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HistoriaPolíticaBiografía

Bolaños Geyer, Enrique (1928-2021).

Político y empresario nicaragüense nacido en Masaya el 13 de mayo de 1928 y fallecido ibídem el 14 de junio de 2021. Fue vicepresidente del país durante el Gobierno de Arnoldo Alemán (1997-2001) y presidente desde enero de 2002 tras su victoria en los comicios presidenciales del 4 de noviembre de 2001 frente al candidato sandinista Daniel Ortega.

Licenciado en Ingeniería Industrial por la Universidad de St. Louis, en Missouri (EE.UU.), completó su formación en el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas de Managua y durante algunos años trabajó en negocios familiares agrícolas, ligados sobre todo al sector algodonero. También fue gerente de una empresa de fabricación de calzado y de la Compañía de Productos Lácteos Leonesa. Tras la muerte de su padre en 1963, asumió junto a sus hermanos la dirección de los negocios familiares reunidos en el grupo Bolaños-Saimsa, propietario, entre otros grandes activos, de la mayor industria algodonera de Centroamérica.

De forma paralela a su actividad profesional, ejerció la dirección o la presidencia de algunas organizaciones empresariales y sectoriales como la Cámara de Industrias de Nicaragua, la Federación de Entidades Privadas de Centroamérica y Panamá, el Instituto Nicaragüense de Desarrollo o el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP). Precisamente, a través de este último organismo empresarial, Bolaños se introdujo en la vida política del país.

Desde 1981, el COSEP formaba parte de la Coordinadora Democrática Nicaragüense, grupo que ejerció una oposición radical contra el régimen sandinista en la década de los años ochenta, y, como presidente de la patronal (1983-1988), se convirtió en uno de los mayores enemigos políticos de la revolución sandinista. El Gobierno de Daniel Ortega ordenó su detención en varias ocasiones y emprendió un duro acoso contra sus intereses empresariales. Expropió algunas de sus propiedades agrícolas que, en el marco de la Reforma Agraria, fueron transferidas a las cooperativas campesinas y requisó la mayor parte de sus negocios industriales. El propio Bolaños valoró las pérdidas en más de dos millones de dólares aunque, en años posteriores, recibió una indemnización parcial.

Su opciones para convertirse en candidato de la Unión Nacional Opositora (UNO) en las elecciones presidenciales de febrero de 1990 recibieron el apoyo de las formaciones más conservadoras de la coalición pero, finalmente, fue Violeta Chamorro la encargada de defender la candidatura de la UNO frente al líder sandinista. Conocida la intención de Chamorro de no optar a la reelección en los comicios de 1996, Bolaños reapareció en la arena política para respaldar la campaña de Arnoldo Alemán, líder de la Alianza Liberal, y finalmente se convirtió en el candidato de su partido a la vicepresidencia.

El 20 de octubre de 1996, Alemán logró derrotar al candidato del Frente Sandinista, Daniel Ortega, y en enero de 1997 juró el cargo como nuevo presidente de Nicaragua. Bolaños asumió la vicepresidencia y, en este periodo de gobierno, otras responsabilidades políticas en las comisiones nacionales de funcionariado, creación de empleo, anti-corrupción y emergencias.

En 2000 ingresó como militante en el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y presentó su renuncia como vicepresidente para preparar su candidatura a la presidencia en las elecciones del año siguiente. Su compañero de partido, Leopoldo Navarro, ocupó su puesto en el Gobierno y en enero de 2001 fue elegido por unanimidad candidato del PLC a la presidencia de la República. Su principal rival, el eterno candidato sandinista Daniel Ortega, aparecía como favorito en las encuestas previas a los comicios aunque la batalla en las urnas se preveía muy disputada.

Durante la campaña electoral, Bolaños -que salió ileso de un atentado por segunda vez en su vida- trató de alejarse de la sombra de Alemán, sospechoso de favorecer la corrupción durante su mandato, y se ganó el apoyo explícito de la clase empresarial, la Iglesia y la Administración estadounidense; todos ellos recelosos de un triunfo sandinista. El día de la cita en las urnas, 4 de noviembre de 2001, los sondeos hablaron ya de empate técnico entre Bolaños y Ortega, aunque, conocido el escrutinio, saltó la sorpresa. El candidato conservador logró una amplia victoria sobre el sandinista que, por tercera vez consecutiva, sufría una severa derrota electoral.

Heredero de un país abatido por la crisis económica, la pobreza, la corrupción y los desastres naturales, el conservador Bolaños se convirtió en el nuevo presidente de los nicaragüenses.

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  • 0111 ISC.