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HistoriaPolíticaBiografía

Arias Navarro, Carlos (1908-1989).

Carlos Arias Navarro.

Político español nacido en Madrid en 1908. Notario de profesión, desarrolló su actividad en el ámbito de la carrera fiscal. Durante la dictadura del general Franco desempeñó diversos cargos en recompensa a sus méritos como represor en el transcurso la Guerra Civil y la posguerra. En los primeros años de la dictadura, Arias Navarro ocupó el cargo de gobernador en diversas provincias españolas. En 1957 pasó a encabezar la Dirección General de Seguridad, puesto que ocuparía hasta 1965. En esa fecha se hizo cargo de la alcaldía de Madrid por un periodo de ocho años.

En 1973 fue nombrado Ministro de Gobernación en el gabinete que dirigía el almirante Carrero Blanco. Esta etapa se caracterizó por su extremada dureza con los opositores a la declinante dictadura franquista. La elección de Arias Navarro no fue casual, ya que éste aportaba una amplia experiencia en los juicios sumarísimos que se llevaron a cabo en los primeros años de la posguerra. Por ellos se le conocía como el Carnicero de Málaga. Era, pues, el hombre adecuado para ocuparse del ministerio de la represión. El día 20 de diciembre de 1973, la banda terrorista ETA asesinó a Carrero Blanco. Trascurrido un tiempo, se supo que los servicios secretos del régimen habían prevenido a Arias Navarro sobre la inminencia de un atentado contra una alta autoridad del gobierno, presumiblemente contra el jefe del gabinete. Arias, como ministro de la Gobernación, era el responsable de la seguridad de Carrero, a pesar de lo cual no fortaleció las medidas de protección del almirante.

La carrera de Carlos Arias Navarro iba a tocar techo poco después, al ser nombrado por Franco Presidente del Gobierno. El ascenso del que debía velar por la seguridad del anterior presidente dejó estupefactos tanto a los afectos al régimen como a la oposición. Su gabinete no pudo completarse hasta el 3 de enero de 1974. Era un consejo de Ministros claramente burocrático que tenía que hacer frente a dos retos priopritarios: por una parte, la crisis económica que afectaba al país; por otra, la adecuación de la dictadura a la inminente muerte del dictador. Arias Navarro decidió eliminar del gobierno a la tecnocracia del Opus Dei, dando el mando a un técnico independiente como era Barrera de Irimo, al que nombró Vicepresidente.

No tardó, sin embargo, en demostrar su incompetencia. La imagen enérgica que le había acompañado se desvaneció al comprobarse su indecisión en los momentos cruciales. Su etapa al frente del gobierno se mostró carente por completo de un verdadero plan de actuación política. Su gabinete estaba compuesto por personas que carecían de la suficiente preparación para conducir al régimen en la difícil tesitura de su agonía. La propia ineptitud intelectual demostrada por Arias Navarro hizo que pronto proliferaran traiciones en el seno del gobierno. Habiendo sido elegido como cabeza visible de la represión del régimen, Arias Navarro no podía romper con la dureza del franquismo. De nuevo se dieron las ejecuciones de reos políticos, forma que eligió Arias Navarro para afianzar su poder.

La certeza de la muerte cercana del dictador hacían imperiosa una toma de postura política hacia lo que sería sin duda un nuevo período histórico. El 12 de febrero de 1974 Arias Navarro compareció ante las Cortes para presentar su proyecto político, lo que se iba a conocer como el Espíritu del Doce de Febrero. En su exposición se dejaba entrever vagamente la necesidad de un progresivo aperturismo de la dictadura. Prontoo se comprobó que dicho aperturismo no eran más que palabras vanas. A finales de ese mismo mes Monseñor Añoveros, obispo de Bilbao, condenó en una homilía las torturas políciales y de la guardia civil, así como la limitación de las libertades y la represión existente en el País Vasco. El gabinete de Arias Navarro decidió la expulsión del obispo, a pesar de las amenazas de excomunión lanzadas por éste. Otra demostración de que la apertura no era posible si a su frente se situaba Arias Navarro fue la ejecución del militante anarquista Salvador Puig Antich, preso en la Cárcel Modelo de Barcelona por el asesinato de un policía. Arias Navarro decidió también destituir de la Jefatura del Alto Estado Mayor al general Díez Alegría al haberse entrevistado éste en Bucarest con Santiago Carrillo, Secretario General del PCE en la clandestinidad, para sondear la posibilidad de un futuro diálogo.

El famoso espíritu proclamado por Arias se basaba en la aprobación de un Estatuto de Asociaciones Políticas. Franco decidió dar su visto bueno a esta medida en diciembre de 1974. Ésta iba a ser la única medida reformista del gabinete Arias Navarro y estaba tan lastrada por las limitaciones que imponía el propio régimen, que sus resultados fueron nulos. Así, para que una organización sindical fuera reconocida debía de tener al menos 25.000 afiliados y contar con implantación en 15 provincias. Además, todas las asociaciones políticas tenían que integrarse en el Movimiento Nacional. Todo ello resultaba, naturalmente, imposible.
En el verano de 1975 el gobierno de Arias Navarro había perdido completamente el rumbo de los acontecimientos. A pesar de las remodelaciones dentro del gabinete, éste siguió mostrándose estupefacto ante el cambio que se avecinaba. En septiembre se promulgó un decreto-ley contra el terrorismo, válido por dos años para todo el territorio. Esto se tradujo en la ejecución de cinco terroristas para acallar las continuas protestas de la oposición al régimen. Ello no hizo sino aumentar la indignación, a la que se sumó gran parte de la opinión pública internacional, llegándose a asaltar algunas embajadas españolas en el extranjero. Además, eran acciones como ésta las que alentaban las acciones terroristas contra las fuerzas de seguridad del Estado de grupos como ETA o el Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico (FRAP). Con el comienzo de la agonía del dictador, el 30 de octubre de 1975 el Príncipe Juan Carlos de Borbón asumió la Jefatura del Estado.

Tras el acceso de Juan Carlos I al trono, muerto ya Franco, Arias Navarro fue designado jefe del gobierno. Formó un ejecutivo compuesto en su mayoría por franquistas como Manuel Fraga. Por lo tanto, la actuación política de este primer gobierno posfranquista no se alejó mucho de la de los últimos años de la dictadura. Sin embargo la evolución política reclamaba un verdadero giro hacia la democracia. El 1 de julio de 1976 Carlos Arias Navarro presentó su dimisión, siendo sustituido por Adolfo Suárez. Al abandonar el sillón gubernamental, le fueron reconocidos sus desvelos por la patria con la concesión del título de marqués. Después de esto pasó a engrosar las filas de Alianza Popular en las primeras elecciones democráticas, sin obtener la carta de senador. De esta manera desapareció Carlos Arias Navarro de la vida política española, falleciendo en Madrid en 1989.

Carlos Arias Navarro, voz original.

[Comparecencia oficial del presidente del Gobierno para anunciar por televisión la muerte de Franco].

Bibliografía

  • Carr, Raymond y Juan Pablo Fusi. España, de la dictadura a la democracia. Barcelona, 1979.

  • Preston, Paul y otros. España en crisis: La evolución y decadencia del régimen de Franco. Madrid-México, 1978.

Victoria Horrillo

Autor

  • Sagrario Arenas Dorado