Arsaces III (s. IV).
Sucedió en 342 a su padre Tiridates III, a quien Sapor II, rey de Persia, había sacado los ojos. Auxilió primero a Sapor contra los romanos, y luego se pasó a éstos, a los cuales venció también en la expedición del emperador Juliano contra los persas, haciendo perder la vida al emperador; después fue a pedir el premio de su traición a Sapor, el cual le hizo cargar de cadenas de plata y encerrar en una fortaleza, donde él se hizo matar por un esclavo.