A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
HistoriaPolíticaBiografía

Appiano, Jacobo d' (ca. 1322-1398).

Político italiano, nacido en Pisa hacia 1322 y fallecido en su ciudad natal el 1 de septiembre de 1398. Durante más de dos décadas desempeñó el cargo de canciller del consejo de los Anciani y en 1392 sucedió a Pedro Gambacorta el frente de la República de Pisa, acercándose a las posiciones de los Visconti.

Hijo de Giovanni d'Appiano (o d'Appiani), Jacobo (Iacopo) se dedicó, como su padre, a la profesión de notario, desarrollando esa actividad en el oficio de administrador de la Comuna de Pisa. En 1352 fue notario del consejo de los Anciani, una de las más altas instituciones de la República y dos años después formó parte del citado consejo. Siempre en la administración pública, desempeñó importantes oficios tanto en Pisa como en Lucca, donde, entre otros, por orden del gobierno pisano, ayudó a su padre en el oficio de canciller de los Anciani.

Después de la muerte de su padre (1355) y de la caída de los Gambacorta, Jacobo marchó de Pisa y se instaló entre los Visconti de Milán, en cuya corte permaneció ininterrumpidamente hasta 1368. Pero aquel año, después de la ruina de Govanni dell Agnello y la restauración de las libertades comunales, los exiliados políticos pudieron regresar a Pisa. Aunque Jacobo volvió a su patria aquel año, no parece que fuese por la amnistía, ya que él no había marchado de la ciudad por pertenecer a ningún bando y es posible que ya se encontrase en Toscana formando parte de las tropas visconteas, cuando tuvo lugar la caída de la señoría de Agnello. La primera noticia que se tiene de él después de su regreso a Pisa es su integración dentro de la compañía llamada de San Michele, cuya misión consistía en evitar que Pisa quedase sumida en la anarquía por causa de las luchas entre las familias rivales de los Raspanti y Bergolini. Mientras desarrollaba este cargo fue enviado a Florencia para solicitar un préstamo de 15.000 florines (que fue concedido) para hacer frente a las deudas contraídas con el emperador.

En septiembre de 1369 Jacobo d'Appiano fue nombrado canciller de los Anciani y poco después miembro del consejo, para recuperar en 1370 la cancillería, que implicaba unos poderes particularmente extensos. Efectivamente, del cargo de canciller dependía toda la organización política y administrativa del Estado, y desde este cargo d'Appiano cumplió un importante papel en el establecimiento del gobierno de Pedro Gambacorta sobre Pisa. Conservó la cancillería de los Anciani veintidós años, durante los cuales es fácil encontrarlo en las crónicas pisanas, mencionado entre los primeros ciudadanos por su poder y riqueza. Esto se debió también en parte a sus cuatro matrimonios, el último de ellos con Ludovica di Spinetta Malaspina, marquesa de Villafranca, ligada por parentela a la principales familias feudales.

Hay numerosos testimonios, entre 1376 y 1392, de varias visitas hechas por Jacobo d'Appiano a Gian Galeazzo VIsconti, casi siempre por motivos privados. Estas visitas no llegaron a levantar sospechas en el señor de Pisa, Pedro Gambacorta, cuya política de acercamiento a Florencia disgustaba tanto a los elementos gibelinos de la ciudad como a Milán. La guerra entre Milán y Florencia estalló el 25 de abril de 1390, haciendo muy difícil la vida en el territorio pisano, plagado de mercenarios de ambos bandos. La tensión en Pisa creció enormemente y entonces se hizo manifiesta la filiación viscontea del canciller: en noviembre, tras regresar de una visita a Pavía, propuso a Gambacorta, en nombre de los Visconti, que prohibiese durante cinco meses el tránsito de los florentinos por el territorio pisano. La proposición fue rechazada y la paz de Génova de enero de 1392 tampoco trajo la tranquilidad a Pisa. Al contrario, se incrementó la presencia en la región de tropas milanesas y en octubre se produjo una sublevación tras el asesinato de Giovanni Lanfranchi y su hijo Tomeo. Sólo entonces decidió Jacobo d'Appiano pasar al ataque y después de una breve lucha dispersó a los partidarios de Pedro Gambacorta, matando a sus cabecillas, entre ellos el propio Pedro, o bien haciéndoles prisioneros.

El 23 de octubre de 1392, con el consenso del Consejo de los Trescientos y el de los Anciani, Jacobo d'Appiano fue nombrado capitán del pueblo y de la mesnada, como ya lo había sido Pedro Gambacorta. El día después, para garantizar la sucesión, Jacobo hizo asociar al poder a su hijo Vanni. La nueva Signoria duró cuatro años, durante los cuales el capitano, gracias a su amplia experiencia, pudo mantener un inestable equilibrio entre las aspiraciones de los Visconti, que querían hacer de Pisa una base para desarrollar su política antiflorentina, y los propios florentinos, que nunca vieron bien la forma en que d'Appiano había accedido al poder. Los años de 1393 y 1394 fueron de tregua entre los partidos, aunque d'Appiano debió hacer frente a los Gambacorta exiliados, que, ayudados por los florentinos, se apoderaron de algunas fortalezas de los confines de Florencia. Pero en febrero de 1395 volvieron a estallar las hostilidades, por la captura en territorio de Lucca de Francesco Gonzaga, que fue rápidamente ajusticiado; en represalia una compañía de mercenarios financiados por Jacobo d'Appiano arrasó el contado de Lucca, cuya comuna pidió ayuda a Florencia. Los florentinos aprovecharon entonces para constituir una nueva liga cuyo objetivo era mantener la paz en Toscana, pero Pisa no se unió en esta ocasión.

Rápidamente comenzaron las invasiones de territorio pisano, no sólo por parte de los Gambacorta, sino también por los condes de Montescudaio. Al capitano no le quedó más remedio que pedir la ayuda de los Visconti, lo que prolongó la guerrilla durante más de un año. En realidad, la ayuda viscontea respondía a los deseos de Milán de utilizar Pisa como base para las operaciones contra Florencia. Hacia 1396 el duque de Milán envió a Pisa un enorme ejército para la verdadera guerra. D'Appiano había salvado su gobierno gracias a la ayuda de los Visconti, pero ahora le era imposible romper la alianza con ellos. Además, a su avanzada edad se unió la muerte de su hijo Vanni (octubre de 1397), que le hizo perder su energía; los representantes visconteos comenzaron a pensar que sería fácil conseguir que entregase la signoria al duque de Milán. El 3 de enero los negociadores milaneses se reunieron con d'Appiano para tratar el tema, pero al día siguiente el capitán les hizo apresar y el pueblo en armas consiguió que el desprevenido ejército milanés tuviese que abandonar los muros de la ciudad. Estos hechos fueron interpretados en Florencia y Lucca como una rebelión abierta de los pisanos contra los Visconti; las hostilidades cesaron inmediatamente y comenzó a negociarse la paz. Jacobo d'Appiano trató entonces de mantener una política equidistante de florentinos y milaneses. Pero su muerte repentina dejó los destinos de Pisa en otras manos.

Bibliografía

  • DONATI, C. L' idea di nobilità in Italia: secoli XIV-XVIII. Roma, 1995.

  • LINTNER, V. Historia de Italia. Madrid, 1995.

  • ORSI, P. Historia de Italia. Barcelona, 1960.

  • ZELLER, J. Historia de Italia, desde la invasión de los bárbaros hasta nuestros días. Madrid,

  • 1958.

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero