A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
HistoriaPolíticaBiografía

Bonifacio, Andrés (1863-1897).

Líder revolucionario filipino, nacido en Manila el 30 de noviembre de 1863 y fallecido en la misma ciudad el 10 de mayo de 1897, que dirigió el Katipunan -la sociedad secreta que estuvo detrás del levantamiento independentista de 1896- y está considerado el principal héroe y mártir del movimiento que contribuyó a acabar con tres siglos de dominación colonial española.

Hijo de un funcionario de la administración colonial, Andrés Bonifacio tuvo que trabajar desde corta edad al quedarse huérfano y tener a su cargo a cinco hermanos menores. Ejerció oficios variopintos como vendedor ambulante, pintor de carteles o mensajero, e incluso fundó una compañía teatral (Teatro El Porvenir) que realizaba sus funciones en lengua tagala. En 1892 se unió a la recién fundada Liga Filipina de José Rizal (1861-1896), manifestando desde el comienzo un carácter fuerte y decidido que le hizo pronto distinguirse entre los miembros de la organización.

Partidario de la insurrección frente a las tácticas pacíficas de Rizal, Bonifacio se unió a otros disidentes que compartían sus ideas -Ladislao Diwa, Teodoro Plata o Deodato Arellano- para la creación de una nueva organización independentista, la Katipunan, justo el mismo día que Rizal fue desterrado a Mindanao (7 de julio de 1892). Al contrario que la Liga, la Katipunan contemplaba la posibilidad de la rebelión armada y estaba organizada según los patrones de las sociedades secretas. En un principio, Bonifacio formó un triunvirato dirigente junto a Ladislao Diwa y Teodoro Plata, pero a partir de 1894 se erigió en el líder indiscutible pasando a ostentar el elocuente apelativo de Supremo. Durante los siguientes meses se consagró a aumentar el número de miembros de la sociedad y prepararlos para el momento del esperado levantamiento, tarea para la que contó entre otros con la labor de Emilio Jacinto (1875-1899) y el doctor Pío Valenzuela (1869-1956).

El 23 de agosto de 1896 Bonifacio reunió a los jefes katipuneros en Balintawak, suceso que está considerado el inicio oficial de la revolución independentista -el Grito de Balintawak- . No obstante, éste no se produjo de forma general hasta el día 28, cuando el propio Bonifacio leyó un manifiesto que llamaba a las armas a todas las células locales del Katipunan en la isla de Luzón; la propagación de la revolución al resto de islas sería paulatina, o en algunos casos inexistente.

Enfrentado a Emilio Aguinaldo por el liderazgo del movimiento independentista tras la muerte de Rizal, Bonifacio se erigió en principal cabecilla de la facción Magdiwang, partidaria de continuar la lucha bajo las directrices marcadas desde la dirección suprema de la Katipunan y opuesta a establecer un gobierno, justo lo pretendido por la facción de Aguinaldo, más numerosa e influyente. El pulso entre ambas corrientes se resolvió en la Convención de Tejeros, en marzo de 1897, con la derrota de Bonifacio; sin embargo, éste no estaba dispuesto a acatar lo establecido en dicha reunión y decidió proseguir por su cuenta la lucha por la independencia junto a sus seguidores, un propósito que no tardó en ser frustrado. En abril de ese mismo año fue rodeado por las fuerzas leales a Aguinaldo en la aldea donde había establecido su cuartel general, apresado y llevado ante un Consejo de Guerra acusado de alta traición cometida contra el gobierno legítimo de Filipinas. Condenado a muerte tras un juicio de dudosa legalidad, parece ser que en el último instante se intentó conmutar la pena capital por la del destierro, si bien lo cierto es que fue conducido junto a su hermano Procopio a un monte cercano donde ambos fueron asesinados.

En 1921 el gobierno filipino reconoció los méritos de Bonifacio en favor de la lucha por la independencia y dedicó a su memoria un día al año, el 30 de noviembre.

Autor

  • MAH ;28-1-2003.