Balfour, Arthur James, Conde de (1848-1930).
Político conservador británico, nacido el 25 de julio de 1848 en Whittinghame, en el condado escocés de East Lothian, y muerto el 19 de marzo de 1930 en Inglaterra, en Woking (Surrey). Fue primer ministro británico entre los años 1902 y 1905, período durnate el cual su mayor aportación política fue la llamada Declaración Balfour, documento redactado en 1917 por el que prometía a los sionistas la ayuda británica en el establecimiento de un Estado judío en Palestina.
Hijo de una familia de clase alta (su tío fue Robert Cecil, tercer marqués de Salisbury), siempre se relacionó con la aristocracia y los intelectuales más eminentes de su época. Como no podía ser de otra forma recibió una cuidada y elitista educación en los más prestigiosos colegios de Inglaterra como Eton y Trinity College de Cambridge. Su entrada en la política se concretó en 1874, a la temprana edad de veintiséis años, cuando fue elegido para la Cámara de los Comunes como representante del distrito de Hertford, dentro del Partido Unionista (conservador) que lideraba su tío, Lord Salisbury, quien le nombró su secretario particular cuatro años más tarde.
Hasta 1905 fue miembro del Parlamento de forma ininterrumpida, en el seno del cual fue elegido primeramente, como ya se ha apuntado, por el distrito de Hertford y, a partir de 1886, por el de Manchester. En un principio fue vinculado al Fourth Party, el cuarto partido, grupo rebelde de los conservadores, en el que se distinguió como un hábil y elocuente orador. En 1886, dentro del segundo ministerio de Lord Salisbury (1886-1892), fue nombrado Secretario del Gobierno en Escocia y un año más tarde en Irlanda; a lo largo de su labor en este último cargo se destacó como un notable oponente del proyecto de Home Rule de Gladstone, lo cual le hizo granjearse entre los irlandeses fuertes antipatías y recibir el apodo de Bloody Balfour ('Balfour el Sangriento'), por su severa administración y por las duras medidas represivas que adoptó contra el movimiento independentista irlandés. En 1891 fue nombrado presidente de la Cámara de los Comunes y primer Lord del Tesoro, y entre 1892 y 1894, en el gobierno liberal de Gladstone, ejerció como líder de la oposición en la Cámara de los Comunes. Durante el último de los mandatos de Lord Salisbury, iniciado en 1895, su influencia se incrementó progresivamente, de manera paralela al decremento de salud y vigor de su tío. En este período cabe destacar su oposición a la Guerra de los Boers (1899-1902), aunque nunca tuvo dudas de la victoria británica en el conflicto.
Tras la retirada de la política de Lord Salisbury por problemas de salud, el 12 de julio de 1902, Balfour pasó a ocupar el puesto vacante de Primer Ministro. Durante su permanencia en este cargo se concluyó la Guerra de los Boers y se promulgó la Education Act ('Ley de Educación') de 1902, que reorganizaba la administración de la enseñanza primaria y secundaria y, por tanto, supuso un primer paso para que los ingleses pertenecientes a cualquier clase social recibieran la Enseñanza Secundaria; asimismo se aprobó en 1903 la Irish Land Purchase Act de Wyndham, que intentaba conseguir la venta de las tierras a los granjeros arrendatarios irlandeses; se aprobó en 1904 el Committee of Imperial Defense ('Comité de Defensa del Imperio'), que regulaba y aglutinaba la estrategia británica a lo largo del mundo; y se firmó, ese mismo año, la Entente Cordiale ('Entente Cordial'), pacto amistoso con Francia por el cual se reconoció la supremacía británica en Egipto y la francesa en Marruecos.
Acusado de falta de talento político, las críticas a su gestión fueron realizadas desde varios frentes: el de los liberales, por las medidas despiadadas tomadas en la guerra contra los boers; el de los inconformistas, que veían con desagrado que fueran obligados a pagar impuestos para mantener las escuelas anglicanas; el de los irlandeses a causa de la nada flexible Irish Land; el de los sindicatos, descontentos por su participación en una huelga ferroviaria y en el asunto de la minería en Sudáfrica; y por último, el de las feministas, que reclamaban la igualdad de sus derechos civiles con el de los hombres. A todos estos problemas se añadieron las críticas que recibió de su propio partido, dividido por la reforma arancelaria de Chamberlain, que afectaba a los sectores industriales, librecambistas y agricultores que se veían enfrentados en conflictos comerciales y aduaneros. Todos estos asuntos provocaron la desunión en las filas conservadoras y Balfour, falto de apoyos, presentó su dimisión en diciembre de 1905.
Las elecciones generales celebradas en 1906 supusieron una aplastante victoria de los liberales y Balfour perdió su escaño por el distrito de Manchester aunque, poco después, regresó al Parlamento como representante de la ciudad de Londres, siempre con el liderazgo del partido conservador. Como líder de la oposición en el Parlamento frente al mayoritario partido liberal, su estrategia consistió en un intento de bloquear cualquier medida planteada por el gobierno a través de la Cámara de los Lores, pero fracasó cuando Herbert Henry Asquith recortó los poderes de esa cámara mediante la Parliament Bill ('Ley Parlamentaria'). En noviembre de 1911 abandonó la presidencia del partido conservador, siendo sustituido por Bonar Law.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, dejó de un lado las disensiones internas del Partido y se incorporó en mayo de 1915 al gabinete de coalición de Asquith como Lord del Almirantazgo en sustitución de Winston Churchill. A finales de 1916, con el Parlamento sumido en una crisis política, dejó de apoyar a Asquith y se unió a David Lloyd George, el cual, tras su elección como primer Ministro en diciembre de 1916, le nombró ministro de Asuntos Exteriores. Intentó obtener el apoyo estadounidense a los aliados (en 1917 encabezó la delegación británica enviada los Estados Unidos con este propósito) y firmó el 2 de noviembre de 1917 una histórica carta dirigida al Barón Rothschild conocida como Declaración Balfour, que comprometía al gobierno británico en favor de la causa sionista. Al terminar la Primera Guerra Mundial, permaneció en el Gabinete como lord presidente del Consejo (1919-1922) y participó, como representante británico, en las Conferencias de Paz de París en 1919, en la primera asamblea de la Sociedad de Naciones en 1920 y en la Conferencia del Desarme de Washington celebrada durante los años 1921 y 1922. Ocupó nuevamente el cargo de lord presidente del Consejo entre los años 1925 y 1929, siendo responsable de las negociaciones que llevaron a definir las relaciones entre Gran Bretaña y sus dominios, recogidas dentro del Informe Balfour de 1926, y que se concretaron finalmente en el Estatuto de Westminster (1931).
Falleció en Woking el 19 de marzo de 1930. En 1919 fue nombrado rector de la Universidad de Cambridge y en 1922 se le concedió el título de primer conde Balfour y vizconde Trapain. Terminó de escribir su autobiografía pocos meses antes de su muerte y entre sus obras más destacadas se encuentran Una defensa de la duda filosófica (1879), Ensayos y discursos (1893), Fundamentos de la creencia (1895), Teísmo y humanismo (1915) y Teísmo y pensamiento (1923), obras que reflejan el gran interés que los problemas científicos y filosóficos ejercieron durante su vida.
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