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Ocio y entretenimientoEconomíaBiografía

Berlusconi, Silvio (1939-VVVV).

Político, abogado, empresario inmobiliario y magnate de medios de comunicación italiano, nacido en Milán el 29 de septiembre de 1939. Fue elegido primer ministro de su país en tres oportunidades, la última función la cumple desde el 8 de mayo de 2008.

Silvio Berlusconi

Vida

Hijo de un empleado de bancos de clase media, Silvio fue el mayor de tres hermanos, y él tuvo una hermana, María Antonieta Francesca y un hermano, Paolo. Estudió toda su educación secundaria en un colegio salesiano, luego Derecho en la Universidad de Milán, y se graduó con el título cum laude con una tesis sobre los aspectos jurídicos de la publicidad, en 1961. No cumplió el servicio militar por estar exento al ser el hijo mayor en su familia.

Una vez que abandona el internado salesiano en donde cursó sus estudios, el joven Berlusconi se dedicó a todo tipo de trabajos con el fin de pagarse su carrera universitaria de Derecho. Terminada la misma, en 1963 creó su propia empresa de construcción, aprovechándose de la experiencia adquirida años antes en el sector. Con sus conocimientos, en los alrededores de Milán pudo llevar a cabo varios proyectos, en especial la urbanización de lujo llamada Milano 2.
En 1965 se casó con Carla Elvira Dall'Oglio, con quien tuvo dos hijos: Maria Elvira, mejor conocida como Marina (1966) y Pier Silvio (1968). Más adelante, en 1980, Berlusconi estableció una relación con la actriz Veronica Lario, con quien tuvo tres hijos: Barbara (1984), Eleonora (1986) y Luigi (1988). Se divorció de Dall'Oglio en 1985, y se casó en segundas nupcias con Lario en 1990.

Fue paulatinamente armando un conglomerado de negocios, surgidos a partir de participaciones en editoriales y medios de comunicación, tales como la Società Europea di Edizioni (que controla el periódico Il Giornale), luego puso en marcha el canal de TV Telemilano, y adquirió el Teatro Manzoni. La bonanza económica del país y suya personal, le permitieron en 1978 crear la Fininvest, un holding empresarial que engloba, financia y asegura sus negocios.

Unos años más tarde, Berlusconi comienza a dar sus primeros pasos en el mundo de la comunicación. La puesta en marcha de Telemilano —un canal de televisión que emitía desde la urbanización por él construida— y la adquisición de Il Giornale Nuovo (1980) le llevan a involucrarse cada vez más en este nuevo terreno. Telemilano va ampliando su cobertura (puede ser sintonizada en toda Lombardía al poco tiempo), y su programación se va especializando en contenidos de entretenimiento (espectáculos y películas). Crea Reteitalia, empresa dedicada a la la adquisición de películas y de programas de televisión norteamericanos, y este acopio de material le empuja a ampliar sus fronteras televisivas, cosa que hace a finales de los setenta, a medida que va comprando canales locales de televisión en crisis. Cuando su infraestructura televisiva cubrió un amplísimo sector del país, entró en el negocio publicitario con Publitalia (1980), pilar del holding Fininvest, mediante la que competirá directamente con la RAI (televisión pública italiana).

Las actividades empresariales de Berlusconi en los medios de comunicación le llevaron a contactar directamente con la principales fuerzas políticas del país —especialmente durante el mandato de Bettino Craxi— y a desarrollar a través de su red de televisión local el Canale 5, una fórmula que fue ampliamente aceptada en todo el país por su tono de simple entretenimiento. Desde una posición de privilegio, Berlusconi firma un gran contrato con las tres grandes cadenas norteamericanas (ABC, CBS, NBC), gracias al cual se consolida como único distribuidor de sus programas y series en Europa. Este mercado, más algunos éxitos derivados de eventos exclusivos deportivos, le darán aún más autonomía y ventajas comparativas sobre sus posiibles competidores.

El modelo de programación introducido por el magnate milanés se basa, fundamentalmente, en formatos de grandes y vistosos espectáculos, series como Dallas —seguidas por audiencias masivas— y películas (en cualquier caso, formatos siempre dominados por la omnipresente publicidad, que a partir de los años ochenta alargaron artificialmente los programas al ser interrumpidos con frecuencia, lo que provocó numerosas quejas desde el mundo del cine).

Berlusconi —poseedor de un holding con desequilibrios económicos, pero sostenido en la fuerte facturación del Canale 5— decidió expandirse en el sector de la televisión nacional italiana. En una audaz operación relámpago, adquirió Italia 1 al editor Rusconi (1983) y un año después, hizo lo mismo con Retequattro, del grupo Mondadori.

Este control casi absoluto de la televisión en Italia provocó que la RAI recibiera una orden judicial para interrumpir las emisiones durante unos días, justo hasta que el presidente del Gobierno (amigo personal de Berlusconi) la anulara, dejando la puerta abierta para los negocios de Il Cavaliere (nombre con el que se conoce a Berlusconi en toda Italia). Por estas mismas fechas, adquiere Sorrisi e canzoni, una revista de información televisiva, que muy pronto consigue duplicar sus ventas.

Años más tarde, en su intento por controlar la mayor cantidad de medios en su país, consigue hacerse con la editorial Mondadori (integrada por Panorama, Epoca, LÉspresso y otras revistas, además del periódico La Repubblica) y otras empresas similares en el grupo, hasta que la ley antimonopolio italiana le obligó a dejar parte de su negocio en la editorial en manos de Carlo De Benedetti, el ex propietario, en la primavera de 1991, conservando aún gran parte de su gran imperio de comunicación.

Con la concesión de la televisión privada en Italia (1992), Berlusconi conservó la titularidad de sus tres canales y amplió la participación a través de Fininvest en otros canales temáticos de pago como Telepiú (en el que participan Canal Plus y el grupo Kirch), además de participar en otros sectores audiovisuales, lo que le permitió consolidarse hoy como un magnate dueño de uno de los más poderosos grupos de comunicación del mundo.

El 27 de abril de 1994, bajo la presidencia de Oscar Luigi Scalfaro, Berlusconi accedió al cargo de primer ministro del gobierno italiano, cargo que ocuparía durante siete meses, dado que las acusaciones por escándalos de corrupción le persiguieron, y le obligaron a deshacerse de parte de su imperio y a reestructurar la base financiera de Mediaset, empresa que en adelante aglutinará su grupo. El mandato lo cumple hasta enero de 1995.

Cruzando fronteras

Una vez que tuvo controlado el mercado italiano, Berlusconi quiso probar suerte en Francia, y lo hizo en febrero de 1986 con La Cinq, cadena que pasó a tener una mayoría del capital en manos del empresario milanés, y en la que se aplicaría el estilo de programación italiano. Precisamente estos contenidos, y las normativas que afectan a los medios de comunicación a finales de los ochenta, hicieron peligrar el proyecto de esta cadena que, sin poder superar una cuota de audiencia que garantizara su existencia, tuvo que ser cerrada seis años más tarde, víctima de un fuerte déficit.

Al mismo tiempo que en Francia, Berlusconi se introdujo en el mercado alemán, adquiriendo la mayoría de acciones del canal KMP de Múnich en 1986, que pasaría a llamarse Telefünf, con una programación centrada en el segmento familiar. La aventura, sin embargo, no se consolidó, viéndose obligado el empresario a vender buena parte de sus acciones a otras empresas -la Compañía Luxemburguesa de Teledifusión (CLT) y la editorial Springer- y a quedarse con la gestión publicitaria a través de su empresa Mediolanum.

El tercer paso simultáneo lo da Berlusconi en España, al comprar los Estudios Roma de Madrid en 1986. Tres años más tarde optó por uno de los canales privados concedidos por el gobierno. Bajo el nombre de "Tele 5", y con Valerio Lazarov al frente, comienzan a propalar sus emisiones el 3 de marzo de 1990. Los problemas entre los accionistas hicieron tambalear el proyecto, especialmente porque los socios españoles no consideraron adecuada la programación que propuso (idéntica a la establecida en Italia). Al mismo tiempo que modeló contenidos -novedosos en un primer momento para el público español-, diseñó iniciativas publicitarias agresivas centradas en el patrocinio -siempre a través de Publiespaña. Va a ser la marcha del mercado publicitario el que influirá en la evolución de la cadena privada, que sufrirá problemas económicos que la conducirán luego a una etapa crítica que, inicialmente, se pudo controlar con la dimisión de Lazarov (diciembre de 1994) y la presentación al frente de la cadena de Maurizio Carlotti, hombre de confianza de Berlusconi que en dos años situó la cadena en una importante cota de rentabilidad y de audiencia.

En 1994, Tele 5 estuvo a punto de ser comprada por Televisa, propiedad del mexicano Emilio Azcárraga, en el marco de unas negociaciones que contaron con la intervención de Jesús de Polanco y Antonio Asensio. Una de las principales razones por las que la operación no salió adelante fue el limitado porcentaje -el 25%- del que podía disponer Televisa, al no ser una empresa europea.

Berlusconi regresó a la política. En las elecciones legislativas celebradas el 13 de mayo de 2001 consiguió una abrumadora mayoría como candidato de la coalición conservadora Casa de las Libertades. El 9 de junio, el presidente del país, Carlo Azeglio Ciampi, le encargó la formación del 59º gobierno de la república, y Berlusconi inició su segunda andadura como primer ministro el 11 de junio, controlando, al mismo tiempo, los canales de televisión y parte de la prensa escrita. Cumplida la legislatura, perdió por estrecho margen las elecciones generales de 2006 y cedió el testigo del gobierno italiano al líder del centro-izquierda Romano Prodi.

El 18 de noviembre de 2007 anunció la disolución de su partido Forza Italia, y la creación de una nueva formación política, el Partido del Pueblo Italiano para la Libertad, con el que, en coalición con la Liga del Norte, ganó nuevamente las elecciones, a pesar de la oposición de Walter Veltroni, ex alcalde de Roma, obteniendo la mayoría absoluta en ambas cámaras. Por tercera vez, este carismático empresario y líder político accedió a lo más alto de la jerarquía del poder en Italia. El periodismo alemán, a través de los análisis de la agencia Deutsche Welle, se preguntó por la consistencia del proyecto del mandatario italiano que afirma que "las mujeres de derechas son más guapas que las de izquierdas", o sus recomendaciones de que las mujeres pobres que no pueden pagarse estudios "se busquen un buen marido"; declaraciones hechas en el contexto de la crisis con altas tasas de desempleo.

La Ley Alfano, por la que los políticos italianos en ejercicio de sus funciones no pueden ser procesados, sigue aún en vigencia, y le provee el paraguas legal necesario para no ser nuevamente encausado por la vía judicial. Sin embargo, no todas las noticias le son propicias, en febrero de 2009 un abogado británico fue condenado a cuatro años de cárcel por recibir dinero para testificar a favor de Silvio Berlusconi en los juicios por corrupción contra el mandatario.

Un terremotode 6,3 grados en la escala de Richter arrasó el centro de Italia en abril de 2009, dejando 294 muertos, 1.500 heridos, y casi 50.000 personas con la pérdida por destrucción total de sus casas. El epicentro se situó en la ciudad de L´Aquila, en la región de Los Abruzos. Bajo los escombros quedaron edificios históricos y monumentos difíciles de recuperar, y un tanto inadecuadas resultaron las palabras del primer ministro Berlusconi, quien aconsejó a los damnificados considerar el desastre como unos "días de camping".

En mayo de 2009, su segunda esposa, Verónica Lario, le pidió el divorcio, a lo que el mandatario replicó que ella "lo hace en medio de la campaña, cayendo en la trampa de la izquierda". Los medios de comunicación se hicieron eco de las situaciones irregulares producidas en diversas fiestas del mandatario, animadas por niñas aspirantes a la televisión, llamadas "velinas", a la que los invitados acudían en aviones oficiales.

Octubre de 2009 resultó un mes complicado para el primer ministro, con vaivenes en torno a cuestiones judiciales, ya que el Tribunal de Milán dictó sentencia en contra suyay a favor del diario La Repubblica, por una suma de 750 millones de euros. El Tribunal Constitucional italiano inició en la misma fecha la revisión de la polémica ley "Laudo Alfano", por la que diversas personalidades fueron beneficiadas con inmunidad, entre ellas el primer ministro, y fue declarada incontitucional, por lo que Berlusconi podrá ser de nuevo enjuiciado por procesos penales suspendidos. A continuación el mandatario italiano promovió una reforma judicial, por la que los abogados y jueces tendrán una formación y preparación distinta a la de los fiscales, mientras el Tribunal de Apelación de Milán confirmó la pena del abogado inglés David Mills, a quien se le demostró que Silvio Berlusconi le pagó 400.000 euros por prestar falso testimonio.

En noviembre 2009 pidió un aplazamiento de su juicio de fraude fiscal en la cadena televisiva Mediaset de su propiedad, para poder asistir a una cumbre de la FAO que se realizaba en las mismas fechas. A pesar de no contar con la opinión pública favorable del pueblo italiano, el primer ministro repuntó 7 puntos en el consenso popular, después de una agresión sufrida en diciembre, cuando un hombre le arrojó a la cara un souvenir de El Duomo.

Bibliografía

  • FERNÁNDEZ-ARANAZ, Santiago: La Italia de Berlusconi. Madrid: Megazul, 1994.

  • IGEL, Regine: Berlusconi, carrera a la italiana. Madrid: Espasa Calpe, 1992.

E. García Fernández

Autor

  • EGF