Bigas Luna (1946-2013)
Director de cine español nacido en Barcelona el 10 de marzo de 1946 y fallecido en La Riera, Tarragona, el 5 de abril de 2013.
Vida
La primera etapa profesional del futuro cineasta transcurrió en el campo del diseño. Tras estudiar Arquitectura, fundó el estudio de diseño “Gris”, algunas de cuyas creaciones pasaron luego a exhibirse en centros de arte moderno. Dado que buena parte de sus obras eran muebles vanguardistas, los reunió en una exposición organizada en 1973, en la Sala Vinçon, de Barcelona. Adivinando las posibilidades que se planteaban en el campo del diseño industrial y corporativo, Bigas Luna fundó varias escuelas destinadas a formar nuevos profesionales en ese campo.
Tras ampliar sus horizontes artísticos en el ámbito de la fotografía, probó suerte en el cine. Cofundador de la empresa “Barcelona Group”, se introdujo en el campo de la distribución cinematográfica, llevando a cabo un proyecto de lanzamiento internacional de películas españolas. Asimismo, se interesó por la dirección y dio sus primeros pasos como realizador. Las once películas breves que rodó en “Super 8” a mediados de la década de los setenta llevaban el título genérico de Historias impúdicas, y ya planteaban las dos obsesiones que alentarían su obra posterior: el erotismo hedonista y las diversas manifestaciones del poder.
Al margen de su experiencia en el campo del cortometraje, Bigas Luga se atrevió con proyectos de mayor envergadura. Tatuaje (1976), producida por la compañía Luna Films, partía de una novela original de Manuel Vázquez Montalbán, perteneciente a la serie literaria protagonizada por el detective Pepe Carvalho.
La siguiente película del director, Bilbao (1978) se debió en parte al empeño del productor Pepón Coromina. Interpretada en sus principales papeles por Ángel Jove, María Martín e Isabel Pisano, Bilbao mostraba con audacia un juego de relaciones pasionales en las cuales no faltaban los juegos más obsesivos del erotismo, incluyendo elementos de matiz sádico y fetichista. Presentada en el Festival de Cannes, en la Quincena de Realizadores, la película fue muy alabada por dos buenos conocedores del cine erótico, Luis García Berlanga y Marco Ferreri.
Al tiempo que se introducía en el campo de la publicidad televisiva, Bigas Luna dio nuevos pasos como director de cine. Su siguiente filme, Caniche (1979), le asoció nuevamente a Pepón Coromina. En esta oportunidad, la historia se centraba en un entorno burgués y decadente, rodeado de apariencias engañosas.
En 1981 el director español filmó la coproducción hispano-norteamericana Renacer, interpretada en sus principales papeles por Dennis Hopper, Michael Moriarty, Antonella Murgia y Francisco Rabal. En este largometraje se abordaba con intención crítica un fenómeno en auge por aquellas fechas: las sectas religiosas que crecían en número por todos los Estados Unidos gracias al auxilio de los canales televisivos gestionados por predicadores sin escrúpulos.
De nuevo en España, Bigas Luna filmó Lola (1985), cuyos principales intérpretes eran Ángela Molina, Patrick Bauchau y Feodor Atkine. Bajo la apariencia de un melodrama ácido y desgarrado, la película reflejaba tensiones dignas del cine negro. Dos años después, jugando con las convenciones del género de terror, el director filmó Angustia (1987), película extraña e inquietante, donde se reflejan las metáforas esenciales de la cámara como un ojo que reproduce y también produce la realidad. Si bien el filme se ambientaba en Estados Unidos, el rodaje tuvo lugar en Barcelona, lo cual impidió que Bette Davis, muy maltrecha de salud, pudiese interpretar el papel que luego fue adjudicado a Zelda Rubinstein. Con la acción desarrollándose en distintos planos (la ficción de una película, la sala de cine donde ésta se proyecta), Angustia lograba introducir en el espectador una sensación de terrorífico suspense, fundamentado en un continuo extrañamiento de la realidad.
Decidido a retomar su vieja inclinación erótica y libertina, Bigas Luna acometió en su siguiente proyecto, Las edades de Lulú (1990), la adaptación de la novela homónima de Almudena Grandes, cuya buena acogida comercial había sido promocionada, con muy buen resultado, por el Premio La Sonrisa Vertical. Si bien la actriz contratada para dar vida a Lulú era Ángela Molina, ésta decidió alejarse del proyecto por el excesivo contenido sexual del guión. Finalmente, fue la actriz italiana Francesca Neri quien dio vida a Lulú en su tortuosa evolución.
Uno de los actores secundarios de Las edades de Lulú era el joven Javier Bardem, quien llamó la atención de Bigas Luna por su presencia viril, idónea para dar vida al machista personaje de Jamón jamón (1992). Esta nueva película del director español, coescrita por Cuca Canals, ofrecía una imagen estereotipada y casi caricaturesca de los modelos amorosos más arcaicos en el ámbito mediterráneo. De ahí la constante referencia simbólica a elementos como el toro y la gastronomía, cuya dimensión erótica y desmedida era explorada en diversas secuencias. El reparto, integrado por actores veteranos como Stefania Sandrelli, Anna Galiena y Juan Diego, también incluía a jóvenes promesas del cine español, como el citado Bardem, Penélope Cruz y Jordi Mollá. Esta película le valió el León de Plata a la Mejor Dirección.
También protagonizada por Javier Bardem, Huevos de oro (1993) narraba la historia de Benito González, personificación del ya citado estereotipo machista, forjado en la autocomplacencia y la ambición desmedida. Tras recorrer de nuevo en La teta y la luna (1994) -galardonada con el Premio al Mejor Guión- ese universo sensual y excesivo, ya recurrente en su cinematografía, Bigas Luna lo amplió en Bámbola (1996), una cinta cuyo erotismo desprejuiciado recordaba las escenas más escabrosas de Jamón, jamón.
Alejándose de ese panorama voluptuoso y mórbido, el director filmó La camarera del Titanic (1997), película más delicada y contenida que sus predecesoras. Posteriormente, puso en marcha Volavérunt (1999), adaptación de la novela homónima de Antonio Larreta, Premio Planeta en 1980. El presupuesto de dicho largometraje, uno de los más cuantiosos en la historia del cine español, ascendió a 1.200 millones de pesetas. Volavérunt fue presentada dentro de la sección oficial del Festival de Cine de San Sebastián y su protagonista, Aitana Sánchez-Gijón, consiguió la Concha de Plata a la Mejor actriz. El año anterior recibió el Premio Nacional de Cine de Cataluña (1998).
En 2001 Bigas Luna estrenó Son de mar, adaptación cinematográfica de la novela homónima de Manuel Vicent. Con un reparto encabezado por Jordi Mollà, Leonor Watling y Eduard Fernández, el filme exploraba la sensualidad del Mediterráneo y el dolor de la pasión, en línea con otros trabajos del cineasta, como Jamón, jamón, Huevos de oro y La teta y la luna. En esta oportunidad, el guión fue obra del escritor Rafael Azcona, veterano colaborador de Luis García Berlanga. Entre sus últimos trabajos figuran Yo soy la Juani (2006), Di Di Hollywood (2010) y Segundo Origen (2012).
El realizador catalán debutó en la dirección teatral en 2003 con una personalísima representación de las Comedias bárbaras de Valle-Inclán. Asimismo también ha demostrado gran interés por el arte digital, como pudo comprobarse en la exposición de pinturas digitales "Semillas" que realizó en febrero de 2004 en Madrid y Barcelona.
Filmografía
1976: Tatuaje.
1978: Bilbao.
1979: Caniche.
1981: Renacer.
1985: Lola.
1986: Angustia.
1990: Las edades de Lulú.
1992: Jamón, jamón.
1993: Huevos de oro.
1994: La teta y la luna.
1995: Lumière y compañía.
1996; Bámbola.
1997: La camarera del Titanic.
1999: Volavérunt.
2001: Son de mar.
2006: Yo soy la Juani.
2010: Di Di Hollywood.
2012: Segundo Origen.
