); Jardín murado: 1952-1956 (Guatemala: Unión Tipográfica, 1957); Ocios y ejercicios; primeras series, 1941-1958 (Guatemala: Unión Tipográfica, 1958); El carro de fuego (1919-1939) (Guatemala: Unión Tipográfica, 1959) -también digna de figurar entre sus mejores colecciones de poemas-; Palabras iluminadas (1955-1959) (Guatemala: Unión Tipográfica, 1961); El niño ciego y otros poemas: 1954-1962 (Guatemala: Unión Tipográfica, 1962); La sed innumerable: 1954-1964 (Guatemala: Unión Tipográfica, 1964); y Cancionerillo de octubre (1964-1965) (Guatemala: Unión Tipográfica, 1966). Un año antes de su muerte, el escritor de Antigua ofreció una selección personal de sus mejores poemas en el volumen titulado Antología poética (Guatemala: Editorial José de Pineda Ibarra, 1975).

Transcurridos casi treinta años desde el fallecimiento de César Brañas, el crítico Francisco Morales Santos logró reunir la mayor parte de sus composiciones poéticas en una útil y esclarecedora obra que dio a la imprenta bajo el título de Poesía esencial (Guatemala: Editorial Cultura, 2005). El esfuerzo recopilatorio realizado por dicho estudioso fue, ciertamente, ímprobo, ya que apenas se conservan ejemplares de la mayor parte de los poemarios de Brañas Guerra; ello es debido a que, dada la escasa aceptación de que gozaba la poesía en Guatemala durante la época en que escribió César Brañas, el propio autor costeaba la edición de sus libros de versos, que salían de la imprenta con una reducidísima tirada. Brañas apenas logró recuperar una parte mínima del dinero invertido en la edición de su obra poética, pues, en lugar de vender los escasos ejemplares que tiraba de cada título, acababa regalándolos a sus amigos y conocidos (y, en general, a cualquier lector que mostraba interés por sus versos).

Esta innata generosidad quedó patente también en sus postreros años de vida, cuando legó su rica y variada biblioteca a la Universidad de San Carlos de Guatemala. A su muerte, esta institución adquirió la casa donde había residido el poeta, para que sus valiosos fondos bibliográficos -especializados en la historia y la literatura de Guatemala- permaneciesen instalados en los anaqueles donde los había ido colocando su antiguo propietario. Por su parte, la ciudad de Antigua -que le había nombrado Hijo Predilecto en 1947- reclamó sus restos mortales, para darles sepultura en su panteón más ilustre.

Al margen de esa copiosa producción poética reseñada en párrafos anteriores, César Brañas Guerra fue autor de una abundante obra narrativa que, inaugurada con las dos novelitas ya citadas -Sor Candelaria (1918) y Alba emérita (1920)-, tuvo continuidad con otras obras como La divina Pantoja (Guatemala: Unión Tipográfica, 1926); Tu no sirves y La vida enferma (Guatemala: Ediciones El Imparcial, 1926); La tapia florida (Guatemala: Unión Tipográfica, 1927); Un hombre solo (novela rosa) (Guatemala: Unión Tipográfica, 1932); Paulita (Guatemala: Unión Tipográfica Muñoz, Plaza y Cía., 1939); La finca, monografía sentimental (Guatemala: Unión Tipográfica, 1946); e Inquilinos, boceto para la biografía de un niño, 1937 (Guatemala: Unión Tipográfica, 1957). Tras su muerte vieron la luz otros libros que recuperaban parte de la prosa de ficción que César Brañas había ido dejando impresa por periódicos y revistas, como Cuentos (Guatemala: Editorial Cultura, 1999); Casa en Antigua: ventura y fin de una aventura sentimental, 1948-1967 (Guatemala: Editorial Universitaria, 2000); Las guarias de febrero (Guatemala: Editorial Cultura, 2000); y Como un arco roto (Guatemala: Editorial Universitaria, 2000).

Brañas Guerra -que, además de fundador de El Imparcial, fue redactor del Diario de Centro América y fundador de la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG)- cultivó también el género del diario, al que aportó títulos tan notables como Diario de un aprendiz de cínico (frontera no vigilada) 1939-1941 (1945); Diario de un aprendiz de tímido (1956); Diario de un aprendiz de viejo (1962); Diario de un aprendiz de ausente (1967); y Diario de un aprendiz de recalcitrante (1971). Además, fue autor de algunas biografías sobre figuras guatemaltecas de gran interés, como las tituladas Flavio Guillén, maestro cordial (1934), Itinerario de Ramón Aceña Durán (1936) y Antonio Larrazábal, un guatemalteco en la historia (1969).

Polígrafo infatigable, César Brañas publicó también varias obras de crítica literaria, como Rafael Arévalo Martínez en su tiempo y en su poesía (1946), Tras las huellas de Juan Diéguez (1947), José Rodríguez Cerna o El esplendor de la crónica en Guatemala (1956) y Otras huellas de Juan Diéguez (1979). El resto de su feraz bibliografía se completa con los ensayos Visión y ensueño de Esquipulas (1943), Irradiación cultural del Arzobispado. Conmemoración del Segundo Centenario de la Erección del Arzobispado de Guatemala (1943), No repitamos a Europa, americanos (1944), Palabras de gratitud (1957) y Depresión y resentimiento (1977).

Bibliografía

  • ASSARDO, M. Roberto. César Brañas, poeta de la soledad y la angustia. University of California, Departament of Spanish/Guatemala: Ed. San Antonio, 1966.

  • BARRIOS Y BARRIOS, Catalina. Amor, soledad y muerte en la poesía de César Brañas. Guatemala: Impresos Industriales, 1970.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.