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Barrios Cruz, Luis (1898-1968).

Poeta, narrador, periodista y político venezolano, nacido en El Guayabal (en el estado de Guárico) el 6 de febrero de 1898, y fallecido en Caracas el 1 de febrero de 1968. Autor de una interesante producción poética que parte de la influencia de la Vanguardia europea para acabar cobrando alientos nativista y hondura existencial, está considerado como una de las figuras más notables de la denominada Generación del 28.

Nacido en el seno del matrimonio formado por Luis Barrios Parra y Josefa Cruz Sanojo, a muy corta edad se trasladó con los suyos a la ciudad de Calabozo, donde cursó sus estudios primarios e inició su formación secundaria. Pero, tras haber completado tres años de Bachillerato, se vio forzado a abandonar los estudios debido a los escasos recursos económicos de su familia, a cuya sostenimiento empezó a contribuir trabajando, desde muy temprana edad, en diferentes actividades comerciales.

Ganó, en efecto, sus primeros jornales en un almacén de productos agrícolas, y pasó a continuación a trabajar como dependiente en un comercio textil. Esta ocupaciones no le impidieron cultivar, con gran provecho y de forma autodidáctica, su innata vocación humanística; y así, leyó todas las obras que tenía a su alcance, hasta ir desarrollando un estilo literario propio que le permitió darse a conocer como escritor por medio de la publicación de diferentes artículos en los rotativos y revistas de su ámbito regional, como Ecos de la Pampa (donde empezó a colaborar en 1921), Clavileño (donde publicó sus escritos entre 1923 y 1924) y El Diario (que, a parir de julio de 1926, se convirtió en la primera publicación de periodicidad diaria en el estado de Guárico).

Al tiempo que desplegaba esta intensa actividad periodística, Luis Barrios Cruz comenzaba a interesarse por la vida pública de su región. Pronto dejó sus empleos de vendedor para empezar a ejercer cargos en la administración judicial del distrito, donde alcanzó el puesto de jefe civil. Más adelante, su trayectoria en la carrera administrativa le llevó a ejercer como oficial en la Secretaría General de Gobierno de Guárico.

En 1920, con tan sólo veintidós años de edad, Barrios Cruz fue designado diputado a la Asamblea Legislativa del estado Guárico. Estas obligaciones no le forzaron a abandonar el cultivo de la creación literaria, campo en el que alcanzó cierta notoriedad en 1927, cuando un poema suyo fue galardonado en los juegos florales de Ciudad Bolívar, celebrados para conmemorar el centenario de Juan Bautista Dalla Costa. Al año siguiente (1928), el poeta de El Guayabal se afincó en Caracas, con la intención de ampliar sus horizontes vitales e integrarse de lleno en la vida cultural, intelectual y artística de su país.

Comenzó, entonces, a trabajar, en calidad de corrector de pruebas, en el rotativo El Universal, donde pronto sorprendió a sus superiores por la calidad de su prosa y la profundidad de sus análisis. De esta manera, pasó a ser redactor en dicho diario, lo que le permitió, finalmente, entablar los vínculos que deseaba establecer con las principales figuras de la vida cultural caraqueña.

Conoció, en efecto, a los escritores agrupados en la denominada Generación del 28 -como Fernando Paz Castillo y Jacinto Fombona Pachano-, de la que el propio Luis Barrios Cruz pasó a formar parte a raíz de la publicación de su primer poemario, que vio la luz a comienzos de los años treinta bajo el título de Respuesta a la piedra (Caracas: Ed. Elite, 1931). Tres años después, el escritor de El Guayabal dio a la imprenta el libro Un caso rural (Caracas: Ed. Elite, 1934), y al poco tiempo fue nombrado director del recién fundado diario Ahora, que bajo la tutela de Barrios Cruz se convirtió en el principal órgano portavoz de las nuevas corrientes sociales y políticas surgidas en el país tras la desaparición del dictador Juan Vicente Gómez.

Desde su flamante cargo al frente del rotativo Ahora, Luis Barrios Cruz se convirtió en uno de los intelectuales más influyentes en la política venezolana de mediados del siglo XX. Abanderado de las libertades civiles y la sociedad de Derecho, cedió espacio en las páginas de su diario a todos aquellos partidos y movimientos que, tras la caída del dictador, reclamaban el establecimiento de una sólida democracia en Venezuela; y, simultáneamente, amplió las secciones y los diferentes frentes de atención de Ahora, que se transformó así en el primer periódico moderno del país. Muchos de sus colaboradores, amparados tras pseudónimos periodísticos que ocultaban identidades sólo conocidas por Barrios Cruz y el interesado, publicaron profundos artículos centrados en aspectos que hasta hacía muy poco no tenían cabida en las páginas de la prensa oficial venezolana (como la economía marxista, el sindicalismo, las relaciones internacionales, etc.); y el propio escritor de El Guayabal escribió de su puño y letra numerosos editoriales en los que afrontó sin reservas las cuestiones más delicadas de la vida política, social y cultural de su nación. Tuvo, además, una deferencia especial con muchos miembros del clandestino Partido Democrático Nacional, a los que invitó a colaborar en las páginas de Ahora bajo nombres fingidos.

A pesar de esta plena implicación en la vida pública, Luis Barrios Cruz no abandonó en ningún momento el ejercicio de la creación literaria. A comienzos de los años cuarenta publicó su segundo libro de versos, Plenitud (Caracas, 1941), al que luego habría de añadir otros poemarios que reflejaron su evolución desde unos comienzos plenamente vanguardistas hasta una poesía mucho más honda, serena y reflexiva, plena de densidad íntima y hondura existencial, aunque no ajena a ciertas reivindicaciones características de la literatura hispanoamericana del siglo XX (como el nativismo o la identificación telúrica con un espacio que contribuye a la forja de la identidad nacional).

Entre dichos poemarios que conforman el resto de su producción lírica, cabe recordar los titulados Cuadrante (1944), Romancero de la Coromoto (1952) -escrito en colaboración con Julio Ramos-, La sombra del avión (1954), Decoraciones (1967) y Seis poemas (1968). Esta valiosa obra le granjeó, entre otros honores y reconocimientos, su incorporación como miembro de número a la Academia Venezolana de la Lengua (1955).

Entretanto, su carrera político-administrativa no conocía descanso: senador por el estado de Guárico entre 1938 y 1942, pasó, al poco tiempo, a ejercer como jefe de gabinete de Relaciones Exteriores (1946-1948). Más adelante, gracias a su experiencia política y sus saberes en el campo de los medios de comunicación, fue nombrado director de Información Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores (1949-1950 y 1958-1962), para acabar siendo ascendido al relevante puesto de Director General de dicho ministerio.

Nombrado Director de la Biblioteca Nacional en 1963, Luis Barrios Cruz continuaba desempeñando dicho cargo cuando, a comienzos de 1968, perdió la vida en un accidente de circulación.

Bibliografía

  • ARVELO LARRIVA, Enriqueta. "Párrafos sobre La sombra del avión", en El Nacional (Caracas, 17 de marzo de 1955).

  • CALZADILLA, Juan. "La sombra del avión", en Revista Nacional de Cultura (Caracas), nº 108 (sin año), págs. 248-250.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.