Beresford, Bruce (1940-VVVV).
Director de cine australiano, nacido en Sydney (Nueva Gales del Sur) el 16 de agosto de 1940. Mientras Beresford estudiaba Filosofía en la Universidad de Sydney, ya tenía el pensamiento puesto en el cine. Su primera experiencia fue una película de aficionados que le llevó, tras graduarse, a probar suerte en la publicidad y la televisión local. Decidido a ampliar horizontes, se trasladó a Londres, donde desempeñó todo tipo de trabajos. Sin embargo, antes de poder introducirse allí en el sector audiovisual, tuvo que viajar a Nigeria, donde trabajó como montador. Cuando regresó a Londres consiguió por fin su sueño. Contratado como secretario en el departamento de producción del British Film Institute, se convirtió, después, en jefe de producción. En cinco años participó en unos cien documentales y tres largometrajes, aunque en 1971 decidió regresar a Australia. La razón fue la nueva política del gobierno con respecto al apoyo de la cinematografía australiana.
Un año después de volver a su país, Beresford comenzó su carrera como director. Su primera película, The Adventures of Barrie McKenzie (1972), estaba basada en una tira cómica. La crítica no fue muy amable, pero el público respondió favorablemente y dos años más tarde apareció la secuela: Barry McKenzie Holds His Own (1974). Don's Party (1976) se presenta como una excusa para reunir en una casa a un grupo de amigos con ganas de discutir sobre sexo y política. El humor negro de sus diálogos fue la causa de que apenas se conociera en Estados Unidos, y Beresford se mantuvo más o menos en el anonimato hasta 1980, cuando "Breaker" Morant le lanzó fuera de su país con la historia de tres tenientes australianos que durante la Guerra Boer van a juicio por cumplir órdenes y disparar contra un grupo de prisioneros. El guión fue nominado al Oscar, la película consiguió el Globo de Oro y Jack Thomson, uno de sus protagonistas, obtuvo el Premio al mejor actor secundario en el Festival de Cannes. Aún haría una película más en Australia, Puberty Blues (1981), antes de decidirse por el mercado americano.
En 1983 se instaló en Estados Unidos aprovechando el tirón de su nominación. Gracias y favores (1983) retrata a un cantante country entrado en años que, además de haber perdido la custodia de su hijo, tiene problemas con el alcohol. El guión consiguió un Oscar, que también fue a parar a manos de Robert Duvall. Además, el film contó con otras tres nominaciones: director, canción ("Over You") y fotografía.
Su siguiente título, Rey David (1985), que contó con Richard Gere y Alice Krige en su reparto, se convirtió en un acercamiento más serio y realista que otras versiones épicas de episodios bíblicos. Un año después, Beresford eligió la novela de Nene Gare para rodar The Fringe Dwellers, con cierta nostalgia por su país y una decidida intención de mostrar algo poco conocido por el espectador: las relaciones entre los aborígenes y la sociedad blanca australiana, en una película llena de humor pero también de momentos dolorosos.
Su tercer acercamiento a los Oscars tuvo lugar en 1986: Diane Keaton, Jessica Lange y Sissy Spacek interpretan en Crímenes del corazón a tres hermanas sacadas de la obra de teatro de Beth Henley. La película, comparada inevitablemente con Hannah y sus hermanas de Woody Allen,demostró la habilidad de Beresford como director de actrices al conseguir mantener el equilibrio entre las tres protagonistas. El guión, Sissy Spacek como mejor actriz y Tess Harper como secundaria, consiguieron nominaciones al Oscar. Después de participar en 1987 en Aria, un proyecto del productor Don Boyd en el que diez directores arrojarían sobre la pantalla su particular visión de diez famosas arias, Beresford hizo su obra maestra: Paseando a Miss Daisy (1989), que narra la vida, durante 25 años, de una anciana y su chófer. Jessica Tandy y Morgan Freeman hicieron el retrato de una pareja inolvidable, cuyos diálogos y expresiones revelaban a una mujer en guerra contra el mundo y a un sirviente armado de paciencia y sabiduría. Obtuvo cuatro Oscars (maquillaje, peluquería, guión y Jessica Tandy como mejor actriz) y cinco nominaciones más. Su siguiente película, Coartada (1989), no estuvo, sin embargo, a la misma altura, entre otras razones por la escasa química que hubo entre sus protagonistas: Tom Selleck y la modelo Paulina Poriszkova. La película mezclaba la intriga con un tratamiento cómico, al estilo de la novela barata de detectives, aunque no había ni rastro de los brillantes diálogos de Paseando a Miss Daisy.
En 1991 recurrió de nuevo a la literatura, partiendo de una novela de Brian Moore y una gran labor de investigación que dieron como resultado Black Robe, una historia ambientada en el siglo XVII que narra las aventuras de un sacerdote jesuita y su joven acompañante a través de las salvajes tierras de Quebec, en busca de una lejana misión. El mayor logro de la película fue, sin duda, la fidelidad a la naturaleza de los encuentros entre indios y europeos. Los premios Genie galardonaron el diseño de producción, la fotografía, la dirección, a August Schellenberg como mejor actor secundario y a la película. Otro tipo de relaciones interraciales ya habían sido retratadas en Mister Johnson (1990), basada en la novela de Joyce Cary, que a su vez recogía sus experiencias en Nigeria dentro del servicio colonial británico. A África volvió tres años después con una historia más extrema, donde todos los blancos son hipócritas y todos los negros son corruptos. Un buen hombre en Africa (1993), basada en la novela que William Boyd había escrito en 1985, jugaba con la incorrección política. Más comercial resultó Un testigo silencioso (1984), un thriller sobre un niño autista que presencia el asesinato de sus padres. La película gozaba de un guión interesante, tortuoso, pero sin personajes innecesarios. Un intento parecido tiene lugar al año siguiente con Condenada (1985), en la que intentó ofrecer a Sharon Stone la posibilidad de deshacerse de su papel estereotipado de seductora, ofreciéndole el de una condenada a muerte cuyo juicio es retomado por un abogado inexperto y poco brillante; ésta es la premisa para adentrarse en una historia que en ocasiones recuerda a Quiero vivir. Sin embargo, la mala suerte hizo que fuese estrenada después de que Pena de muerte, dirigida por Tim Robbins, que conmocionó al mundo.
En 1997 dirigió Camino al paraíso, que a pesar de su magnífico reparto y de estar basada en los recuerdos de las mujeres supervivientes de un campo de concentración japonés, se queda en la mera anécdota, pues el conflicto inicial que surge entre los diversos colectivos -que atienden tanto a su origen geográfico como a sus creencias- va dando paso a una necesaria convivencia, dulcificada por un llamativo grupo coral que quiere poner un poco de sensibilidad humana ante la brutalidad de la propia guerra.
Filmografía.
1972: The Adventures of Barry McKenzie (y guión).
1974: Barry McKenzie Holds His Own (y guión y producción).
1976: Side by Side; Don's Party.
1977: The Getting of Wisdom.
1978: Asalto al furgón blindado (y guión).
1980: Consejo de guerra (y guión); The Club.
1981: Al diablo la pubertad.
1983: Gracias y favores.
1985: Rey David.
1986: The Fringe Dwellers (y guión); Crímenes del corazón.
1987: Aria (y guión; un episodio).
1988: Su coartada.
1989: Paseando a Miss Daisy.
1991: Black Robe; Mister Johnson.
1992: En busca del amor.
1993: Un buen hombre en Africa.
1994: Un testigo silencioso.
1996: Condenada.
1997: Camino al paraíso (y guión).
1999: Double Jeopardy.
Otros trabajos como guionista.
1994: Curse of The Starving Class (TV; y producción).
