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HistoriaPolíticaBiografía

Arzú Irigoyen, Álvaro (1946-2018).

Político y empresario guatemalteco que nació en Ciudad de Guatemala el 14 de marzo de 1946 y falleció ibídem el 27 de abril de 2018. Tanto en su faceta de empresario como en la de político, Alvaro Arzú desempeñó una labor bastante exitosa. Fue elegido presidente de la República de Guatemala en 1996, y se convirtió también en uno de los empresarios más importantes de su país, en el sector turístico, comercial e industrial.

Nacido en el seno de una de las familias más acomodadas de Guatemala, desde muy joven destacó por sus cualidades para los negocios y el mundo empresarial. Su labor en este ámbito contribuyó, en gran medida, al desarrollo industrial de su país, que todavía mantenía una economía eminentemente dedicada al sector terciario. Arzú inició también sus andanzas en el ámbito político a muy temprana edad. Fundador, junto a otras personalidades, del Partido de Avanzada Nacional, PAN, ocupó el cargo de secretario general de dicha formación. La complicada situación política que atravesaba Guatemala en estos años, impidió que Alvaro Arzú ocupara la alcaldía de la ciudad de Guatemala, para la que había sido elegido en las elecciones municipales celebradas en mayo de 1982. El golpe de Estado llevado a cabo en ese mismo mes fue la causa que arruinó la posibilidad de Arzú de ocupar por primera vez un cargo público de importancia. No obstante, en 1985 fue elegido de nuevo para dicho puesto, y lo ocupó, esta vez sí, hasta 1990. Un año después, en 1991, fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores; ese mismo año se presentó como candidato a la presidencia de la República de Guatemala, pero no obtuvo la victoria.

Arzú hubo de esperar hasta 1996, en las elecciones celebradas el 7 de enero, para alzarse con la victoria en las elecciones presidenciales. Como candidato del conservador Partido de Avanzada Nacional, obtuvo mejores resultados que su oponente político, Alfonso Portillo Cabrera, líder del Frente Republicano Guatemalteco, formación del antiguo dictador Efraín Ríos Montt. El PAN, además de controlar la presidencia y el gobierno de la nación, controló la mayoría de los municipios. Esta formación había conseguido cuarenta y uno de los ochenta escaños posibles en el parlamento.

Una vez en el poder, la búsqueda de solución al principal problema del país fue el objetivo fundamental del programa de acción de Arzú, como quedó reflejado en el discurso que pronunció el 14 de enero de 1996, fecha en la que procedió al juramento de su cargo presidencial. La pacificación de Guatemala mediante el establecimiento de negociaciones con la Guerrilla siguiendo un firme calendario significaría, de conseguirse, la posibilidad de establecer la normalidad que el país necesitaba para resolver el resto de sus problemas. Problemas políticos, como la maduración del sistema democrático; económicos, con un crecimiento industrial y comercial más capacitado para hacer frente a las necesidades reales del país; así como problemas sociales, sobre todo por cuanto durante más de treinta años el país había sufrido ininterrumpidamente un estado de violencia permanente, debido a la camuflada guerra civil en la que los grupos de indígenas, a pesar de ser mayoritarios en Guatemala, habían recibido las consecuencias sangrientas del conflicto. Todo ello fortalecería la posición internacional de Guatemala así como su independencia comercial.

Desde el fallido asalto al poder de un grupo de jóvenes militares contrarios al gobierno conservador, que ostentaba el poder desde el golpe de Estado de 1954, los enfrentamientos entre los militares y los movimientos guerrilleros formados, en un primer momento, por el MR 13 (Movimiento revolucionario del 13 de Noviembre) y el FAR (Fuerzas Armadas Rebeldes) fueron en aumento. La década de los setenta y ochenta fue especialmente traumática para un sector de población, la indígena, que sufrió verdaderas matanzas por parte del poder, al ser acusados de apoyar y colaborar con el movimiento guerrillero reunido en el seno de la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Esta asociación agrupaba a las cuatro organizaciones guerrilleras que actuaban en el país: Ejército Guerrillero de los pobres (EGP), Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), Organización Revolucionaria del Pueblo en armas (ORPA) y el Partido Guatemalteco de los trabajadores (PGT), lideradas, respectivamente, por Rolando Morán, Pablo Monsanto, Gaspar ILón y Carlos González.

Las negociaciones para proceder a una reconciliación nacional se iniciaron en 1990, tras la implantación de un sistema democrático. Sin embargo, las conversaciones enseguida cayeron en un punto muerto difícil de romper. Alvaro Arzú asumió esa misión en cuanto accedió al poder, y el acuerdo definitivo se alcanzó el 29 de diciembre de 1996. En realidad, este fue el último de una serie de acuerdos que cerraron el proceso negociador de la paz con la declaración, ese mismo día, de una amplia y controvertida amnistía que despenalizó por completo las atrocidades cometidas durante el conflicto.

Hasta la fecha en la que Arzú asumió el poder, los acuerdos alcanzados habían sido cuatro: Acuerdo global sobre los Derechos Humanos (México D.F., 29 de marzo de 1994); Acuerdo sobre el regreso a sus hogares de las personas desplazadas por los enfrentamientos armados (Oslo, 17 de junio de 1994); Acuerdo sobre el establecimiento de la Comisión para el esclarecimiento de las violaciones de los Derechos Humanos y de la violencia sobre la población civil (Oslo, 23 de Junio de 1994); junto con el Acuerdo sobre la identidad y derechos de los pueblos indígenas (México D.F., 31 de marzo de 1995). En la etapa política de Arzú, seis fueron los acuerdos alcanzados, firmados todos ellos en su primer año de presidencia, 1996, que, al añadirse a los anteriores, cerraron el proceso de paz. Por orden cronológico fueron los siguientes: Acuerdo sobre los aspectos económicos y la situación agraria (México D.F., 6 de mayo de 1996); Acuerdo sobre el fortalecimiento del poder civil y la función del ejército en una sociedad democrática (México D.F, 19 de septiembre de 1996); Acuerdo acerca de las reformas constitucionales y el régimen electoral (Estocolmo, 7 de diciembre de 1996); Acuerdo sobre las bases de incorporación del URNG a la sociedad (Madrid, 12 de diciembre de 1996); y el último, Acuerdo para la aplicación, respeto y verificación de los acuerdos de paz (Ciudad de Guatemala, 29 de diciembre de 1996).

Tras este éxito quedaba lo más difícil, consolidar la pacificación. Arzú estaba absolutamente convencido de que, junto a las reformas institucionales necesarias para desarrollar un verdadero sistema democrático, el renacimiento económico sería el otro pilar básico que aseguraría la continuidad de los logros establecidos tras la firma de los acuerdos de paz llevados a cabo entre su gobierno y la URNG. Partiendo de esta idea, Arzú recibió préstamos económicos importantes, procedentes de distintos órganos internacionales, para mejorar el tejido productivo. Pero el panorama comercial internacional no facilitó la consecución de este ideal. El café, producto básico que Guatemala sigue ofertando en el mercado internacional, no cumplió las expectativas de demanda que hubieran engordado las arcas estatales con divisas internacionales. Arzú tuvo que convencerse de que los problemas estructurales y coyunturales de Guatemala no podrían ser resueltos a corto plazo.

Autor

  • Eva Mª De Miguel Ceballos