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HistoriaBiografía

Blois, Carlos de. Duque de Bretaña (1319-1364).

Aristócrata francés nacido en 1319, pretendiente al título de duque de Bretaña durante largos años. Murió en Auray (Francia), el 29 de septiembre de 1364, a consecuencia de las heridas recibidas en la batalla celebrada contra los partidarios de su rival, Juan V de Monfort.

Carlos de Blois era sobrino del rey de Francia, Felipe VI, al ser hijo de una de las hermanas del monarca, la princesa Margarita. Aconsejado por su tío, en 1337 Carlos tomó por esposa a Juana de Penthièvre, sobrina de Juan III de Montfort, duque de Bretaña. Supuestamente, Juana heredaría el rico ducado bretón, uno de los más codiciados, pero Juan IV de Montfort, hijo de Arturo II de Bretaña, hermano de Juan III de Montfort, se sublevó contra esta decisión en 1339, proclamándose duque de Bretaña ante una asamblea de nobles y clérigos bretones. En el fondo de la cuestión, subyacía el enfrentamiento entre Inglaterra y Francia, pues a Montfort le apoyaba el rey inglés, Eduardo III, y a Carlos de Blois lo hacía su tío, el rey de Francia, al estar ambos monarcas sumamente interesados en el control de tan importante enclave. El conflicto, conocido como Guerra de Sucesión Bretona (1339-1365), significó uno de los primeros escarceos entre las dos poderosas naciones que, finalmente, se enfrentarían globalmente en la Guerra de los Cien Años.

A partir de 1339, Juan de Montfort, ayudado por un ejército inglés, comenzó a reconquistar una por una todas las plazas fuertes de Bretaña, ante la impotencia de Carlos de Blois, que solicitaba infructuosamente tropas de refuerzo a su tío, el rey. Cuando éstas llegaron, Carlos reaccionó con solvencia: el 1 de noviembre de 1341 sitió Nantes y capturó al rebelde Montfort, encerrándole en prisión durante tres años. Durante este trienio, Carlos de Blois intentó reconquistar el ducado, pero la nobleza bretona resistió ampliamente, pues no querían un gobierno demasiado afín a los intereses de la monarquía francesa. El mismo papa Clemente VI se vio obligado a intervenir en 1343, solicitando un armisticio por parte de ambos bandos contendientes; la tregua sólo se cumplió en parte, a pesar de la gravedad con que el papa sancionaría a quienes la desobedecieran. De hecho, cuando en 1344 Juan IV de Montfort consiguió escapar de su prisión, el estigma de la guerra volvió a encenderse por toda Bretaña.

Juan IV de Montfort y Carlos de Blois, a la cabeza de sus respectivos ejércitos, pelearon en la batalla de Cadoret durante la primavera de 1345, batalla en la que las fuerzas de Montfort derrotaron por completo a las del candidato del rey de Francia. No obstante, Juan IV de Montfort falleció a los pocos días, como consecuencia de las heridas recibidas, lo que pareció otorgar esperanzas a Carlos de Blois para acceder a su dignidad. No lo consiguió, en primer lugar, por la voluntad de la viuda de Montfort, Juana de Flandes, que desplegó una intensa actividad diplomática para que su hijo, Juan V de Montfort, accediese a la dignidad. No obstante, lo que acabó por condenar a Carlos de Blois fue su nula intención de ganarse alguna simpatía entre la nobleza bretona, que siempre apoyó a los Montfort.

En 1346 se reanudó la Guerra de Sucesión Bretona, mediante una sublevación de los barones que resultó fatal para los intereses de Carlos de Blois: en enero de 1347, fue hecho prisionero por tropas inglesas en La Roche-Derrien y trasladado a la lóbrega Torre de Londres, donde pasaría encarcelado cuatro años. En 1352, después de pagar un abultado rescate a Eduardo III, se le permitió regresar a Francia a cambio de jurar ante el rey inglés que, de conquistar el título de duque de Bretaña, Carlos le rendiría vasallaje. Como es lógico pensar, en cuanto pisó suelo francés, Carlos volvió a prestar obediencia a su tío y a pelear por el ducado en contra del verdadero representante de los intereses británicos: Juan V de Montfort, hijo homónimo de su anterior enemigo.

A partir de 1360, Carlos de Blois, acompañado de un inmenso ejército de routiers ('mercenarios') a sueldo de la monarquía francesa, sometió a sangre y fuego toda Bretaña, a pesar de que su rival, ya mayor de edad, no cedió ni un palmo de terreno. En 1363 ambos enemigos estuvieron a un paso de pactar un reparto equitativo del ducado, pero la situación hubiese sido insostenible por demasiado tiempo. Además, parte del séquito francés de Carlos de Blois, entre ellos su propia esposa, Juana de Penthièvre, le aconsejaron no ceder en sus deseos de dominar toda la región. El asalto final tuvo lugar el 29 de septiembre de 1364, en la batalla de Auray, en la que Carlos de Blois halló la muerte y puso fin al sueño de ser duque de Bretaña.

Bibliografía

  • CONTAMINE, P. La guerra de los cien años. (Barcelona, 1990).

Autor

  • Óscar Perea Rodríguez