Armendáriz, Pedro (1912-1963).

Actor mexicano nacido el 9 de mayo de 1912 en Churubusco y fallecido el 18 de junio de 1963 en Los Ángeles (Estados Unidos).

Vinculado posteriormente a los arquetipos masculinos propios del México revolucionario, Pedro Armendáriz vivió durante su niñez los vaivenes políticos y militares de ese período de la historia americana. Por otro lado, esa primera etapa de su existencia se vio enriquecida por un mestizaje cultural muy significativo en lo que concierne al posterior desenvolvimiento de su carrera profesional. Hijo del mexicano Pedro Armendáriz García-Conde y de la estadounidense Adele Hastings, el muchacho adquirió desde muy temprano las virtudes del bilingüismo y un ventajoso conocimiento de los vínculos que atañen a los vecinos de ambas franjas de esa frontera que marca el Río Grande. Otro detalle que sobrepasa lo anecdótico se refiere al lugar donde nació, Churubusco, cuya población, tiempo después, mejoró muy sensiblemente su nivel de vida a causa de los Estudios cinematográficos allí instalados, gracias a los cuales las industrias del cine de México y Estados Unidos han perpetuado una fructífera colaboración.

California, antiguo territorio hispano-mexicano, se convirtió en patria chica del joven Pedro cuando su tío Francisco, residente en dicho Estado, decidió guiar la educación del recién llegado. Gracias a las gestiones de su protector, Armendáriz ingresó en el Polytechnic Institute de San Luis Obispo, donde cursó estudios empresariales que más tarde, sintiéndose atraído por el dinamismo de la prensa local, sustituyó por varios cursos de periodismo. Pasó un tiempo de estudio en Texas, y una vez obtenido el título de graduado, viajó nuevamente a México D.F., donde quiso abrirse paso con dicha titulación.

Pese a la creciente prosperidad de la capital, por entonces punto de atracción de un pujante movimiento migratorio, la situación profesional del futuro actor no se caracterizó precisamente por la estabilidad. De hecho, Armendáriz se vio obligado a flexibilizar su inicial vocación, aceptando toda suerte de empleos, a cual más alejado de su inicial propósito. Una compañía aseguradora lo admitió entre sus agentes comerciales, pero este asunto no terminó de agradarle. También fue contratado por los gerentes del ferrocarril mexicano. Finalmente, gracias a su habilidad para las relaciones públicas y a una presencia cultivada, se convirtió en guía turístico, trabajo que desempeñó en las zonas más hermosas y atractivas del entorno monumental capitalino. Además de colaborar en un establecimiento hotelero, pudo asimismo desempeñar su función con una cierta libertad, derivada de su bilingüismo.

Al margen de su talento para la promoción turística, lo cierto es que Armendáriz practicaba en su tiempo libre una afición paralela: el teatro. En esta línea, hay una anécdota profusamente referida por sus biógrafos que viene a explicar la curiosa coincidencia que modificó el destino del actor. En cierta ocasión, mientras mostraba a un visitante norteamericano el área turística de la capital, quiso demostrar a éste su extraordinario dominio lingüístico. Durante un momento de descanso, sentados en una cafetería, Armendáriz comenzó a recitar el monólogo de Hamlet. Este alarde no sólo llamó la atención del mencionado turista: un director famoso, Miguel Zacarías, se hallaba en una mesa cercana y quiso saber más acerca de ese improvisador que declamaba con tan buen gusto los versos de Shakespeare.

La incorporación de Armendáriz a la industria del cine mexicano tuvo lugar en un momento envidiable de esta cinematografía. Tras el estreno del melodrama sonoro Santa (1931), del español Antonio Moreno, dicho género fue adoptando un perfil local claramente definido. Por otra parte, el entorno de la hacienda, caracterizado por estereotipos inequívocamente nacionalistas, cobró forma en títulos como Allá en el Rancho Grande (1936), de Fernando de Fuentes. Por su contextura física, Armendáriz pudo dar vida a galanes machistas, indígenas castigados por un sistema oligárquico y revolucionarios de ánimo exaltado. En todo caso, imágenes del hombre mexicano, tópicamente recio y viril, sentimental, apasionado y susceptible. Quien mejor supo aprovechar esa gama interpretativa fue un cineasta que también participaba de todas esas cualidades en la vida real: Emilio “El Indio” Fernández. A sus órdenes, el actor dio vida a un conjunto inolvidable de personajes, que además le brindaron un prestigio internacional. Fue el general José Juan Reyes en Enamorada (1946), José Luis Castro en Flor silvestre (1943), Esteban en La malquerida (1949), Quino en La perla (1945) –película inspirada en la novela corta de John Steinbeck–, Juan Gómez en Las abandonadas (1944) y Lorenzo Rafael en María Candelaria (1943).

Cuando John Ford llevó su equipo hasta México para rodar El fugitivo (1947), lo enriqueció con algunas personalidades de la cinematografía local. Así, contó con los servicios del director de fotografía Gabriel Figueroa. El reparto contaba con actores bien conocidos por el cineasta, como Henry Fonda y Ward Bond, y también con estrellas mexicanas como Dolores del Río y Pedro Armendáriz, quien dio vida a un teniente de la Policía. El guión, obra de Dudley Nichols, se inspiraba en la novela “El poder y la gloria”, de Graham Greene. Muy satisfecho con la relación establecida entre ambos, Ford llamó a Armendáriz en otras ocasiones. Por ejemplo, durante el rodaje de Fort Apache (1948), un largometraje en torno al Séptimo de Caballería inspirado por el relato “Massacre”, de James Warner Bellah, el actor mexicano tuvo la oportunidad de compartir experiencias con otros intérpretes habituales del cine de Ford, como el hermano de éste, Francis Ford, y también Henry Fonda, John Wayne, Ward Bond y Victor McLaglen, entre otros.

Más adelante, de nuevo en México, formó parte del reparto de El bruto (1952), dirigido por el español Luis Buñuel. Tras una carrera muy prolífica, desarrollada en Europa, Estados Unidos y su país natal, Armendáriz alcanzó una situación profesional estable, figurando entre los intérpretes mexicanos más respetados y conocidos internacionalmente. Por desgracia, el rodaje de la superproducción Desde Rusia con amor (1963), de Terence Young, tuvo un significado trágico para él; cuando aún disfrutaba por colaborar en esta nueva entrega de las aventuras de James Bond, sus médicos le detectaron un cáncer muy maligno. Sentenciado a pocos meses de vida, Armendáriz no quiso que la enfermedad minase sus facultades, y por eso optó por suicidarse con una de sus armas de fuego.

Pedro Armendariz, Jr., hijo de este actor, siguió sus pasos en el mundo del cine, colaborando en filmes del mismo registro que dio fama a su progenitor, como Chisum (1970), de Andrew L. McLaglen, protagonizada por un veterano compañero de su padre: John Wayne.

Filmografía

1936: Irma la mala; Rosario; María Elena.
1937: Jalisco nunca pierde; Amapola del camino; Las cuatro milpas.
1938: Canto a mi tierra; Mi candidato; Los millones de Chaflón; La Adelita.
1939: Una luz en mi camino; Con los Dorados de Villa; La China Hilaria; El Indio.
1940: El Charro Negro; Mala yerba; El jefe Máximo; Pobre diablo; La reina del río; Los olvidados de Dios.
1941: Ni sangre, ni arena; El Zorro de Jalisco; El secreto del sacerdote.
1942: Soy puro mexicano; Isla de la pasión; Simón Bolívar; Del rancho a la capital; La epopeya del camino; Allá en el bajio.
1943: Las calaveras del terror; Tierra de pasiones; Distinto amanecer; Konga Roja; Guadalajara; Flor silvestre.
1944: Bugambilia; Las abandonadas; Entre hermanos; El Capitán Malacara; El corsario negro; Alma de bronce; La guerra de los pasteles; María Candelaria.
1946: Enamorada; Rayando el sol.
1947: La casa colorada; El fugitivo; La perla; Albur de amor.
1948: Los tres padrinos; Maclovia; En la Hacienda de la Flor; Fort Apache; Juan Charrasqueado.
1949: Del odio nace el amor; El charro y la dama; La malquerida; El abandonado; Al caer la tarde; Tulsa (We Were Strangers).
1950: Rosauro Castro; Tierra baja; Por la puerta falsa; La loca de la casa; Vuelve Pancho Villa.
1951: La noche avanza; Los tres alegres compadres; Ella y yo; Por querer a una mujer; Camino del infierno; Bodas de fuego.
1952: El bruto; El hambre nuestra de cada día; El Tirano de Toledo; El rebozo de Soledad; Carne de presidio.
1953: Reportaje; Lucrecia Borgia.
1954: Dos mundos y un amor; La rebelión de los colgados; Mulata; Border River; Reto a la vida; Street Corner (Both Sides of the Law).
1955: Tam tam mayumbe; The Littlest Outlaw; Shaitan, il diavolo avventuroso.
1956: Hombres y lobos; ¡Viva la revolución!; Canasta de cuentos mexicanos; La escondida; El conquistador del desierto; Diane.
1957: Ando volando bajo; Así era Pancho Villa; Los salvajes; Stowaway Girl; La mujer que no tuvo infancia; The Big Boodle.
1958: La Cucaracha; Quiero ser artista.
1959: Little Savage; Sed de amor; Yo pecador; The Wonderful Country; Flor de mayo; El Zarco; Café Colón.
1960: El indulto; La cárcel de de Cananea; El impostor; Pancho Villa y la Valentina; Calibre 44; Dos hijos desobedientes; Los desarraigados.
1961: Arrivano i titani; Los hermanos Del Hierro; El tejedor de milagros; Francisco de Asís; Las señoritas Vivanco.
1962: Los valientes no mueren.
1963: Desde Rusia con amor; Captain Sindbad; La Bandida; My son, the hero.

Bibliografía

• DÍAZ LÓPEZ, M. “Jalisco nunca pierde: raíces y composición de la comedia ranchera como género popular mexicano”. Valencia, Archivos de la Filmoteca, Generalitat Valenciana, pp. 185-197.

• GARCÍA, G. Pedro Armendáriz. México D.F., Editorial Clío, S. A. de C. V., 1997.

• PÉREZ MEDINA, E. Estrellas inolvidables del cine mexicano. México D.F., Cine Confidencial, Mina Editores, 1999.

• ------------------------: Charros del cine nacional. México D.F., Cine Confidencial, Mina Editores, 1999.

• VV.AA (1996). Pedro Armendáriz, la mirada que sedujo al mundo. México D.F., Editorial Televisa, S. A. de C. V., 1996.

Autor

• Guzmán Urrero Peña