Balbo, Italo César (1896-1940).
General y aviador italiano, nacido en Ferrara el 5 de junio de 1896 y muerto en Tobruk (Libia) en 1940.
Realizó sus estudios en la Universidad de Florencia y posteriormente en el Instituto de Ciencias Sociales de Roma. Durante la Primera Guerra Mundial participó en el conflicto como oficial del ejército de tierra italiano en la campaña de los Alpes contra el ejército austro-húngaro, obtuvo por méritos propios el grado de capitán y logró además tres condecoraciones por su valor Tras el tratado de Versalles y en vista del poco provecho que para Italia supuso su firma, Italo Barbo inició su colaboración con el movimiento fascista de Benito Mussolini. En 1922 participó en la denominada Marcha sobre Roma, al frente de la misma y al lado de Mussolini, obteniendo el partido fascista el gobierno de Italia de manos del rey Victor Manuel III tras esa prueba de fuerza. En la progresiva implantación del régimen fascista en todas las facetas de la vida italiana, Italo Balbo participó de manera significativa en los puestos de responsabilidad que Mussolini le designó, como parte del llamado cuadrumvirato. Fue importante su papel en la milicia de los Camisas Negras, pero sobre todo en la fuerza aérea italiana y en el ministerio del Aire. En este último desarrollo su labor entre 1927 y 1933; primero como subsecretario de estado para la Aeronáutica y luego como ministro desde el 12 de septiembre de 1930. Sustituyó en el cargo de ministro al propio Mussolini quien junto con la jefatura del gobierno había asumido también ese ministerio y que vio en Italo Balbo su hombre de confianza para tal puesto. Sin embargo, con el paso del tiempo fue percatándose de los perjuicios que ocasionaba a Italia el régimen fascista (véase fascismo). Cambió paulatinamente de posición hasta llegar prácticamente a una oposición total con el régimen fascista y supo prever, aunque sin oponerse a la decisión tomada por Mussolini, el desastre que para Italia suponía intervenir, desde 1940, en la Segunda Guerra Mundial, tal como el Conde Ciano, yerno de Mussolini y ministro italiano de asuntos exteriores dejó reflejado en su diario personal.
Los raids aéreos
Como as de la aviación, planificó y llevó a cabo una serie de vuelos a larga distancia, raids, de los que estaban en boga en su época. El gobierno de Mussolini vio en este tipo de expediciones una forma propagandística para dar a conocer en el mundo la valía humana y tecnológica italiana de la época, que se presentaban así como logros del fascismo, tal y como él mismo presentó en varios discursos en la cámara de diputados fascistas y en otros escritos. En la aplicación práctica de tales ideas, la Regia Aeronautica desarrolló un fuerte impulso por cuestiones de prestigio. En 1925 y 1927 se desarrollaron vuelos de un solo avión hasta Japón y luego a América del Norte y del Sur. La contribución a la aviación de Italo Balbo fue la organización y desarrollo de tales vuelos pero en escuadrillas completas en lugar de aviones en solitario; supervisó y organizó tres de estos raids que supusieron la culminación de la aportación italiana en este tipo de vuelos.
El primer vuelo fue el que efectuó una escuadrilla de 61 hidroaviones de varios tipos y que realizó una travesía por el Mediterráneo occidental, en total 2804 kilómetros de vuelo realizados entre el 26 de mayo el 2 de junio de 1928, casi dos años antes de su nombramiento como ministro. En 1929, entre el 5 y el 19 de junio se repitió la experiencia en el Mediterráneo oriental, con una escuadrilla más reducida de 35 hidroaviones, de los que la mayoría era el modelo S 55 de la casa SIAI. El 17 de diciembre de 1930, tras una muy planificada preparación de las tripulaciones realizada en la base de hidroaviones de la localidad de Orbetello, inician el vuelo desde esta base 14 hidroaviones modelo SIAI S 55 TA (Travesía Atlántica) con destino a la ciudad brasileña de Río de Janeiro. El 15 de enero amerizaban en las playas de la ciudad 11 de los 15 aparatos, después de un vuelo de 61 horas divididas en siete etapas. El propio presidente de Brasil en la época, Getulio Vargas, recibió a los miembros de la expedición. Ésta se consideró como un éxito pese a la pérdida de 4 aparatos, uno en la Guinea portuguesa, y otros tres con graves daños en diferentes amerizajes. Hubo un total de 5 tripulantes muertos, cuatro en el primer aparato y el quinto en uno de los amerizajes.
La culminación de esta expediciones se efectuó años más tarde, aunque la idea nació en Italo Balbo en 1928 al realizar un viaje a los Estados Unidos. En 1933, también desde Orbetello y tras una preparación aún más completa que la realizada para la expedición anterior, parten 25 hidroaviones SIAI S 55X. Era el 1 de julio cuando se inicia el vuelo Italia-Estados Unidos-Italia. El vuelo tenía destino Chicago. Una primera etapa era Amsterdam y desde allí, tras perder un hidroavión en un accidente, se dirigió la escuadrilla a Irlanda para dar comienzo a la travesía del Atlántico, realizada en dos etapas. Londonderry (Irlanda del Norte)-Reykjavik (Islandia, por entonces territorio danés) y desde allí a Cartwright, en la península del Labrador. Pese a las inclemencias meteorológicas, la preparación de las tripulaciones para el vuelo instrumental en el entrenamiento realizado en Orbetello, permitió su llegada divididos en escuadrillas de tres aparatos. Desde Cartwright se dirigieron a Nueva York, donde tuvieron un gran recibimiento, y desde allí hasta Chicago en otras dos etapas hasta llegar a la ciudad el 15 de julio, tras fondear en el lago Michigan. El 19 iniciaban el regreso a Italia, vía Terranova, desde allí a las portuguesas islas Azores, Lisboa, donde se perdió otro aparato y finalmente la ciudad italiana de Ostia, donde llegaron el 19 de agosto. El 20, Benito Mussolini nombraba a Italo Balbo mariscal del aire.
Pasada la gloria de las grandes expediciones aéreas, Italo Balbo es enviado en 1934 a Libia como gobernador y realizó numerosos vuelos entre Libia e Italia. Con Italia ya metida en la Segunda Guerra Mundial, Italo Balbo realiza inspecciones rutinarias del frente, a la vuelta en avión a Tobruk de una de esas inspecciones, la defensa anti-aérea italiana confunde su avión con uno británico y lo derriba, lo que causó la muerte de Italo Balbo.
Bibliografía
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CIANO, Galeazzo (prólogo y notas de Fabio Congost): Diario. Barcelona, 1952.
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VV. AA, Ases de la aviación. Barcelona, editorial Delta, 1984, 25-27.
MFD