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PolíticaBiografía

Balbín, Ricardo (1904-1981).

Político argentino, nacido en Ensenada, provincia de Buenos Aires, en 1904 y muerto en La Plata, capital de la misma provincia, el 9 de septiembre de 1981.

Se graduó como abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1926. Afiliado a la Unión Cívica Radical (UCR), fue presidente de la sección primera de la ciudad de La Plata en 1930. Ese mismo año había sido electo diputado provincial, su primer cargo electivo, pero no pudo asumirlo porque el gobierno surgido del golpe de estado del 6 de setiembre anuló las elecciones. El radicalismo fue proscripto por el gobierno surgido de ese golpe, por lo que el partido declaró en 1931 la abstención electoral bajo la conducción del ex presidente Marcelo T. de Alvear. En 1935, al levantarse la abstención, Balbín era apoderado del partido, y en las elecciones de 1936 resultó nuevamente electo diputado a la legislatura de la provincia de Buenos Aires, cargo al que renunció en 1941. El radicalismo ganó en esa oportunidad en los principales distritos, pero en el de Balbín el “fraude patriótico” del gobernador Manuel Fresco lo despojó del triunfo, situación que fue avalada por el gobierno nacional, que utilizaba tal sistema para garantizar su permanencia en el poder.

Balbín formó parte del grupo que creó en 1942 el movimiento revisionista dentro del radicalismo y firmó, en 1945, la “Declaración de Avellaneda”, fundamento de la corriente intransigente denominada Movimiento Intransigente y Revisionista (MIR). Esta agrupación trataba de desprenderse de la Unión Democrática, formada en 1945 como una gran coalición de todo el espectro político enfrentado al peronismo. En las elecciones de 1946 la Unión Democrática había presentado la fórmula Tamborini-Mosca que resultó derrotada por la que encabezaba Juan Domingo Perón. El MIR representaba, en lo interno, una vuelta a los orígenes radicales y un rechazo a la alianza con los conservadores, mientras que en el plano externo trataba de conducir una oposición al peronismo desde dentro del sistema, rechazando cualquier posibilidad de golpe militar. Balbín ingresó a la Cámara de Diputados en 1946. Presidió el bloque parlamentario de su partido, formado por cuarenta y cuatro diputados, entre ellos el futuro presidente de la república Arturo Frondizi, pero fue expulsado de la Cámara de Diputados en 1949. En 1951 fue indultado y pocos meses después integró, después de una amplia disputa interna con los que proponían nuevamente la abstención, la fórmula de la UCR como candidato a la presidencia acompañado por Arturo Frondizi, pero fue derrotado por el peronismo en las elecciones de 1951. Sin embargo, el MIR consiguió ganar espacio en la puja interna radical, en perjuicio de las posiciones golpistas de los que habían alentado en su momento a la Unión Democrática. En consecuencia, en 1954 el MIR logró llegar a la conducción de la UCR colocando a Arturo Frondizi como presidente del comité nacional.

La apertura democrática ensayada por el gobierno de Perón en 1954 parecía dar la razón a Balbín y a Frondizi, pero el diálogo político fue vacilante y fue interrumpido en varias oportunidades. Sin embargo, todos estos esfuerzos no evitaron el golpe militar que derrocó a Perón en septiembre del mismo año y que se conoce con el nombre de “Revolución Libertadora”. Después de los desencuentros internos que llevaron a la destitución del jefe del movimiento, el general Lonardi, se hizo cargo de la presidencia el general Pedro Eugenio Aramburu, quien inmediatamente prohibió la actuación del peronismo y propuso a las fuerzas políticas un “pacto de proscripción” que todas, incluyendo la UCR, aceptaron. No obstante, en el seno del radicalismo se formaron dos grupos; Balbín, por un lado, encarnó a la fracción más ligada al gobierno y más antiperonista, mientras que Frondizi adoptó una posición dispuesta a dialogar con el peronismo. El partido se dividió y los primeros formaron la UCR del Pueblo (UCRP) mientras que los segundos crearon la UCR Intransigente (UCRI). Ya desde mediados de 1956 Balbín se había acercado al gobierno de Aramburu y hombres de su confianza formaban parte del gabinete nacional, que llevaba adelante una política liberal totalmente alejada de la que propugnaba Frondizi. En 1957 el gobierno convocó a elecciones constituyentes para una convención que debía legalizar el decreto de derogación de la Constitución de 1949. La ciudadanía decidió votar en blanco en un 24% y resultó segunda la UCRP, que asumió la postura oficialista, casi con el mismo porcentaje. El 15 de noviembre de 1957 el gobierno convocó a elecciones nacionales, que debían realizarse el 23 de febrero del año siguiente. La UCRP presentó el binomio Ricardo Balbín-Santiago Del Castillo, fórmula que fue identificada como continuadora de la Revolución Libertadora. Esta situación, más la concreción del pacto entre Frondizi y Perón que permitió que los votos peronistas se volcaran al primero, dio como resultado que la elección fuera ganada por la UCRI con el 45% de los votos, mientras que la UCRP logró el 29%. Frondizi asumió el 1 de mayo de 1958 con grandes expectativas por parte de la población.

En 1959 Balbín accedió a la presidencia del comité nacional de la UCRP, que se identificaba cada vez más con los sectores más conservadores de su partido. Una sucesión de fracasos electorales de la UCRP demostraba, a las claras, el fracaso de las políticas antiperonistas que había prohijado Balbín. Por tal razón, ante la llamada a elecciones para 1963, el líder radical decidió no desgastar su figura y apoyó una fórmula conformada por Arturo Illia, médico de Cruz del Eje que representaba a la llamada "Línea Córdoba", independiente de la agrupación que orientaba Balbín, y Carlos H. Perette, entrerriano representativo de los sectores más antiperonistas. El 7 de julio de 1963 el candidato de la UCRP ganó las elecciones con el 21% de los sufragios seguido por los votos en blanco, con casi el 20%. Balbín mantuvo el cargo dentro del comité nacional e impuso sus hombres en el equipo de gobierno de Illia. Sin embargo, éste pudo presentar un programa de gobierno decididamente progresista y otorgó ciertas libertades al peronismo, que si bien no significaron el levantamiento de las proscripciones, permitieron que poco tiempo antes del golpe que derrocó al gobierno el peronismo se hubiese integrado parcialmente al sistema político. El comité nacional, encabezado por Balbín, mantuvo una actitud conservadora y poco activa durante la presidencia de Illia. Por último, a consecuencia de las elecciones legislativas de 1965, en las que el peronismo derrotó a la UCRP, Balbín fue considerado culpable del resultado. No obstante, esta oposición interna nunca llegó a perturbar el liderazgo de Balbín en el comité nacional de la UCRP. El resultado de las elecciones de 1965 apuró una poderosa campaña periodística de desprestigio de la figura de Illia que concluyó con el golpe del 28 de junio de 1966 y la asunción del general Juan Carlos Onganía como primer magistrado. El gobierno de facto decretó el congelamiento de la actividad política, por lo que Balbín, a pesar de la oposición interna, mantuvo su cargo. La oposición, ante la imposibilidad de removerlo, lo presionó para que morigerara su antiperonismo para lograr algún entendimiento con Perón. Fue así como se conformó, en 1970, la llamada "Hora del Pueblo", conjunción que incluía al peronismo y a la mayoría de las fuerzas políticas. Pero también Balbín estaba en conversaciones con la fracción militar que orientaba el general Alejandro Lanusse y que proponía levantar la proscripción del peronismo a condición de que éste se institucionalizara democráticamente. El militar mencionado desplazó a Onganía en 1970 y, después del interregno de Roberto Marcelo Levingston en el gobierno, asumió directamente la conducción del país el 26 de marzo de 1971, nombrando a Arturo Mor Roig, un radical balbinista, como ministro del Interior. Balbín logró la aprobación de la incorporación de Mor Roig en el seno del radicalismo y de "La Hora del Pueblo", pero sin comprometerse demasiado con el gobierno.

En 1971 Raúl Alfonsín, hasta ese momento considerado el delfín de Balbín entre las huestes radicales, se presentó en las elecciones internas a disputarle el poder a su padrino, con lo que logró la minoría y una representación en el Comité Nacional. Las propuestas de Alfonsín y sus allegados tenían un neto corte izquierdista para las huestes radicales y eran apoyadas principalmente por la juventud radical de actuación universitaria. En 1972, para decidir la candidatura que llevaría adelante el partido en las elecciones nacionales, se enfrentaron nuevamente Balbín y Alfonsín, y el primero se impuso por una diferencia de 12 puntos. Balbín fue derrotado a su vez el 11 de marzo de 1973 por Héctor J. Cámpora, peronista representante de los sectores más radicalizados del movimiento, incluso de la guerrilla urbana peronista.

El Movimiento de Renovación y Cambio, agrupación que lideraba Alfonsín, criticó duramente a Balbín, responsabilizándolo de la derrota por haber mantenido relaciones con el gobierno que el cuerpo electoral rechazó en los comicios. Con motivo de la acefalia que provocó la renuncia de Cámpora y de su vicepresidente hubo nuevas elecciones el 23 de septiembre y Balbín, esta vez acompañado por Fernando de la Rúa como candidato a vicepresidente, fue derrotado ampliamente por Juan Domingo Perón. A la muerte de este último, en 1974, pronunció un memorable discurso ante su féretro en el Congreso Nacional. Durante la gestión peronista Balbín mantuvo una estrategia de conciliación con el peronismo que contó con el apoyo de casi todo el radicalismo.

En 1976, ante la inminencia del golpe más sangriento de la historia argentina, trató de salvar las instituciones democráticas, lo que le valió una sorda enemistad interna. Durante la dictadura, se mantuvo una paz interna en el seno de la UCR, que había recuperado en 1973 el uso de su sigla, solidificada en la oposición al régimen militar y su política económica. Ante los primeros signos de debilitamiento del régimen militar, en 1979, la presión interna en el radicalismo impulsó a Balbín a lograr un acuerdo con el peronismo que se materializó en una nueva conjunción política llamada "Asamblea Multipartidaria". No alcanzó a ver un nuevo triunfo de su agrupación, esta vez de la mano de Raúl Alfonsín.

D. Santilli

Autor

  • Daniel Santilli